La muerte del papa Francisco I ha sacudido al mundo. Pero junto al duelo global y las reacciones institucionales, ha emergido otra realidad menos visible pero igual de poderosa, la explotación del acontecimiento por parte de ciberdelincuentes. En cuestión de horas, redes sociales como TikTok, Instagram o Facebook comenzaron a llenarse de publicaciones que no solo desinforman, sino que buscan engañar a los usuarios con fines económicos.

Los ataques no se han limitado a la difusión de noticias falsas ('fake news'). En muchos casos, los delincuentes están utilizando imágenes y vídeos generados por inteligencia artificial para simular mensajes póstumos del papa, supuestos comunicados del Vaticano o incluso peticiones de ayuda urgentes. Algunos de estos vídeos, manipulados con herramientas de IA, imitan la voz y el rostro del pontífice con un realismo inquietante.

El objetivo de los ciberdelincuentes es redirigir al usuario a webs fraudulentas que solicitan donaciones, datos bancarios o simplemente buscan robar credenciales mediante formularios camuflados. En otros casos, el fraude es más sutil, mediante la difusión de titulares impactantes o imágenes falsas para generar clics, captar tráfico y monetizar con publicidad o malware.

TikTok, Instagram y Facebook, los canales favoritos del fraude

La viralidad que ofrecen plataformas como TikTok o Instagram ha sido clave para la expansión de estas campañas. Los ciberdelincuentes utilizan hashtags populares relacionados con la muerte del papa o el Vaticano, publican contenido emocional o polémico, y confían en los algoritmos para ampliar su alcance.

En Facebook, la estrategia es distinta pero igual de efectiva, mediante páginas clonadas de medios de comunicación o perfiles falsos que simulan pertenecer a figuras religiosas reconocidas difunden enlaces maliciosos que parecen legítimos a primera vista.

¿Qué buscan los estafadores?

Detrás de cada publicación falsa hay un interés económico. Las formas más comunes de fraude detectadas son:

  • Phishing: suplantación de identidad para robar credenciales o datos bancarios.
  • Donaciones falsas: campañas solidarias fraudulentas supuestamente respaldadas por el Vaticano.
  • Monetización por tráfico: webs creadas para captar visitas masivas y mostrar anuncios maliciosos.
  • Instalación de malware: enlaces que llevan a apps o extensiones que espían al usuario.

En todos los casos, la mecánica es la misma, aprovechar el impacto emocional de una noticia global para relajar el pensamiento crítico y lograr que el usuario haga clic sin verificar.

Cómo protegerse ante estafas tras eventos globales

Ante cualquier suceso de impacto mundial, y especialmente uno con carga simbólica y espiritual como la muerte del papa, conviene extremar la precaución. Aquí algunos consejos esenciales:

  • Verificar siempre la fuente antes de compartir o interactuar con contenidos.
  • Desconfiar de los mensajes emocionales extremos que piden dinero, datos o clics urgentes.
  • Consultar medios oficiales o cuentas verificadas.
  • No abrir enlaces acortados o con dominios sospechosos.
  • Denunciar el contenido fraudulento para ayudar a frenar su propagación.