Los millennials quizás no lo recuerden, pero Los Pecos fueron el mayor exponente del fenómeno fan a finales de los 70. Este dúo de hermanos casi imberbes llenaba un concierto tras otro, copaba portadas de la Súper Pop y forraba las carpetas y paredes de las habitaciones de adolescentes de media España, que suspiraban por Javier y Pedro.

Su canción Esperanzas – con un bucólico videoclip de los dos hermanos cantando en un parque – arrasó y Javier y Pedro, de tan solo 15 y 17 años, se convirtieron en los ídolos nacionales de las quinceañeras. Pero no solo de ellas. Hasta el gran Salvador Dalí quiso conocerles… y quedarse con ellos cuatro días en el Hotel Palace de Madrid.

“Nos quiso conocer tras escuchar Esperanzas por la radio porque le había fascinado y, aún más, cuando se enteró de que éramos unos niños”, recuerda Javier (el rubio y menor de los Pecos) en Yo también leía la Super Pop (Planeta). El coautor del libro, Javier Adrados, afirma que el pintor se entusiasmó con la voz del más pequeño de los hermanos y aprovechó una estancia en Madrid para invitarlos a su hotel.

Javier rechazó que Dalí le pintara un retrato

En aquellos días, Dalí le regaló un dibujo a Javier. “Recuerdo que me puso ‘A Jabier’ con b, puso la fecha y me dibujó un picador montado en el caballo. También nos quiso pintar”, relató el peco en el libro de Súper Pop. Ese último detalle está, probablemente, en el rincón de los arrepentimientos del cantante, que rechazó que el creador le pintara un retrato. “Teníamos actuaciones, y declinamos. ¡Me arrepiento!”, confesó Javier en una entrevista a La Vanguardia hace unos años.

Dalí decía que el peco le recordaba a un angelote de la Capilla Sixtina

En aquella entrevista el cantante contó también que, en principio, no le hizo gracia la invitación de Dalí y gala a visitarles “El pesado este, ¿qué coño querrá?”, pensé yo”, reconoció. Una desgana que desapareció al conocerle y descubrir lo “culto, inteligente y divertido” que era el catalán. El sentimiento de aprecio era mutuo, pues el artista no se cortó en elogiar el físico del cantante: “Dalí me decía que yo le recordaba a un angelote que había pintado Miguel Ángel en los techos de la Capilla Sixtina”.