Sólo le queda esperar. A Salvador Sobral se le escapa el tiempo entre las manos. El ganador del Festival de Eurovisión está ingresado en el Hospital de Santa Cruz en Carnaxide, cerca de Lisboa. Su corazón ya no puede más y permanece enchufado a una máquina a la espera de un órgano compatible para el trasplante. La fragilidad de su corazón complica el proceso para una futura operación.

Salvador Sobral sedujo a Europa el pasado 13 de mayo y se alzó con el micrófono de cristal con Amar pelos dois (Amar por los dos), una balada heredera de la bossa nova de Caetano Veloso, incluso con reminiscencias del maestro brasileño Ivan Lins. Sobral padecía una dolencia cardíaca que le impidió participar desde el principio en la promoción de la candidatura. Fue su hermana, la compositora de la canción, la que se presentó en Ucrania y la que lo sustituyó en los primeros ensayos para evitar todo tipo de estrés puesto que, según la prensa lusa, Sobral llevaba un marcapasos conectado a unas baterías en su cintura, de ahí su enorme y estrafalaria indumentaria.

Su corazón ya no puede más y permanece enchufado a una máquina a la espera de un órgano compatible para el trasplante

El inmovilismo de Sobral se compensa con la pasión y el alma que entrega este joven de 27 años a la hora de defender su música. Quieto, tan pequeño en ese inmenso escenario, ante los 11.000 espectadores del Centro de Exposiciones de Kiev, Sobral regaló una actuación absolutamente espléndida a la que se entregó con pasión y que le colocó en el primer puesto. El Micrófono de Cristal viajó por primera vez a Portugal.

“Vivimos en una época en la que prevalece la música de usar y tirar. La música no son cohetes, la música es sentimiento y así hay que entenderla”. Con estas palabras recibió el premio que le convirtió en el ídolo de Portugal (con el permiso de Cristiano).

Desde entonces, Sobral ha estado sometido a una vigilancia constante por los especialistas del centro. A pesar de su mala salud, el joven se ha pasado el verano regalando música. Hasta que hace menos de un mes, el equipo médico le advirtió que tenía que hacer un alto en su carrera musical para descansar. Y es que el estrés de las actuaciones y demás le estaban perjudicando sobremanera.

Salvador Sobral se despidió de sus fans a través de un desgarrador vídeo de Youtube.  “No es un secreto para nadie que mi salud es frágil. Tengo un problema y debo entregar mi cuerpo a la ciencia, y retirarme de los escenarios y de la música en general. Ir a un mundo en el que se resuelvan mis problemas. Seguramente el problema quedará resuelto, pero no sé cuándo”, explica el cantante. En el vídeo, Sobral se muestra convencido de que será “un adiós temporal” y pide respeto y privacidad. “Todo irá bien, que nadie se preocupe”, concluye mientras se sienta al piano.

Como despedida, antes de ingresar ofreció un espectáculo gratuito en los Jardines del Casino de Estoril, a 25 kilómetros de la capital portuguesa. Allí, cuando su hermana subió al escenario para cantar Amar pelos dois se rompió y no pudo contener las lágrimas.