El varón hallado muerto este viernes junto a su pareja, ambos con heridas de arma blanca, en una vivienda de Córdoba capital donde se ha registrado un incendio, había sido condenado por matar a su mujer ahogada, tras haberla estrangulado con el cable de la plancha en abril de 2002 en su casa de Algeciras (Cádiz).

Según han indicado a Europa Press fuentes penitenciarias, en octubre de 2017 un juez de Vigilancia Penitenciaria le concedió el tercer grado y, posteriormente, en febrero de 2018, le fue concedida la libertad condicional, régimen en el que se encontraba actualmente, encontrándose en la fase final de la condena, que expiraba en 2020.

Como consecuencia de la muerte, confesa, de su mujer, fue juzgado por un jurado popular en la Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial, siendo condenado a 17 años de prisión por asesinato. La sentencia contemplaba el agravante de parentesco y la atenuante de su confesión a las autoridades. Asimismo, señalaba que existió alevosía por parte del acusado, ya que la mujer estaba inconsciente cuando la trasladó a la bañera, donde finalmente murió.

Crimen de 2002

El presidente de la Sección puntualizó en su sentencia que el hombre sabía que su mujer quería separarse un mes antes de que ocurrieran los hechos, que se produjeron el 10 de abril de 2002 cuando el hombre acudió acompañado de su madre al domicilio conyugal en la barriada algecireña de La Piñera. La intención era arreglar unas desavenencias matrimoniales, ya que ella había expresado en varias ocasiones su intención de separarse y marchar a vivir con otro hombre con el que mantenía una relación sentimental.

La conversación concluyó con la idea de iniciar los trámites de separación, haciéndose la madre del hombre cargo de la hija mayor de ambos y quedando los dos menores bajo custodia de la esposa.

No obstante, el hombre dejó a su madre en el domicilio de ésta y volvió a la vivienda conyugal de La Piñera donde, según el escrito de acusación, la estranguló, presumiblemente con el cable de la plancha. Posteriormente acudió al domicilio de un vecino, a quien le contó lo sucedido y anunció su intención de suicidarse, aunque finalmente se trasladó a la Jefatura de la Policía Local donde se reconoció autor de la muerte de su esposa.