Después de 15 años, cinco películas, dos protagonistas y muchas, muchas persecuciones, Spiderman tiene por fin la película que se merecía. Uno de los superhéroes más carismáticos del cómic ha esperado demasiado tiempo, pero Marvel ha hecho lo que había que hacer: permitir a Peter Parker brillar en Spiderman: Homecoming, que se estrenará el viernes 28 de julio en España.

Es cierto que, una vez más, Columbia y Sony se han encargado de producir y distribuir la película, pero la entrada de Marvel ha sido aire puro a un personaje que lo necesitaba urgentemente. La dupla Sam Raimi-Tobey Maguire de la primera trilogía estaba falta de carisma, de chispa, y la formada por Marc Webb y Andrew Garfield en The Amazing Spiderman carecía de casi todo. Por no tener, no tuvo ni la tercera entrega de la trilogía, cancelada antes de tiempo.

Spiderman: Homecoming está protagonizada por un imberbe Tom Holland, que sí consigue formar un Peter Parker creíble, y dirigida por Jon Watts, que se ha encargado también del guión pese a no tener un gran bagaje detrás. Con apenas 36 años, Watts tiene en sus manos una franquicia multimillonaria que tiene que jugar un papel clave en el Universo Marvel.

La apuesta de Marvel por su nuevo Spiderman es decidida, y lo han demostrado poniendo al peso pesado de su universo: Iron Man. El personaje de Robert Downey Jr es, junto al Capitán América de Chris Evans, el que más importancia tiene en las tramas, por eso La Casa de las Ideas le ha dado cierto protagonismo en el regreso del trepamuros.

Por si fuera poco, la película tiene continuas referencias a la primera entrega de Los Vengadores, el primer bombazo de Marvel, para terminar de enganchar a todos aquellos que no estuvieran demasiado convencidos de la vuelta de Spiderman. Incluso se menciona a Deadpool, que todavía tiene que aparecer en el universo de los Vengadores.

Tom Holland está muy bien en su papel, pero a su alrededor todo funciona de maravilla. Desde la rejuvenecida tía May, que cada película que pasa es más joven y más atractiva, a la que da vida Marisa Tomei, hasta el malo de la historia, el Buitre de Michael Keaton. Marvel siempre tiene problemas para construir a los antagonistas del héroe, pero esta vez les ha quedado un villano con cierta humanidad que no es una birria.

Éxito en taquilla

La entrada de Marvel está provocando el habitual efecto llamada de los fans del estudio a las salas. Desde que se estrenara en muchos países del mundo, incluido Estados Unidos, el pasado 7 de julio, Spiderman: Homecoming ya ha recaudado más de 575 millones de dólares, casi 500 millones de euros, rebasando ya el presupuesto de 175 millones de dólares, 150 millones de euros.

La primera película de la trilogía original, estrenada el 3 de mayo de 2002, recaudó un total de 821,7 millones de dólares, más de 700 millones de euros, mientras que la entrega inicial de la segunda, The Amazing Spiderman, alcanzó los 757 millones de dólares, justo 650 millones de euros al cambio actual.

Es muy probable que, dado el ritmo que lleva, Spiderman: Homecoming se acerque a los 1.000 millones de dólares de recaudación, algo que sólo han conseguido Los Vengadores (1.518), Los Vengadores: la Era de Ultrón (1.405), Iron Man 3 (1.214) y Capitán América: Civil War (1.153).

Logre rebasar esta icónica barrera o no, Spiderman ha conseguido mantener la expectación que disparó tras su aparición en la última película del Capitán América, y seguirá construyendo su popularidad en las esperadas Infitiny Wars de Los Vengadores, cuya primera parte se estrenará el próximo año. Sí, Spiderman ha vuelto.