Un todoterreno tira de un remolque repleto de libros por el extrarradio de Madrid. Es 1953 y España todavía sufre las consecuencias de la Guerra Civil; sin embargo, el aperturismo salpica en estos años a la población, por lo que se reducen las altas cotas de analfabetismo y las dificultades en el acceso a la educación y la cultura. Así nace lo que hoy se conoce como Bibliobús, la biblioteca móvil que presta 1.249.746 de títulos en más de 2.000 municipios de España gracias a su flota de 75 autobuses, según los datos del Ministerio de Cultura y Deporte.

Las décadas posteriores fueron testigo del crecimiento del servicio del Bibliobús, hasta que en los años 70 y 80 se extiende su uso por buena parte del territorio racional. El fenómeno cultural está presente en un total de 24 provincias de nueve comunidades autónomas y sirve a 11.327.019 habitantes. Madrid es la provincia con más bibliotecas móviles con 13, seguida de Barcelona con 10, y de León con seis. Castilla y León es la región donde más bibliobuses hay -un total de 31-, en consonancia con uno de los principales valores de este método que pretende acercar la lectura a aquellos lugares en los que es más inaccesible, como ocurre en la España vaciada.

El despliegue del Bibliobús alcanza a 3.167 paradas en las que se han en el último año con registro se han recibido a un total de 792.483 visitantes, de los cuales un 29,01 % (229.838 usuarios inscritos) coge algún libro, revista, película o archivo musical. Cada uno de los vehículos almacena unos 3.500 ejemplares y, por ejemplo en la Comunidad de Madrid, el Bibliobús cuenta con un fondo de 200.000 volúmenes que se pueden solicitar y recoger en la siguiente visita.

¿Cuánto le cuesta el Bibliobús al Estado?

El gasto corriente (esencial para la actividad) de los 75 bibliobuses que recorren España asciende a 4.991.231 euros, tal y como refleja en 'Bibliotecas públicas españolas en cifras' el Ministerio de Cultura y Deporte. La relación entre estos costes y la cantidad de artículos prestados es de 3,99 euros por cada una de las entregas.

El Bibliobús acude cada una, dos, o tres semanas a su cita con los distintos núcleos poblacionales. Entre el público que abarca -los 11.327.019 mencionados-, consigue captar la atención del 7,04 %, de los que el 70,99 % de no solicita ningún préstamo. Los registros reflejan que cada uno de los usuarios que utiliza Bibliobús coge cinco libros, revistas, películas o archivo musicales al año.

Historias del Bibliobús

El valor del Bibliobús radica en la apertura cultural que supone en un importante número de territorios, especialmente en sus inicios, cuando en muchos pueblos era el gran aliciente para que los niños quedasen prendados de los libros. Así lo recoge Lidia Yanel en una publicación en Efe, en la que cuenta la historia de Fernando García, que lleva 45 años ligado a los bibliobuses. Fernando califica como un "acontecimiento" cuando llegaba a su pueblo, Robledo del Mazo (Toledo), y ahora lleva 22 años conduciendo uno que va a medio centenar de municipios: "es un servicio muy bueno, que funciona muy bien y que hace mucho bien a los pueblos que no tienen nada", afirma.

"He sido usuario desde pequeño, cuando iba al colegio y llegaba el bibliobús. Me acuerdo que cuando venía, allá por los años 80, era un acontecimiento muy agradable para los niños, porque no había otra cosas. Hoy en día hay internet y juegos, pero en aquel momento no había nada más", recuerda Fernando.

Fernando García, que además de conductor sigue siendo lector, concluye que el Bibliobús es "un buen servicio que se da a pueblos que, en muchos casos, no tienen otra cosa".