El lapso de tres años desde el último San Fermín no ha hecho que los pamploneses olviden sus costumbres. Después del encierro - rápido, limpio y con algún susto-, es costumbre tomar un chocolate con churros y danzar con el popularmente conocido como baile de la alpargata en el salón principal del Nuevo Casino de Pamplona, junto al Café Iruña.

La tradición se originó con el desayuno típico de los socios del Casino, donde acudían a tomar el chocolate con churros después del encierro. El desayuno se animó con los años, y la música se unió. Por aquel entonces, el Casino exigía a los socios ir bien vestidos, lo que chocaba con el atuendo de los mozos que llegaban de correr el encierro.

Los corredores llegaban al Casino en alpargatas, de ahí que lo que comenzó como un desayuno acabó en el baile de la alpargata, uno de los actos más emblemáticos del Nuevo Casino a día de hoy.