RTVE se queda sin presidente. Dentro de unas horas, concretamente mañana 22 de junio, concluye el mandato de José Antonio Sánchez y no parece que haya acuerdo para elegir a su sustituto. Sobre todo desde que, en la reunión del pasado martes en el Congreso, PP y Ciudadanos pactaron el control del Comité de Expertos y se garantizaron siete de los 13 puestos ante la protesta de PSOE y Podemos que se quedaban con tres y dos representantes respectivamente, a los que habría que sumar el de libre disposición. El  Comité de Expertos es una especie de sanedrín encargado de decidir quién está cualificado para ser elegido presidente de RTVE y el que se supone decidirá cómo se forma el nuevo Consejo de Administración.

 La solución al bloqueo pasa porque el Gobierno publique un Real Decreto que le dé potestad para nombrar al presidente de RTVE

La situación de la Corporación es absolutamente insostenible, un auténtico polvorín. Aunque el PSOE ha llegado a la Moncloa, la formación del Congreso sigue siendo la misma. El PP es el partido con mayor número de escaños y con el apoyo de Ciudadanos podría mantener su fuerza a la hora de decidir el futuro de RTVE. La única solución al bloqueo pasa porque el Gobierno publique un Real Decreto que le dé potestad para nombrar al futuro presidente. Algo que ya hizo el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 con el nombramiento  de Leopoldo González-Echenique.

Todo apunta a que el Gobierno aprobará este viernes en el Consejo de Ministros un Real Decreto con el que se podría nombrar al nuevo presidente de la Corporación y que legislaría qué hacer en situaciones de interinidad como la que vive actualmente RTVE. Según ha podido saber El Independiente, en la creación de esta norma se ha involucrado la vicepresidenta Carmen Calvo y la negociación está en manos de Adriana Lastra y Rafael Simancas. Vivimos tiempos de acuerdos y pactos. Para hacer realidad el supuesto Real Decreto, el Gobierno necesita obtener la mayoría simple de la Cámara Baja, de manera que deberá ser consensuada con el resto de las formaciones políticas.

El PP, con el apoyo de Ciudadanos, podría mantener su fuerza a la hora de decidir el futuro de RTVE

Para entender el bloqueo resulta necesario recordar que el pasado mes de marzo PSOE, Podemos y Ciudadanos anunciaban un pacto para poner en marcha el proceso de designación del nuevo presidente de RTVE. Un acuerdo que, en principio, abría una ventana a la pluralidad en la corporación. Los impulsores de este acuerdo invitaron a sumarse al PP, pero los populares rechazaron la oferta, oferta que sí aceptaron Esquerra Republicana de Catalunya, PNV y el Grupo Mixto.

El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, en el Congreso.

El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, en el Congreso. CONGRESO

El pacto planteaba el cese del actual Consejo de Administración de RTVE y del presidente para convocar un concurso público. Se trataba de que fuera la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación la que designara a los candidatos destinados a formar el futuro Consejo de Administración de RTVE y su presidente.

Una vez puestos los nombres encima de la mesa, un Comité de Expertos analizaría las candidaturas y comprobaría sus aptitudes profesionales. Parecía una oportunidad única para renovar la cúpula de la radio y la televisión estatal. A pesar de que tanto Ciudadanos como Podemos llevaban en su programa electoral un apartado específico que proponía elegir a los gestores y responsables de RTVE a través de un concurso de méritos; tras la moción de censura, el partido naranja ha preferido hacer piña con el PP con lo que ha provocado un bloqueo en la renovación.

O Ciudadanos deja a un lado al PP y se une al resto de los grupos parlamentarios para elegir a un hombre de consenso, o el Gobierno toma cartas en el asunto y nombra al presidente a través de un Real Decreto. De Sánchez a Sánchez. No hay más opciones para acabar con una situación insostenible. El presidente lo dejó claro el pasado lunes en su primera entrevista en TVE: “Si el Congreso de los Diputados no lo hace, el Gobierno de España tampoco va a mirar para otro lado”.

Transitoriedad del Consejo

Lo que está claro es que Pedro Sánchez no puede permitir que la presidencia de RTVE recaiga mensualmente en cada uno de los miembros del Consejo, algo que inevitablemente sucederá el próximo 10 de julio si no se inicia una nueva hoja de ruta. El Consejo de RTVE es un consejo caducado, la mitad de sus miembros son interinos y el resto lo serán a lo largo de 2018.

Según la normativa, el cargo de consejero tiene una duración máxima de cinco años, prorrogable a seis y sin posibilidad de renovación. Actualmente cuatro de los ocho consejeros, Miguel Ángel Sacaluga (PSOE), Teresa Aranguren (Izquierda Unida), Rosario López Miralles (PP) y Andrés Martín Velasco (PP) se encuentran en funciones desde enero de 2013 puesto que fueron elegidos en 2007. El resto entrará en régimen de interinidad a lo largo de 2018.

Según la normativa el cargo de consejero tiene una duración máxima de cinco años, prorrogable a seis

Para colmo, el consejo actual, en contra de los que dicta la ley, no representa a la proporcionalidad del parlamento. Urge su renovación puesto que posee atribuciones muy importantes en lo que respecta a la gestión de RTVE. Es un organismo con importantes potestades en la vida ejecutiva de la televisión. Por poner un ejemplo, cualquier compra que supere los 500 mil euros tiene que pasar su visto bueno.

Mientras el Consejo siga siendo el mismo, con mayoría de miembros elegidos por el PP, no habrá variaciones ni en cargos directivos, ni en la parrilla, ni en la falta de imparcialidad que rezuma una denostada televisión pública que ha pasado de ser líder de audiencia a pelear por los dos dígitos (la media de TVE en lo que va de mes es de un 10% y la de La2 un 2,5%).

Los trabajadores de la corporación están pidiendo a gritos una renovación y lo manifiestan en lo que han bautizado como viernes negros. Se trata de una campaña promovida por el colectivo de Mujeres trabajadoras de RTVE, que a través del hashtag #AsíSeManipula denuncia en las redes sociales los múltiples casos en los que se censura y tergiversa la información ofrecida a los espectadores. Para reflejar su malestar, cada viernes se visten de negro no solo en los platós sino también en las redacciones. Los trabajadores de RTVE han recibido el apoyo de otros compañeros de profesión y de profesionales de otros sectores.