Hace unos años era casi impensable que en España un grupo de amigos echara la tarde en una bolera. Pero ya nos hemos acostumbrado a que, como sucede en Estados Unidos, muchos centros comerciales y áreas de ocio tengan una. Así que pasar una tarde derribando bolos -o al menos intentándolo- ha pasado a ser una alternativa como otra cualquiera.

Quizás las boleras sean lo más parecido a Hitball, el centro de bateo virtual que acaba de llegar a Madrid. Se trata de un local de temática estadounidense, que cuenta con distintos 'boxes' donde los jugadores pueden poner a prueba cómo de buenos son jugando a béisbol y a softball. Pero hasta ahí llegan las similitudes, porque este nuevo recinto es único en Europa.

El local se ubica en el centro comercial X-Madrid, que en realidad está en Alcorcón. Y en sin duda el sitio perfecto, porque el lugar se ha convertido en la opción idónea para aquellos que están buscando nuevas experiencias. Entre otras cosas, allí hay una piscina de olas para surfear, otra para bucear, un rocódromo, y una zona para practicar deportes urbanos como parkour. Y sí, también una bolera.

"Lo que queríamos era simular la experiencia de batear y que fuera para todo tipo de públicos. Por eso adaptamos unas máquinas especiales donde la pelota viene de abajo, muy suavecita, y no viene de frente, para que lo puedan disfrutar tanto los chicos como gente adulta. Queremos es que vengan a pasar el rato porque aparte de jugar hay unas mesas en cada box donde se pueden sentar a comer y a tomarse una cervecita. Es como un bar deportivo para pasarlo bien", relata Fernando Rodríguez, CEO de Hitball.

Bolas reales, campos virtuales

El local tiene un total de seis boxes, cinco para grupos de hasta seis personas y uno para diez. Los bateadores lanzan bolas reales (aunque más blandas que las originales) a campos míticos virtuales. Y mientras, el resto disfruta del espectáculo en el banquillo. Uno de los boxes tiene un ventanal gigante que da directamente al centro comercial. Y los curiosos no dejan de agolparse detrás del cristal.

Lo primero es elegir entre los distintos modos de juego. "Hay una práctica de bateo para cuando viene alguien solo. Y cuando vienen grupos de varias personas pueden jugar a un juego de puntos, a una batalla de home runs para ver quién hace más en dos minutos, y también a un juego por equipos", detalla Rodríguez.

Lo siguiente es escoger tu nivel -desde principiante a experto- y el grado de ayuda que quieres que la máquina te proporcione, que en resumen lo que hace es que sea más o menos fácil ganar puntos. Luego toca escoger el estadio entre los 30 disponibles (los de todas las franquicias de la MLB estadounidense). El favorito del público, según comentan los propios trabajadores, es el de los New York Yankees. Y por último hay que elegir el bate entre los distintos tamaños y pesos disponibles.

La postura es importante. Hay que atarse el cordón del bate -para que no se te escape al golpear- en tu mano no hábil, agarrarlo con fuerza, flexionar ligeramente las piernas y subir los codos. Y, ahora sí, ya estamos listos para probar suerte. Pulsamos con el pie un botón que hay en el suelo y se inicia una cuenta atrás de cinco segundos, que acaba cuando sale disparada desde abajo la pelota. A partir de ahí entra en juego la habilidad de cada uno.

Pero hay que decirlo: es difícil. Desde fuera no lo parece, porque la velocidad a la que se lanza la bola no es muy elevada. Pero acertar a golpearla bien, con fuerza y con una buena trayectoria no es sencillo, especialmente si no lo has hecho nunca antes. Pero eso, claro, es parte de la gracia del juego.

Las sesiones de bateo se pueden reservar con antelación, y pueden ser de 30, 45 o 60 minutos. El precio, que depende del número de jugadores, va desde los 7 € por persona, aunque de lunes a viernes hay happy hour hasta las 17:00 horas. Y la experiencia se completa con la comida y la bebida.

"Con la carta queríamos emular la comida de un estadio de béisbol americano. Tenemos diferentes tipos de cervezas artesanales. Estamos trabajando con Águila sin filtrar y también tenemos Cibeles, una cerveza artesanal de aquí de Madrid. Y tenemos unas hamburguesas que están buenísimas, una bacon cheeseburger y una bacon normal, y unos perritos calientes especiales. Y luego tequeños, nachos y aros de cebolla", desliza Rodríguez.

EL CEO se muestra convencido de que esta es una idea ganadora: "Hemos apostado por crear algo así, tan original, porque haciendo cosas diferentes se obtienen resultados diferentes. Ese ha sido nuestro concepto de emprendimiento, y creemos que es el momento perfecto para este simulador en España, con el auge del béisbol y la cantidad de latinos y americanos que han llegado. Queremos explotar este deporte y que la gente lo entienda y aprenda a batear".