El fallecido Emilio Botín definió la alianza de Santander con Ferrari en 2009 como "la mejor operación de marketing de la historia del banco". La compañía española, que ya era patrocinador principal de varios Grandes Premios de Fórmula 1, obtenía un estatus especial al adentrarse en el universo Ferrari. El banco acompañó a la escudería italiana de 2010 a 2017, coincidiendo con la etapa de Fernando Alonso como piloto ferrarista (2010-2014) y estampando su sello en todas las instantáneas del bicampeón del mundo a los mandos del Cavallino Rampante. La estrategia del gigante bancario, más allá de las cifras, pasaba por financiar y ser parte del que podría convertirse en el protagonista de numerosos acontecimientos históricos en el automovilismo. De esta manera, su marca estaría ligada de por vida a los éxitos del ovetense.

Los objetivos primordiales de la publicidad son dar visibilidad a un producto y hacer que se recuerde. Esa meta ha sido lograda en algunos casos paradigmáticos donde la publicidad que sustentaba a los deportistas ha acabado por ser tan icónica como los propios protagonistas. Puede haber incontables aficionados que desconozcan quién era el lateral derecho del Real Madrid cuando se alzó con la ansiada séptima Copa de Europa, cómo se llamaba el compañero italiano que tuvo Alonso cuando reinó dos años seguidos en el Mundial de Fórmula 1, o la delantera del Atleti del doblete; pero pocos olvidarán aquella camiseta con Teka, los alerones con Telefónica, o la franja azul de Marbella entre las rojiblancas.

Las publicidades inolvidables del deporte

El mítico Renault con el que Fernando Alonso se convirtió en el primer español campeón mundial de Fórmula 1 permanece intacto en el recuerdo colectivo. Aquel monoplaza, presentado hace 15 años, se distinguía por su combinación cromática, que casualmente recordaba la de la bandera asturiana: azul y amarillo. En ella encajaba a la perfección el azul y el verde que coloreaban el logo de Telefónica por aquel entonces. Al hacer memoria, el aficionado recuerda el bólido que escribió con letras de oro en la historia del automovilismo, y a su vez, hace lo propio con el anuncio de Telefónica que copaba el alerón trasero, así como los laterales de los alerones delanteros.

Capítulo aparte es la publicidad en los equipos de La Liga. Zanussi, la marca de electrodomésticos italiana, fue la primera que apareció en una camiseta de fútbol en España en 1981. Lo hizo en el Racing de Santander. Un año después pasaba a ser el primer sponsor oficial que los jugadores del Real Madrid lucieron en su pecho. Esta colaboración duró tres temporadas, pero al ser pionera ocupa un lugar destacado entre la hinchada blanca. Un escalón por encima se encuentra Teka, presente en la elástica blanca entre el 1992 y el 2000. Con Teka bajo el escudo, el Real Madrid conquistó dos Copas de Europa, la séptima y la octava. Forjado a fuego en la memoria merengue está la camiseta con la que celebraron sendos goles legendarios Mijatovic y Raúl.

En vertical, franjas rojas y blancas, en horizontal, MARBELLA. Así era la equipación más recurrente del Atlético de Madrid durante la década de los 90, ya que su presidente de 1987 a 2001, Jesús Gil, se hizo con la alcaldía de la joya de la costa del sol. Desde entonces, Marbella fue objeto de una promoción a gran escala en la que se incluyó su aparición, no sólo en la camiseta del Atlético del Madrid, sino que también lo hizo en el Sevilla FC, Real Betis, Real Valladolid, Atlético Marbella e incluso en el deporte de la canasta, dando nombre al badalonense Marbella Joventut. Los seguidores colchoneros guardan diferentes sentimientos respecto al ciclo repleto de altibajos de Jesús Gil como propietario del club; sin embargo, cualquier alusión a la ciudad malagueña les transporta a la consecución de La Liga y la Copa del Rey en 1996.

Asimismo, la integración de la marca en el nombre de una organización deportiva ha sido una práctica especialmente frecuente en deportes con menor interés popular. El caso del ciclismo es el más reconocible, donde todos los equipos tienen la denominación de su principal patrocinador. El Banesto de Miguel Induráin o la ONCE protagonizaron enfrentamientos acalorados durante los 90 que siguen en la reminiscencia de los apasionados del pedaleo.