Tras su presentación la pasada semana en el Festival de Málaga, Eva & Nicole, aún sin fecha de estreno, fue seleccionada por la MIPTV (The Spring International Television Market) como uno de los 10 proyectos de ficción más destacados del año, por lo que tendrá también su presentación en el Mipdrama, que se organiza un día antes de que dé comienzo la feria, que se celebra del 8 al 10 de abril en el Hi5 Theatre en el Palais des Festivals en Cannes.

Eva & Nicole cuenta con ocho episodios de 50 minutos cada uno y se sitúa en la Marbella de los años ochenta, en el mejor momento de la jet set marbellí, cuando las estrellas de Hollywood se paseaban por la ciudad andaluza cada verano.

En este contexto, Nicole (Belén Rueda) se había convertido en una de las mujeres más poderosas de la ciudad, dueña de la noche marbellí y de la discoteca de moda. De pronto, un fantasma del pasado regresa a su vida: Eva. Ambas interpretan a dos mujeres de la alta clase de Marbella que acaban enfrentadas por un pasado en común en el que llegaron a ser amigas.

Eva & Nicole es una producción de Atresmedia TV en colaboración con Good Mood. Montse García y Daniel Écija son los productores ejecutivos de esta ficción del sello Series Atresmedia. En el Festival de Málaga, una de las protagonistas de la ficción, Belén Rueda, habló de que se sumó al proyecto capitaneado por su exmarido impulsada por el hecho de que pudiese contar una historia tan personal como la de Nicole en un contexto tan onírico y que atraía un turismo "aún más especial" que en la actualidad.

De Nicole dijo que era "muy controladora", pero también que sin esa cualidad, al igual que la de "encontrar soluciones marcianas para todo"; no habría llegado a ser la reina de la noche marbellí, marcada por las influencias de los políticos, la competitividad y las adicciones.

"Hay que hacer el trabajo de entender a los personajes, pero jamás justificarlos", aseveró. La madrileña se encuentra también girando con Salomé: "Estoy en una obra de teatro que habla del Siglo Uno, en el que las mujeres no tenían nombre. Y yo me he sentido de esa forma alguna vez: cuando hice Periodistas era 'la mujer de'".

"Presentar es muy difícil: eres tú misma, no un papel"

De hecho, aseguró que nadie la consideró actriz con todas las letras hasta que no hizo Mar adentro, en 2004, pues fue su primer largometraje. Sin embargo, había trabajado en series desde 1997, debutando en Médico de familia; y había presentado múltiples formatos televisivos desde 1990, como Vip Noche, La ruleta de la fortuna y Gotas de vida, un ámbito al que descarta volver.

"Creo que me queda mucho por hacer en ficción aún. Además, me poner nerviosísima, es muy difícil. Al actuar lo haces desde un papel, pero en televisión no te queda otra que ser tú misma", reflexionó. Según dijo, le tocó romper "muchas barreras" en un contexto en el que no era tan habitual ser actriz y comunicadora simultáneamente.

Reparto principal de 'Eva & Nicole', en el festival de Málaga | Atresmedia

"Al principio era presentadora, luego pasé a ser actriz de series, luego de cine... en la industria audiovisual, a las mujeres nos cuesta mucho más tener credibilidad que a los hombres, sobre todo si nos gusta ir monas y con tacones; y esto también se ve económicamente o en la diferencia entre los papeles para hombres y mujeres pasados los 50", narró la actriz, de 58 años.

Sobre todas esas etiquetas, comentó que había optado por "dejarlas en casa y elegir cada día" cuál quería ser, pero sin dejar que le afectasen las opiniones de los demás ni le creasen complejos. En 2023, protagonizó también La Ermita de Carlota Pereda, primera película de género dirigida por una mujer en España.

"¿Cómo es posible, en pleno siglo XXI? Con las guionistas ocurre igual: no es que las mujeres no quisiesen escribir, sino que tenían menos oportunidades, por eso trato de colaborar con todos los cortos que puedo", contó. Con todo, opta por tener una actitud positiva respecto a las cuestiones de género en el mundo audiovisual. "Veo muchos cambios, sobre todo en mis hijas. Hay que ser positivas, que nuestra alegría no sea de cristal y nuestro dolor de hierro".