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Una nueva biografía de Camila: su odio hacia el príncipe Andrés y supuesto desagrado por Meghan

No hace ni dos semanas que se publicó la nueva biografía de Camila, nueva reina consorte de Inglaterra, por la periodista Angela Levin, y sus páginas y presuntas alegaciones ya han llegado decenas de páginas de diario en el Reino Unido. No es para menos: Levin, que conoce bien a Camila (fue de las primeras en publicar una biografía sobre ella hace años y tuvo un acceso privilegiado cuando era duquesa de Cornualles), ha llegado a decir que el propio príncipe Andrés llegó a conspirar duramente contra ella para evitar que se casara con su hermano. Incluso estuvo a punto de convencer a su madre, la recientemente fallecida Isabel II, para que apartara a Carlos del trono y nombrara sucesor a Guillermo.

Pero no es la única revelación sorpresiva. El libro, titulado Camilla, duquesa de Cornualles: de despechada a futura reina consorte, también asegura que entre la nueva reina consorte y Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, tampoco es que haya mucha simpatía. Pero vayamos por partes.

Una gran defensora de Camila

No es ningún secreto que Levin es una gran defensora de Camilla, hasta el punto de que en más de una ocasión se ha quejado de la mala imagen que The Crown ha vertido sobre la nueva reina consorte. Literalmente, ha reconocido que "odió" la serie por ello y que, de hecho, esa fue la principal causa de que se pusiera a escribir un libro sobre Camila, que originalmente se iba a llamar Camila, duquesa de Cornualles.

La muerte de la reina Isabel II provocó que el título tuviera que cambiarse a toda prisa, pero el contenido seguía intacto. Levin nos presenta a una mujer encantadora, muy avanzada a su tiempo y muy leal a Carlos que tuvo que aguantar lo insufrible durante años. No solo el país entero parecía hacerle responsable de la tristeza --incluso de la muerte-- de Diana, sino la familia real le hizo la vida imposible. No es ningún secreto que a Isabel II le desagradaba profundamente la historia de amor de su hijo con aquella mujer que ella consideraba una terrible adúltera.

Tampoco los hijos de Carlos parecen perdonarle todo el sufrimiento que causó a sus padres. No es ningún secreto que, aunque mantienen las formas en público, en privado ni Harry ni mucho menos Guillermo se sienten cómodos con ella. Hasta el punto de que, según Levin, Harry ha dicho cosas horribles sobre su madrastra.

Lavin, que ha escrito varios libros sobre la familia real y conoce bien lo que se cuece en Buckingham, considera que Camila es víctima de un horrible sambenito que no ha podido superar aún. Sin embargo, ella defiende que es una mujer encantadora y que "cuando más la conoces, más te gusta". Ella lo sabe bien: ya en el 2015 acompañó a Camila durante tres meses para poder escribir un largo artículo sobre ella. El resultado, por supuesto, fue más que elogioso.

Lágrimas en la boda y la traición de Andrés

Ahora, con el libro, va un paso más. Entre otras muchas revelaciones, el libro descubre que tanto Camila y Carlos estaban tan exhaustos y nerviosos por la presión popular que, en el día de su boda, en el 2005, los dos acabaron llorando. Supuestamente fue en el interior del castillo de Windsor, después de la ceremonia. También se desvela que, en la mañana de su propia boda, Camila estaba tan aterrada que casi no pudo levantarse de la cama. A una amiga le reconoció que le daba pánico que nadie estuviera en las calles para verlos pasar. Afortunadamente, sus temores eran infundados y sí que hubo personas aplaudiéndoles.

Pero sus desvelos no acabarían ahí. El libro también explica que llegar hasta el altar no fue en absoluto sencillo. No solo tenían a gran parte de la opinión pública en contra, sino también a los propios miembros de la familia real. Se sabe que la reina no era una excesiva partidaria del enlace y, según la biografía, el príncipe Andrés estaba totalmente en desacuerdo.

De hecho, según Levin, Andrés, que era el hijo favorito de Isabel II, intentó a la desesperada convencer a su madre de que apartara a Carlos de la línea de sucesión. No era, al parecer, la primera vez que lo intentaba. Según la biógrafa, ya en vida de Diana ambos se confabularon para quitar a Carlos del trono. La idea era que la corona pasara directamente a Guillermo y, si la reina Isabel II hubiese muerto mientras su nieto aún era menor de edad, se hubiese establecido una regencia en Andrés.

Puede que la información sea verídica --en Buckingham se han urdido tramas mucho más rocambolescas y surrealistas-- pero personalmente dudo que Isabel II les prestase atención más allá de un par de segundos. Por muchas discrepancias que tuviera con su hijo, y las tenía, para ella las reglas de sucesión eran sagradas.

Más que comprensiblemente, Camila nunca debió perdonar aquel agravio y, a día de hoy, la relación entre cuñados es inexistente. Pero no es la única persona con la que Camila se ha distanciado.

La traición de Meghan

Según el libro de Levin, las cosas con Meghan también se torcieron pronto. En principio, ambas se llevaban bien (incluso mejor de que lo que Camila se llevó jamás con Kate), pero luego se distanciaron. A pesar de que Camila intentó ayudarla desde el principio y se mostró muy agradable y colaborativa (incluso la invitó a almorzar con frecuencia), Meghan no apreció sus esfuerzos. Cada vez que la duquesa de Cornualles le daba un consejo, la actriz estadounidense parecía hacer oídos sordos.

Camila se acabó hartando y, cuando los Sussex se fueron a vivir al extranjero y, sobre todo, dieron su entrevista con Oprah Winfrey, la entonces duquesa de Cornualles se mostró indignada. Según el libro, pensó que Meghan había sido una "desagradecida".

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