La Guardia Civil de Segovia ha intervenido dos caparazones de tortugas carey que eran usados como lámparas en un establecimiento hostelero de la ciudad.

Agentes de la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) se personaron en el local y solicitaron a su propietario la documentación acreditativa de su tenencia legal.

El dueño no aportó documentación, por lo que se procedió a la intervención cautelar de los dos caparazones, que quedaron bajo depósito de su dueño a disposición de las autoridades competentes.

En el mismo acto se formuló la correspondiente denuncia por supuesta infracción administrativa de contrabando, tal como se recoge en el código penal para la tenencia de partes o derivados de especies CITES (especies animales y vegetales recogidas en el listado del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) sin cumplir con los requisitos legalmente establecidos.

Las tortugas marinas, entre la que se encuentra la familia a la que pertenece este ejemplar, están incluidas en el Apéndice I del CITES.

En este apartado se incluyen las especies sobre las que se cierne el mayor grado de amenaza ya que están en peligro de extinción, por lo que el Convenio prohíbe el comercio internacional de especímenes de esas especies, así como de sus partes o derivados, salvo cuando la importación se realiza con fines no comerciales, por ejemplo, para la investigación científica.

Como ha recordado la Guardia Civil, para importar, adquirir o poseer plantas o animales exóticos, así como sus partes y derivados, los compradores deben exigir al vendedor la documentación CITES, donde se contempla claramente el origen legal del espécimen. De esta forma puede gestionarse el control sobre la supervivencia de las especies amenazadas.