Alain Delon no va a morir en breve. Resulta que todo se había tergiversado y que el actor francés no tiene previsto poner fin a su vida inminentemente a través de una eutanasia, tal como se había publicado.

Todo ha sido un malentendido que algunos medios de comunicación han magnificado. Lo que verdaderamente ha sucedido es que uno de sus hijos, Anthony, publicó recientemente su autobiografía, Entre chien et loup, y desveló que, después de perder a su madre (y esposa de Alain Delon), Nathalie, su padre le confió que, en caso de que él cayese en coma, no quería vivir atado a una máquina y deseaba que Anthony se encargase, si llegaba el momento, de cumplir su última voluntad. Eso es todo.

A pesar de que en el texto se dejaba muy claro que se trataba de una hipótesis futura, muchos medios de comunicación no tardaron en publicar que Alain Delon estaba a punto de someterse a una eutanasia para poner fin a su vida. El hecho de que el famoso actor francés ya tenga una edad avanzada (está a punto de cumplir 87 años), se sepa que tiene una salud muy delicada (sufrió un ictus en junio de 2019) y que es un defensor de la eutanasia (en una entrevista a Paris Match reconoció que le parecía "la cosa más natural y lógica del mundo"), hizo que muchos dieran por cierto el rumor. Pronto se convirtió en un fenómeno viral, en un verdadero revuelo mediático.

Tanto se ha especulado con el tema que otro hijo de Alain Delon, Alain-Fabien, ha tenido que aclarar en Instagram que su padre no iba a morir en breve. Alain-Fabien se ha mostrado muy cabreado por la polémica y ha llegado a comentar que los periodistas "deberían sentir vergüenza" de publicar "informaciones falsas".

La verdadera revelación de libro

Mientras el mundo se centraba en la supuesta eutanasia, nadie trataba la verdadera revelación de la autobiografía que Anthony Delon: la difícil, compleja y tensa relación entre padre e hijo. En el libro se pueden leer frases tan duras como que su padre "rechazado en su infancia por sus padres, abandonado y mal amado, reprodujo a su manera, con su violencia hacia él, ese trauma".

La dura infancia de Alain Delon era conocida. También su errática y problemática personalidad, incluso violenta. La propia Brigitte Bardot llegó a decir de él que era como "esa águila de dos cabezas, el ying y el yang, lo mejor y lo peor, lo que te vuelve a la vez inaccesible y tan cercano, frío e incandescente".

Ya en su infancia, Delon demostró un comportamiento tan agresivo que fue expulsado de más de una docena de internados. Muchos biógrafos lo achacan a vivir en una familia disfuncional: sus padres se divorciaron cuando él tenía cuatro años y ninguno quiso hacerse cargo de él. "No recuerdo haberlos visto jamás caminando de la mano, jamás vi una sola muestra de cariño entre ellos", reconocería años más tarde el actor. Y añadió: "Crecí entre dos familias y siempre fui recibido por "medio hermanos" y "medio hermanas" (...). Creo que fue en ese momento que comprendí que nunca podría contar con nadie... Que estaba solo en el mundo".

Alain Delon acabó dejando los estudios, metiéndose en una banda de pandilleros, enrolándose en el ejército y, de vuelta a Francia, como no tenía a quien acudir, tuvo que dormir en la plaza de Saint Germain. Allí fue donde lo descubrió una actriz de nombre Brigitte Auber, quien lo llevó a su casa y lo contrató como sirviente. Los contactos de ella le permitieron conocer a fotógrafos y cineastas. Uno de ellos, Ives Allegret, le dio su primer papel en el cine: fue en Quand la femme s'en mêle.

A partir de ahí, su carrera fue meteórica. Su belleza y atractivo --una de esas bellezas descarnadas, canallas, pero hipnóticas-- hizo que le llovieran las ofertas. Sus papeles en Rocco y sus hermanos, El gatopardo o A pleno sol lo convirtieron en una estrella mundial.

A pesar del éxito, los fantasmas pervivieron y su relación con sus parejas y sus hijos fue tormentosa y, en más de una ocasión, horrorosamente tóxica. Uno de sus hijos, Alain-Fabien, publicó un libro, De la race des seigneurs, donde describía a su padre como un ser "machista, xenófobo y violento, coleccionista de armas, fetichista, presto a humillar a sus hijos y a numerosas mujeres con fría ferocidad".

La difícil relación de Alain Delon con sus hijos

Su otro hijo, Anthony Delon, también parece compartir esta opinión. Anthony Delon, de 57 años y también actor, es el único hijo que Alain Delon tuvo con la actriz y directora de cine Francine Delon, conocida por su nombre artístico de Nathalie Delon, la cual murió de cáncer el 21 de enero de 2021. Alain y Nathalie se separaron cuando Anthony tenía cuatro años. Él, como su padre, fue un niño y un adolescente muy rebelde que se crió sin el cariño paterno y que acabó con muchos problemas en el colegio. Para enderezarlo, sus padres lo enviaron a internados muy estrictos, pero o se escapó o fue expulsado de todos. Su comportamiento fue tan errático y nocivo que acabó robando un coche y una pistola automática. Fue detenido y enviado a prisión un mes.

Anthony Delon reconoce en su libro Entre chien et loup que, a pesar de todos los problemas, sigue considerando a su padre "como su héroe". De hecho, parece ser que en los últimos años Alain ha intentado aproximarse a sus tres hijos (dos hijos y una hija) y reconstruir los lazos familiares.

El actor vive ahora en Suiza, donde se recupera de sus problemas de salud. Una de las últimas veces que se le vio en público fue en el entierro de Jean-Paul Belmondo, a donde acudió acompañado de su hijo Anthony. Se le vio sonriente y, a pesar de sus problemas de salud, nada hace presagiar que su muerte sea inminente.