Tras casi doce años de relación y dos hijos en común, Shakira y Gerard Piqué se separan. "Lamentamos confirmar que nos estamos separando", anunciaron ayer sábado en un comunicado conjunto recogido por la agencia EFE. "Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad". Con estas escuetas palabras, se ponía fin a semanas de especulaciones, exclusivas, rumores e insinuaciones que apuntaban a que la pareja ya no compartía hogar y que llevaban meses separados de facto.

La pareja del Mundial de Sudáfrica

Se pone así punto y final a una historia de amor que comenzó en aquel mítico año del Mundial de Sudáfrica, aunque según reconoció el propio Piqué en una entrevista al diario L'Esportiu en el 2020, no se conocieron en África, sino en Madrid meses antes de la competición. Fue en el festival "Rock in Rio" del 2010. "A Shakira la conocí en Madrid antes de ir al mundial y el primer día le dije que nos encontraríamos en la final; yo siempre valiente. Ella cantaba el himno del mundial en la ceremonia y daba por hecho que jugaríamos aquel partido", dijo. Y añadió: "Hubo química desde el principio".

Por su parte, ella reconoció a la revista alemana "Bunte" que aquel mítico día en Madrid "se tomaron varios mojitos juntos". Fue un momento mágico del que surgiría una relación y también una canción: el tema "Me enamoré" está basado precisamente en ese día. "El tema describe cómo fue nuestro primer encuentro para grabar el clip de "Waka Waka" para el Mundial de 2010 y qué sentí cuando le vi en Los Ángeles: ¡Cómo si me hubiera caído un rayo! Fue un momento que cambió toda mi vida".

En otra entrevista al programa de TV3 Fora de Sèrie, Piqué desveló más detalles de los primeros días: "Un día le escribí preguntándole por la temperatura de Sudáfrica y ella me respondió con una parrafada inmensa. Eso no era normal, por lo que empezamos a hablar y llegó un punto en el que le dije que teníamos que llegar a la final para volver a vernos".

Ambos se dieron cuenta de que tenían bastante en común, comenzando porque compartían cumpleaños, el 2 de febrero, aunque con diez años de diferencia: él nació en 1987 y ella, en 1977. También estaban despuntando a lo grande en sus respectivas carreras: él era ya una estrella del F.C. Barcelona y ella pasaba por uno de sus mejores momentos profesionales gracias a canciones como "Sale el sol". El Mundial de Sudáfrica, además, iba a suponer un salto estratosférico para ambos: él formaba parte de aquella mítica "La roja" junto con Iker Casillas, Iniesta, David Villa y Fernando Torres; ella cantaba el "Waka, waka", un éxito mundial descomunal que la situó en el Olimpo del pop mundial.

Dos hijos en común y una vida discreta

De vuelta del Mundial, comenzaron a tomar fuerza los rumores de que entre ellos había algo más que una bonita relación. A la cantante se la veía cada vez con más frecuencia en Barcelona y las especulaciones llenaban columnas enteras de revistas. Finalmente, en marzo del 2011, llegó la confirmación en un twit donde aparecía una fotografía de ambos abrazados. "Les presento a mi sol...", escribió la cantante de Barranquilla.

La cantante colombiana, que residía oficialmente en Bahamas, se trasladó a vivir a la ciudad condal. Ambos se hicieron construir una impresionante mansión en Esplugues de Llobregat, una localidad situada a pocos minutos en coche de Barcelona. La casa, de tres plantas de altura y dos más de sótano, contaba con un amplio jardín, piscina y pista de tenis.

Su primer hijo, Milan, nació pronto: en el 2013. Dos años más tarde llegó su segundo vástago, Sasha. La pareja disfrutó de su vida familiar en la más estricta intimidad y, aunque no se escondían, tampoco se prodigaban en demasiados actos públicos. Preferían centrarse en la educación de sus hijos, en la que están muy implicados: no era difícil ver a Shakira y Piqué ir por la mañana como una pareja de padres más llevando a sus hijos al colegio o recogiéndolos por las tardes para llevarlos a las actividades extraescolares.

Tampoco formalizaron nunca su relación ante el altar: "Me gusta cómo estamos ahora, cómo funcionamos como pareja y no sentimos la necesidad de estar casados", reconocía el futbolista.

Semanas de especulaciones y rumores

Durante años, la pareja parecía muy unida y se dedicaba continuos piropos a través de las redes sociales. En marzo de este mismo año, la cantante le dedicaba unas bonitas palabras a su pareja tras un partido en que el Barça ganó al Real Madrid: "Estás hecho de un material que solo Dios conoce y para mí eres el mejor de lucha, perseverancia y sinceridad para nuestros hijos". Nada hacia presagiar entonces que aquella iba a ser la última instantánea juntos.

Tampoco parecía que nada raro pasaba cuando los padres de la cantante, William Mebarak y Nidia Ripoll, llegaron como cada año a Barcelona para pasar una temporada con su hija y sus nietos. Se vio a toda la familia junta en Alella, una localidad de la costa catalana, disfrutando de una comida. Tampoco en la última gira mundial de Shakira se pudo intuir nada extraño: la cantante colombiana viajó con sus padres, sus hijos y dos nannies, y Piqué se unía al grupo siempre que podía.

Sin embargo, aquellas imágenes escondían que la pareja ya pasaba por problemas. Por lo que han rebelado a Vanitatis fuentes del jugador del Barça, la pareja lleva rota unos tres meses y él, de hecho, vive desde hace semanas en su piso de soltero, en la calle Muntaner de Barcelona, en la zona alta de la ciudad. El desgaste por la convivencia sería, al parecer, el motivo para la separación.

Fue precisamente el cambio de residencia de Piqué, y sobre todo, verlo con mucha frecuencia en algunas discotecas de moda de Barcelona, como el Bling Bling, lo que comenzó a destapar los rumores en la prensa catalana. Desde hacía varias semanas se había especulado con una posible separación de la pareja, aunque las alarmas no sonaron con fuerza hasta que las periodistas Laura Fa y Lorena Váquez hicieron público en su podcast "Mamarazzis" que Piqué presuntamente le podría haber sido infiel a Shakira.

2022: Un "annus horribilis" para la pareja

Desde luego, este año está siendo un quebradero de cabeza para la pareja, que no deja de encadenar escándalos y problemas. Ella tiene pendiente un juicio por cuentas pendientes con Hacienda y él ha tenido que enfrentarse a una importante polémica por los audios controvertidos en donde salió a la luz una comisión multimillonaria relativa a la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí.

Y ahora, encima, su separación.