La DGT se dispone a incrementar las sanciones de los conductores que utilicen aplicaciones y redes sociales avisando a otros conductores de la ubicación de radares y controles de la Policía. Esta acción formará parte de una nueva reforma de la Ley de Tráfico, cuyo fin es la disminución de la siniestralidad en las carreteras españolas. Aplicaciones de destacado carácter como Waze o Social Drive son objeto de posible sanción y su utilización podría ser objeto de multas de hasta 500 euros para los conductores.

La DGT toma medidas contra el uso de aplicaciones para esquivar controles

La DGT está ultimando detalles de la nueva estrategia que ha llegado a definir con el objetivo de aumentar la seguridad vial en las carreteras del país. En estos últimos años, los datos de accidentes han ido en constante aumento y ha sido por eso que la DGT ha decidido tomar cartas en el asunto.

Waze y Social Drive, en el punto de mira de la DGT

Waze y Social Drive son dos de las aplicaciones que más utilizan los conductores. Ambas ofrecen a sus usuarios la posibilidad de compartir información sobre accidentes, radares o controles de tráfico en tiempo real. Estas aplicaciones, como consecuencia, permiten a los conductores tomar la ruta que mejor les convenga para evitar multa, accidente o atasco. Sin embargo, y precisamente porque se trata de funcionalidades colaborativas, la DGT pretende terminar con ellas.

La idea es que las multas sean un fuerte disuasorio. La reforma quiere castigar la comunicación sobre la localización de controles, afirmando que este tipo de conductas es perjudicial para la actuación de las fuerzas de seguridad.

¿Por qué la DGT quiere prohibir estas aplicaciones?

El empleo extensivo de estas aplicaciones supone un claro detrimento de la eficacia de los controles: si todos los conductores están informados de la localización de los radares, las campañas de seguridad vial dejan de tener sentido. Y casi como una segunda consideración, la DGT advierte que este tipo de herramientas contribuye a afianzar las actitudes dañinas, como el exceso de velocidad que posibilita la elusión de las distintas operativas. La reforma trae consigo una modificación del artículo 77 de la Ley de Tráfico, el cual entiende que se trata de una infracción muy grave el hecho de avisar a los demás usuarios de la existencia de controles policiales, y la tipificación de sanciones de carácter económico y la posible pérdida de puntos en el carné como método para desincentivar su uso.

Las nuevas normas de la DGT afectarán a todos los conductores

La reforma incidirá no solo en las aplicaciones que informan sobre los controles. La DGT ha optado también por realizar variaciones que impactarán sobre ciertos conceptos relacionados con la seguridad vial.

Alcohol, patinetes y seguridad: nuevas reglas en el horizonte

Uno de los cambios más significativos va a ser la reducción de la cantidad de alcohol en la sangre permitida. Los conductores tendrán que adaptarse a límites más estrictos (0,2 gramos por litros de sangre; 0,15 mg/l de aire expirado) lo que se explica porque se espera reducir así el número de accidentes provocados por la ingesta de alcohol y la conducción.

Más seguridad para ciclistas y motociclistas

La DGT también quiere garantizar la seguridad de los usuarios más vulnerables. Los conductores de motocicletas, ciclomotores, bicicletas y vehículos similares llevarán chalecos reflectantes de alta visibilidad de manera obligatoria. La idea es aumentar la seguridad y reducir la siniestralidad en vías urbanas e interurbanas.

Esta nueva regulación hace parte de una reforma de la que ya hace tres años que la DGT trabaja. Se pretende así mejorar la seguridad de nuestras carreteras para todos los usuarios, pero con énfasis en los colectivos más vulnerables. En definitiva, la DGT se prepara para cambios, incluyendo la aplicación de sanciones más duras y un objetivo claro: conseguir que disminuya la siniestralidad en las carreteras de los españoles.