Lo que el cine debe a las artes que le precedieron y lo que éstas tomaron del cine para renovarse a lo largo de 120 años se muestra en una exposición que mañana se inaugura en CaixaForum Madrid, una muestra que habla de sus influencias mutuas a través de un centenar de artistas y cineastas. Arte y cine. 120 años de intercambio es el título de esta exposición organizada por la Obra Social La Caixa en colaboración con La Cinémathèque française, a la que pertenecen el 80 por ciento de las 349 piezas que pueden verse, entre fragmentos de películas, vídeos, pinturas, carteles, vestimentas y otros objetos.

Una exposición con la que soñaba su comisario y ex director de La Cinemateca francesa, Dominique Paini, que ha explicado que esta muestra no es sobre la historia del cine sino una forma de contar esa historia. Desde el cine primitivo al digital, en la exposición aparecen las conexiones entre los hermanos Lumiére y los maestros del Impresionismo y pueden verse también a Chaplin con los artistas de vanguardia; a Dalí con Hitchcock; a Jean-Luc Godard con Andy Warhol, hasta llegar al más reciente videoarte.

La directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán, ha indicado que la exposición muestra un "juego de relaciones" del arte al cine y del cine a las artes plásticas. Además, ha agregado Durán, la exposición quiere demostrar que el cine se puede exponer, ya que la tecnología digital ha permitido establecer relaciones inéditas con el arte cinematográfico. El montaje propone un diálogo entre artistas de las vanguardias históricas y cineastas en un orden cronológico que abarca nueve ámbitos, desde el siglo XIX hasta la actualidad.

Los orígenes del cine perviven y existen actualmente gracias a los artistas nuevos"

Así, comienza en 1800, cuando la finalidad de la pintura y la escultura era representar la realidad según los criterios de la máxima semejanza posible, momento en el que apareció el diorama y con él se inauguró la experiencia del tiempo como percepción.Un recuerdo que ha sido representado por artistas contemporáneos como Juan Uslé y Robin Rhode, ha explicado el comisario. Porque, ha señalado Paini, "los orígenes del cine perviven y existen actualmente gracias a los artistas nuevos".

Hacia 1900, las películas que realizaron los hermanos Lumiére guardan cierto parecido con los motivos de los pintores impresionistas, pero estas cintas también inspiraron a los artistas plásticos.
La exposición demuestra también como el Cubismo, que nació en la escultura y la pintura, se extendió al cine de tal forma que Charlot despertó el interés de Fernand Léger por el séptimo arte y fue un motivo recurrente también en el Futurismo.

El Surrealismo también tomó del cine una gran cantidad de motivos y figuras oníricas, pero, en modo inverso, el cine recurrió con frecuencia a los delirios de los pintores surrealistas, como ocurrió con Hitchcock, que invitó a Dalí a participar en una película psicoanalítica como Recuerda (1945). En los años 50, Picasso participó en una película sobre su arte, y en los 60 se abrió la estética cinematográfica a la pintura moderna y a las artes más conceptuales, de tal forma que los cineastas se dirigieron hacia Henri Matisse, como hizo el director franco-suizo Jean-Luc Godard.

Este cineasta es uno de los principales puentes entre los siglos XX y XXI, entre imágenes de todas las tardes y las técnicas de reproducción que pone de manifiesto en "Historia del cine", en la que recuerda los montajes vanguardistas de 1920 y 1930 aplicando los medios de la tecnología digital.