Poco a poco el frío va llegando a nuestro país, y a medida que las temperaturas van descendiendo, llega el momento de ir encendiendo la calefacción para mantener la temperatura en el hogar. Sin embargo, después de varios meses de inactividad, los radiadores de casa pierden eficiencia y toca ponerlos a puntos para que se pueda aprovechar al máximo la energía, y esto incluya una limpieza profunda. Realizar el manteamiento adecuado es clave para que mejore el rendimiento del sistema de la calefacción, y además se conseguirá reducir al máximo el consumo y alargará la vida del aparato. Con un radiador limpio podrás calentar antes la casa, se va a distribuir mejor el calor y ahorrarás en la factura de energía.
Limpiar el radiador antes de usarlo
La acumulación de suciedad, polvo y pelusas dentro del radiador puede provocar que el calor no se pueda transmitir correctamente, es decir, actúa como aislante. Esto supone que el aparato tenga que gastar más para obtener la temperatura ideal, es decir, mayor consumo y mayor gasto en la factura. Si se realiza una limpieza antes de que comience la temporada de frío, supondrá una garantía para su buen funcionamiento, para que el aire circule sin problemas y así se repartirá el calor por toda la estancia de forma correcta y uniforme sin desperdicios.
Alarga la vida útil del radiador
Mantener el radiador en perfecto estado aunque no se utilice nos favorecerá a la larga, ya que de esta forma, protegerás las piezas del interior. Hay que tener en cuenta que el polvo y la humedad que se acumulan durante los meses que no se utiliza puede oxidar la superficies si esta es metálica y dañar las válvulas. El importante mantener el aparato limpio durante todo el año, pero sobre todo en los días previos a encenderlo, así podremos mantenerlo lo más nuevo y eficiente posible, y evitaremos que se rompa y sufra averías que nos va a suponer un gasto económico posteriormente.
La limpieza del radiador
Antes de iniciar la limpieza es importante que el radiador esté frío y que la calefacción no esté encendida, y después pon una toalla en el suelo para que cuando caiga el polvo no se ensucie el suelo.
El secador de pelo
Uno de los trucos más rápidos y eficaces para limpiar un radiador es usar un secador de pelo: ponlo a la máxima potencia y colócalo en parte superior del radiador; el flujo arrastrará la suciedad acumulada y al cabo de unos minutos el interior está libre de polvo y pelusas. Conviene hacerlo desde diferentes ángulos y una vez hayas terminado, pasa un paño húmedo con jabón neutro para limpiar por la parte exterior.
Mantener los radiadores eficientes
En los espacios pequeños o de difícil acceso, es aconsejable que eches mano de un plumero de microfibra o un cepillo especial para radiadores (que puedes comprar en cualquier ferretería o tienda de hogar). Así vas a poder quitar el polvo con facilidad. Ten en cuenta que se el radiador está en la cocina o en una zona donde se haya podido acumular grasa, usa un desengrasante antes de pasar el paño húmedo.
Purga del radiador
Cuando termines de limpiar no olvides purgar el radiador; con este proceso, eliminarás el aire acumulado en el circuito, asegurando así que el agua caliente fluya correctamente, distribuyendo el calor de forma uniforme por toda la vivienda y optimizando el rendimiento de la calefacción desde el primer día de frio, para que tu hogar sea acogedor durante toda la temporada de invierno.
El invierno está a la vuelta de la esquina y va quedando menos para que haya que encender la calefacción, así que para ganar en confort y en rendimiento, una limpieza del radiador a tiempo te quitará de problemas y, además, supondrá un pequeño ahorro en la factura de los meses más fríos.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado