Los toros de José Escolar protagonizaron el segundo encierro de San Fermín bajo la lluvia en Pamplona con las calles muy resbaladizas. Sin embargo, la carrera resultó emocionante por la dificultad del diluvio pero limpio.

Tal y como informaron fuentes sanitarias, recogidas por Televisión Española, el segundo encierro se ha saldado con tres traslados a los hospitales con diversas contusiones, no heridas por cornada. “Otro encierro tranquilo”, han calificado las fuentes médicas, que han informado de la buena evolución de los pacientes ingresados tras el primer encierro.

Era la cuarta vez que los ejemplares santacolomeños de la ganadería de Lanzahíta (Ávila) corrían por el casco viejo de la capital Navarra. En esta ocasión, completaron el recorrido en prácticamente tres minutos.

Uno de los toros resbaló al final de Santo Domingo y, desde la plaza del Ayuntamineto, se descolgó de la manada. Como curiosidad, los toros tardaron unos 15 segundos en salir a la calle desde que sonó el cohete en los corrales.

El último escolar tardó en entrar al corral de la plaza, con el ruedo totalmente encharcado.

En el primer encierro de ayer, con los astados del Puerto de San Lorenzo, hubo un herido por asta de toro y varios contusionados. Por la tarde, en la corrida el diestro Paco Ureña sufrió una cornada.