Semanas después de su estreno en EE.UU. y Latinoamérica —y de que muchos de sus fragmentos se viralizasen en Tiktok— el documental Silencio en plató: el lado oscuro de la televisión infantil llegará a HBO Max España el próximo viernes 19 de abril.

Dividido en cuatro partes, condensa con testimonios de sus protagonistas y periodistas especializados las polémicas en torno a series de Nickelodeon como The Amanda Show, iCarly, Sam y Cat, Victorious o Zoey 101, todas ellas creadas por el showrunner Dan Schneider.

Schneider comenzó en la industria como actor juvenil durante los ochenta, pero se convirtió en un valor seguro para las series infantiles desde que comenzó a trabajar en Nickelodeon. Las ficciones, muchas de ellas disponibles en Clan TV o Netflix, escondían unos rodajes repletos, en palabras de varias personas que han alzado la voz a posteriori, de abusos de todo tipo perpetrados por el productor y, en algunas ocasiones, con los padres de los actores y actrices, siempre menores de edad, como cómplices por intereses económicos, algo sobre lo que ya alzó la voz hace años Jennette McCurdy, la ácida Sam en iCarly.

Las series, que marcaron el humor de varias generaciones, se caracterizaban tanto por sus personajes alegres y bobalicones como por el humor absurdo. Pero el repaso a muchas de ellas que hace el documental evidencia que el imperio ha envejecido tan mal como el sketch de Martes y Trece que banalizaba la violencia machista en 1991.

Objetos de deseo

La revisión de escenas de las producciones anteriormente citadas expone, por ejemplo, infinidad de planos injustificados de pies desnudos, según dicen en el documental, porque Schneider comparte fetiche con Quentin Tarantino.

También recoge todo tipo de escenas con mensajes sexuales velados. De ellas, destacan las de Ariana Grande en Victorious donde aparece intentando beber una botella de agua tumbada y mojándose, chupándose un pie o probando si es capaz de sacar zumo de una patata apretándola mientras gime, todo ello rodado sobre la cama de un dormitorio infantil.

A diferencia de otras muchas personas del reparto, la artista, que se encuentra en la promoción de su álbum recién sacado del horno Eternal Sunshine, aún no ha hecho declaraciones al respecto. Según cuentan dos de las guionistas de la serie, no solo los actores sufrían los abusos de Schneider, sino también el equipo técnico.

Son Jenny Kilgen y Christy Stratton, las dos únicas mujeres guionistas de las series, quienes cuentan que compartían un sueldo, que había alusiones sexuales en prácticamente todos los diálogos de las series, que el director les enseñaba pornografía en su ordenador, que les pedía masajes o que temían ser despedidas en caso de llevarle la contraria por su impulsividad y agresividad.

De hecho, una investigación interna de ViacomCBS, propietaria del canal, llevó a que Schneider y Nickelodeon rompieran su relación en 2018, pues el informe concluyó que su comportamiento era abusivo, algo que él siempre negó.

Lo mismo ocurría en Zoey 101, serie protagonizada por Jamie Lynn Spears, hermana de Britney Spears. En este caso sí que ha participado una de las actrices en el documental, Alexa Nicolás. La intérprete, que ahora tiene 32 años, narra cómo su personaje, Nicole Bristow, estaba hecho "para los hombres", pero también que en el set hubo comentarios sexuales, por ejemplo, cuando grababan una escena en la que arrojaba un viscoso líquido sobre su compañera.

El caso Amanda Bynes

Pero para conocer a la que se perfila como una de las mayores víctimas del productor hay que retroceder hasta 1994, que fue cuando se estrenó All That (en España, Todo eso y más), en emisión hasta 2005. El programa contaba con siete actores.

Dos años después, abandonó el reparto Angelique Bates y se incorporó Amanda Bynes con tan solo 10 años. En poco tiempo, esta consiguió un spinoff propio, The Amanda Show. Con la actriz como eje central, el programa contaba con cortos sketches que incluían parodias de formatos estadounidenses.

Sin embargo, llegó a su fin en 1999, cuando Amanda decidió marcharse para formar parte de What I Like About You. El documental de HBO Max muestra la íntima relación que hubo entre Amanda y el director, con tocamientos y masajes en el set. Además, se cree que Amanda quedó embarazada del productor y abortó siendo menor.

Pero Schenider no fue el único abusador en las producciones: Silencio en plató también dedica tiempo al caso de Jason Handy, asistente de producción en All That y The Amanda Show. En 2003 fue arrestado por posesión de pornografía infantil, pues se encontraron más de 10.000 fotos eróticas de niños, así como vídeos de contenido sexual explícito, por lo que se le condenó a seis años de cárcel.

En el documental, la madre de una de las actrices de The Amanda Show recuerda cómo su hija de 11 años recibió un correo de Handy con una foto "donde se le veía desnudo y masturbándose".

Violado a los 15 años

Otro de los grandes protagonistas del documental es Drake Bell, que cuenta en una de las partes más duras cómo fue violado a los 15 años por Brian Peck, condenado por abuso infantil en 2003. Bell comenzó su trayectoria en The Amanda Show, pero pronto tuvo su propia serie, Drake y Josh.

En el documental, el actor describe que Peck le manipuló para que se alejase de sus padres, volviéndose mucho más vulnerable. Además, más tarde intentó separarle de su novia, y fue precisamente la madre de esta quien detectó comportamientos tóxicos por parte de Peck y le ayudó a denunciar. Entre infinidad de reacciones destaca la de su compañero en Drake & Josh, Josh Peck, compartió una publicación en Instagram tras ver el documental en el que pedía un "cambio en la industria" y citaba lo duro que había sido para él revivir la historia: