Nankurunaisa. Muchas voces la catalogan como una de las palabras más hermosas. Se trata de un término japonés cuya esencia transmite que, con el tiempo, todo irá bien. No en vano, la belleza no alcanza para la mayor pena: la pérdida de un hijo. "Nunca ya estaré bien", señala José Manuel López a El Independiente. Su hija, Kira, se suicidó por el sufrimiento sin par provocado por el acoso escolar en su colegio, el Manyanet de Barcelona. Engullida por el hueco de las escaleras, puso fin a su vida con tan sólo 15 años.

A partir de ahí, comenzó la senda transida de sus padres. Con el reloj roto, y con los desgarros suturados por el recio hilo de la promesa, se convirtieron en activistas "a la fuerza". José Manuel, instantes previos a la entrevista, se encuentra imprimiendo carteles por la manifestación que, junto a TRENCATS organizó este 29 de abril, con 300 participantes. Imprime los rostros de los niños y niñas suicidados "para concienciar. Son muchos casos, pero sin datos oficiales". De hecho, este viernes 28, las entrañas infartaban nuevamente ante otra constrictora noticia: Claudia González (20) se suicidaba en Gijón. Horas antes, la joven colgaba en sus redes sociales una carta de su puño y letra señalando a sus acosadores, evidenciando ser otra víctima del bullying.

Se enjuaga las lágrimas, pues "ayer mismo estuve llorando. Media hora fuera de combate", y comenzamos. Se queja del sistema de justicia, pero nada le frenará en su meta de entregar todo por erradicar esta lacra. Hoy, 2 de mayo y Día Internacional contra el Acoso Escolar, y en cualquier otra fecha. Va por ti, Kira. Por ti y por todos tus compañeros y compañeras.

Pregunta: ¿Cómo estáis tu mujer y tú?

Respuesta: Tirando. Lo nuestro no es superable. Es vivir en otra dimensión. Todo resulta muy extraño y no se supera.

P: Hay dos fechas clave en tu vida. El 8 de enero de 2006 y el 19 de mayo de 2021…

R: La fecha de nacimiento de Kira, mi única hija; y la fecha de su muerte. Con 15 añitos se suicidó. Es muy duro pensarlo. Para mi mujer y para mí parece que no ha pasado ni un día. Ayer mismo estuve llorando porque me dio un ataque de ansiedad en mi casa. Media hora fuera de combate. Siempre está presente.

Otros niños/as aún pueden ser salvados

P: Y ese recuerdo te ha convertido en un activista a la fuerza…

R: Sin duda y eso da sentido a mi vida ahora. A la par que defiendo el honor de mi hija se benefician otros niños que hoy sufren. Pero aún pueden ser salvados.

P: ¿La fuerza de un padre y una madre que siguen batallando reside en la promesa a Kira?

R: Sí. Le prometí a mi hija, cuando estaba vivía, que  denunciaríamos al colegio cuando acabase de estudiar. Ella no quería antes. Me llegó a decir: “ahora no, papi, porque me cogerán manía”. Después, se suicidó.

P: ¿Ella ya expresaba esto en casa?

R: Esto no es blanco o negro. No es sencillo. Hay un bullying fácil de identificar. Cuando un niño pega a otro, por ejemplo. Es violencia pura y está tipificado en el Código Penal. ¿Pero qué pasa si se trata de miradas, de sornas o de aislar?

Una inspectora de Educación de este país ha llegado a decir que “aislar no es bullying”

P: ¿Qué sucede entonces?

R: Pues, una inspectora de Educación de este país ha llegado a decir que “aislar no es bullying”. Y otra afirmó, ante un posible caso de acoso escolar, que “yo creo a la profesora, que es una profesional. Si ella dice que no hay bullying es que no lo hay”.

P: ¿Ni siquiera una suerte de presunción de veracidad para los más pequeños?

R: Nada. A una víctima de violación le creemos sin testigos, pero no a un niño o niña sin testigos. En el abuso sexual y en el acoso escolar, habitualmente, hay carencia de testigos, porque, normalmente, la víctima se encuentra sola en ese momento. Considero que a los niños, inicialmente, debemos creerles. El paso siguiente es corroborar si es cierto lo que cuenta. Por tanto, espetar a un padre o a una madre en su cara que no creen a su hija porque el profesor no certifica acoso escolar ha de acabarse.

P: En el caso de Kira, los profesionales de la salud mental aseveran que padeció acoso escolar…

R: Con mi hija, psiquiatras y psicólogos han afirmado que Kira se suicidó por el acoso escolar sufrido, efectivamente.

P: Y, el sistema de justicia, no en vano…

R: El juez esgrime que el acoso escolar hacia Kira no es de tipo delictivo. Que burlarse de su voz, de su acento inglés o de su rostro no está tipificado como delito y no se puede atajar por vía penal. ¿Qué hacemos con mi hija muerta? Le hicieron pensar que no valía. Ella decía “tengo una voz horrible”. ¿Cómo alguien de esa edad puede pensar eso? ¿Dónde se lo han hecho creer? Mi hija, en su caso, te lo garantizo, era muy feliz.

Los psiquiatras reconocen el acoso a Kira

P: Sólo unos padres, acaso, interponen demanda a sabiendas de que la perderán…

R: Y la presenté consciente de que no la ganábamos. Pero lo hice porque solicité que se investigase  si hubo inducción al suicidio. Mi hija recibió un mensaje, tras su suicidio que ponía “muérete”. Posteriormente, se ha descubierto que era un alumno de su clase. La ley no mira el móvil de ese niño. Como padre, no lo comprendo.

P: Los psiquiatras lo reconocen; y la demanda, con todo, archivada…

R: Y reconoce el juez que sufrió burlas, pero argumenta que es algo normal entre adolescentes. No me cuente historias. Mi hija está muerta. El auto sobre Kira, en 10-15 años, dará tanta vergüenza ajena como la que ahora nos provoca sentencias, no tan remotas, sobre mujeres violadas en las que no se hacía justicia hacia ellas.

No hay ninguna reparación del daño el día después del suicidio

P: ¿Y la reparación del daño?

R: Ninguna. Ni en el daño de los niños que sobreviven con, por ejemplo, trastornos de la personalidad como anorexias ni para después del suicidio. Te abandonan. Nadie te ayuda con las terapias ni con la medicación, que yo tomo, incluso, actualmente. La ley no lo observa y yo quiero que eso cambie.

P: El director del Manyanet, colegio al que asistió Kira, está actualmente investigado; otrora imputado…

R: Era el director en la época de Kira y actualmente, a pesar de estar investigado por encubrir a un pedófilo confeso, al que, solamente, han condenado a nueve meses de cárcel y dos años de inhabilitación. Me parece poquísimo. Este director despidió a la persona encargada de Informática, quien alertó sobre el hoy confeso. A Kira, un párroco del colegio, el padre Adolfo, le llegó a hacer un regalo con su nombre y teléfono detrás.

P: El 29 de abril, con la plataforma TRENCATS, organizasteis una manifestación en Barcelona bajo el lema El acoso escolar mata… Además os avalan más de 252.000 firmas en change.org

R: Hubo mucha participación y rostros conocidos. Con mi mujer, viajé a Madrid para entregar las firmas. Nos recibió, con mucha amabilidad, la ministra de Educación, Pilar Alegría. Pero nos dijo que esto era asunto de las autonomías. Así que el 29 le pedimos a Pere Aragonès una ley catalana contra el acoso escolar.

P: ¿Optimista en cuanto al compromiso del president de la Generalitat?

R: No pierdo la esperanza y moriré luchando. En Francia se ha creado una ley de acoso escolar. Además, necesitamos prevención, formación y concienciación.

Manifestación contra el acoso escolar en Barcelona el pasado 29 de abril, piden a Aragonès una ley contra el bullying. Imagen: cedida.

P: Las papeletas que repartíais en la manifestación iban con la fotografía de las víctimas, su fecha de nacimiento y fecha del suicidio. 10, 12, 15 años… Impresiona…

R: Todos los padres de las víctimas estuvimos de acuerdo en hacerlo así. Es la manera de concienciar a la sociedad. Después de mi hija, ha habido más suicidios por acaso escolar. Alana, una de las gemelas de Sallent.

P: ¿Hay datos sobre oficiales de menores suicidados por acoso escolar?

R: No, increíble, pero no. Tan sólo de algunas organizaciones y fundaciones. El Gobierno de España no los posee. Los necesitamos y no sólo de los suicidados, sino de los niños que abandonan el colegio en mitad o a final de curso por este motivo. Si tuviesen la cifra, entonces, verían la gravedad de esta lacra social. Sospecho que las redes sociales han influido, pero que lo averigüe el Ejecutivo, pues pagamos impuestos para que nos protejan y cuiden.

P: José Manuel; ánimo…

R: Muchas gracias. A Kira ya no la traemos, pero valdrá la pena si ayudamos a parar esto para quienes aún viven.