Así hay que lavar el plumas en casa: consejos para que quede perfecto

Continuamos en etapa de lluvias, algo que en España, salvo en verano y en algunos territorios, no podemos apartar del todo. Sin embargo, en unos días las temperaturas volverán a subir y tal y como avisa la Aemet, serán más alta de lo normal en esta época del año.

Los chubasqueros y plumas, tal como se denominan los abrigos impermeables que se utilizan para no mojarnos cuando llueve, es casi obligatorio en las fechas en las que las precipitaciones invaden la meteorología.

Estos plumas se mojan y también se pueden ensuciar, por lo que a continuación explicaremos de la mejor manera posible cómo lavar en casa este tipo de abrigo para que quede perfecto. 

El abrigo plumas, al contrario que otras prendas de ropa caso de camisetas, camisas, jerseys o pantalones, cuentan con un uso diario y no es necesario lavarlos de manera tan continua.

El relleno acolchado ayuda a aislar del frío, pero el elemento diferencial es que, la mayoría de ellos, además son impermeables, por lo que nos protegen contra la lluvia, en las épocas del año en la que las precipitaciones son más abundantes y, además, se juntan con frío o viento. 

Si lo vamos a guardar en el armario de cara al verano o, en el plano contrario, después de una época en el ostracismo, vamos a hacer uso del plumas por primera vez en la temporada, será muy importante lavar el plumas para que no queden manchas, restos de sudor u otros elementos que puedan provocar que no esté en condiciones. Un buen lavado hace que la apuesta sea de nuevo segura y no es necesario llevarlo a la tintorería u otro lugar especializado. Se puede lavar el plumas en casa y que quede perfecto. 

Los pasos para lavar un plumas en casa

La lavadora será nuestro aliado a la hora de lavar el plumas en casa, ya que, con un buen método y pasos a seguir, no es necesario utilizar otro elemento ni tampoco lavarlo a mano, algo más engorroso.

El método es infalible pero antes, como sucede con otras prendas como pantalones o cazadoras, tendremos que asegurarnos de hechos como que la cremallera no esté demasiado suelta y pueda dañar otras prendas delicadas o, por supuesto, que los bolsillos del plumas estén vacíos, y así evitemos un papel deshecho en la lavadora o, en el peor de los casos, un billete de dinero o algo relevante que se vaya al traste por este motivo. 

Darle la vuelta a la prenda, una vez cerrada la cremallera hará que el forro quede hacia afuera y así evitemos también los potenciales daños en el exterior de la chaqueta, que es la parte del plumas que se ve y que, además, es más delicada. 

El siguiente paso será meter el plumas en la lavadora, a poder ser sin ninguna otra prenda o con el mínimo acompañante, que se pueda lavar con el mismo tipo de programa, el correspondiente a ropa delicada y con un lavado con agua fría o temperatura máxima de 30 grados. En caso de hacerlo con agua más caliente, las posibilidades de deterioro del plumas suben, así como la opción de que este se encoja y ya no nos valga. Tampoco habrá que utilizar suavizante ni un centrifugado alto, ya que, además de poder dañar la prenda, no es necesario para el plumas impermeable. 

Así se seca un plumas tras el lavado

Una vez finalizado el programa de la lavadora, sin centrifugar o con un centrifugado a pocas revoluciones, habrá que optar por secar la prenda, en pos de que no se dañe, coja olores o genere sustancias que hagan que quede inservible. Si podemos, lo ideal sería extenderlo al aire libre, para evitar que, si queda tendido, las plumas del abrigo, tras el acto de lavar se vayan a la parte inferior de este, perdiendo el reparto que teníamos cuando se compró. 

Queremos calor, pero no que el sol le dé de forma directa, ya que así el abrigo podría perder sus propiedades. Como alternativa, está la de la secadora, y ahí será necesario un programa lento a baja temperatura, y muy a tener en cuenta el truco de incluir dos pelotas de tenis nuevas o poco usadas en el electrodoméstico con la prenda, para ahuecar las plumas y distribuir el peso del tambor.