El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha anulado una sentencia que imponía 8 años de cárcel al acusado, por la violación de una mujer que tiene una discapacidad reconocida del 33% por un trastorno esquizoafectivo. EL TSJA no puede descartar que la relación fuera consentida, según recogen fuentes del Heraldo de Aragón.

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha dejado sin efecto la sentencia que el pasado mes de noviembre dictó la Audiencia de Zaragoza condenando a Diego G. H. a ocho años de prisión. Tras escuchar a la denunciante y al acusado en el juicio, el tribunal entendió que no había motivos para dudar de la verosimilitud del relato de la primera.

Sin embargo, la defensa ha conseguido convencer al tribunal de que no hay pruebas suficientes para demostrar que el encausado forzó a la víctima a mantener relaciones sexuales.

Los hechos que dieron lugar a esta denuncia se remontan a la madrugada del 12 de julio de 2018. Según declaró en su día la denunciante, durante la madrugada bajó a la calle a comprar tabaco y se quedó fumando un cigarrillo en la esquina de Mariano Cerezo con Conde de Aranda. El acusado se acercó para pedirle un pitillo, pero la mujer se negó a dárselo. Finalmente, decía la primera sentencia, el hombre la cogió de la mano y se la llevó "contra su voluntad" a una vivienda donde la penetró vaginalmente.

Tras examinar el recurso de apelación, el tribunal se ha visto obligado ahora a revisar los hechos probados. Y aunque coincide el lugar y la hora del encuentro entre la denunciante y su presunto agresor, entiende que "no ha quedado acreditado que tales hechos tuvieron lugar contra la voluntad de la mujer".

El TSJA pone de manifiesto las "incoherencias" de la denunciante y concluye que su testimonio "no supera el test de credibilidad". Asimismo, el tribunal señala que no hay constancia de las supuestas lesiones sufridas por la mujer, las cuales sirvieron inicialmente sirvieron para condenar al acusado.