La fábrica de chocolate con la que soñaba el maestro pastelero del Celler de Can Roca, Jordi Roca, ha abierto sus puertas este fin de semana en el marco de un proyecto, denominado Casa Cacao, que incluye un hotel boutique dirigido por su cuñada, la esposa del chef Joan Roca, Anna Payet.

En el establecimiento, ubicado en la ciudad de Girona, destaca el obrador del menor de los hermanos Roca, con un espacio visible a pie de calle desde el que se puede seguir el procedimiento que va del grano de cacao al chocolate.

Una tienda para adquirir estos productos y una chocolatería en la que degustarlos completan la parte dedicada al dulce, mientras que el Hotel Casa Cacao ocupa las plantas superiores del edificio con quince habitaciones y una terraza de uso exclusivo para los clientes.

El negocio hostelero se convierte así en prolongación del Celler de Can Roca, el restaurante situado desde hace años entre los mejores del mundo, laureado con tres estrellas Michelin. Jordi Roca ha estudiado junto a Damian Allsop, su maestro en el ámbito de la repostería, las diferentes variedades de chocolate y sus fermentaciones y ha trabajado con el equipo de investigación del Celler para probar fórmulas empleadas con los mejores cacaos.

Una de las creaciones del pastelero de Can Roca.

Materia prima

Roca ha visitado comunidades de Perú, Venezuela, Colombia o Ecuador para conocer de primera mano sus plantaciones y encontrarse con indígenas como los aguaruna, que le han transmitido sus métodos ancestrales. Casa Cacao compra directamente a esos productores y, según el menor de los Roca, les paga así "un precio justo por la mejor calidad".

"Los sentidos de quienes nos visiten se verán sorprendidos y descubrirán cosas nuevas sobe esta maravillosa materia prima que puede transformar, ya sea vigorizando o relajando, el estado de ánimo de quien la toma", subraya.

Cataluña se convierte con esta inauguración en un referente mundial en el ámbito del chocolate con la presencia a pocos kilómetros de Casa Cacao de la Academia de la firma Barry Callebaut, que forma en este sector a profesionales de la gastronomía. Jordi Roca ha sido además el diseñador creativo escogido por esta compañía suiza para sacar al mercado la primera impresora en tres dimensiones capaz de trabajar con chocolate de modo industrial.