Hoy, Día de los Difuntos, es quizá el día ideal para encontrar entre los que ya no están, aquellos que, como El Cid, siguen ganando batallas. Nombres como Lennon o Prince se combinan con nuestros Manolo Tena o Camilo. Sesto, claro. El otro sigue vivo.

Forbes, que ha encontrado un filón haciendo listas, ha publicado recientemente -y esperando el consecuente eco que reproducimos aquí- la lista de los internacionales. Y el número uno no es Michael Jackson, como cabría esperar, sino David Bowie.

El Duque blanco se ha colado por encima de los más grandes de la Historia estando vivos gracias, en buena parte, a una operación: la venta del catálogo editorial y los masters de la obra de David Robert Jones, que así se llama en realidad el difunto, a Warner Chappell por una pequeña suma de 250 millones de dólares. Claro, así se ha colado por encima del único y genuino Elvis.

Según cuenta la prensa internacional, Graceland, la casa-museo de Elvis, ha generado millones, haya o no pandemia. Y desde allí, lo más valioso es la imagen, parafernalia, merchandising, y todo lo que la cultura pop ha creado sobre él. Todo ello suma mucho más de lo que ha generado vender los derechos sobre su imagen y vida para la película biográfica sobre el Rey del rock.

Este acuerdo no pasó de los ridículos cinco millones de dólares. Baz Luhrman, que supo hacer fluir la música como nadie en el cine con momentos tan brillantes como el Elephant Medley de Moulin Rouge, era el adecuado para plasmar con acierto y generosidad de tensión dramática los orígenes del mito.

En realidad, esos cinco millones seguro que se multiplican en los próximos años cuando la película pase algunos meses en taquilla, antes de acabar en la nueva taquilla que traen las plataformas de vídeo. Así que preparémonos para ver más años al Rey en esta lista.

Una lista en la que observamos a alguien que también supera al previsible Jackson o Lennon, sorprendentemente. El padrino. El del Soul. James Brown. El Reverendo que podría haber oficiado así su propio responso:

Dijeron de él que era “el hombre más trabajador del mundo del espectáculo”. Aunque podemos imaginar qué tipo de sustancias lo conseguían, parece que después de muerto sigue siéndolo. El motivo hay que buscarlo en una editorial musical independiente norteamericana, que ha invertido lo que no tiene en comprar sus derechos musicales, bienes raíces, el nombre y la imagen de James. Y el dinero no irá a coches caros, sino que parece ser que irá destinado a financiar becas académicas para niños necesitados a perpetuidad. Muy bien por ese último giro inesperado del inquieto Brown sobre un escenario.

Circunstancias no han faltado para hacer que caiga por debajo de Brown el que, durante muchos años, ha sido el artista que más derechos ha generado después de muerto: Michael Jackson.

No solamente se puede decir, como en el caso de The Beatles, que siempre hay una canción de MJ sonando en alguna parte del mundo, con los consecuentes derechos de autor facturando, sino que, además, se están produciendo numerosos espectáculos en torno a la figura del Rey del Pop.

Desde el insólito This is Michael que pasó por nuestro país con notable éxito, hasta el musical de Broadway que habrá facturado al final de este año más de 80 millones de dólares, el espectáculo del Cirque de Soleil con temática de Jackson en Las Vegas ha generado y generará suficientes derechos como para que Paris y los dos Princes no dejen de tener vida de millonarios por el resto de su existencia.

Hablando de Princes, antes del “artista antiguamente conocido como Prince”, hay otros nombres musicales. Alguno de ellos sorprendente, como el de Leonard Cohen.

A estas alturas nadie duda de que se trata de un hombre que vivió con una enorme sensibilidad y arte musical durante su vida y que llegó a sonar en la radio a pesar de su voz de ultratumba. Merecidísimo premio Príncipe de Asturias, y esta puede ser una buena ocasión para recordar su inolvidable discurso al recibirlo.

Este hombre que no consiguió dedicarse a tocar flamenco a la guitarra como deseaba, sigue generando enormes sumas de dinero gracias a Hipgnosis, una empresa de administración de música y propiedad intelectual que cotiza en bolsa y que está dirigida por Merck Mercuriadis. Se trata de la misma compañía que ha manejado artistas que van desde Beyoncé y Elton John hasta Guns N' Roses y Morrissey. El dinero para Cohen nunca fue importante en vida. Sus asesores le llegaron a sustraer 5 millones de dólares en gestiones dudosas y dicen que ni siquiera se enfadó, porque “no ganaría nada con ello”.

Más sorpresas. Añadimos al puesto siguiente de la lista al batería de “Toto”

Jeff Porcaro fue quien compuso esta belleza pop de los 80 llamada África, además de grabar para el gran Quincy Jones, y llevó la percusión del álbum Thriller. Gracias a haber trabajado para artistas como Steely Dan, Eric Clapton, Paul McCartney y Bruce Springsteen, también ha sido una adquisición la que ha dado un espaldarazo a los ingresos de sus sucesores. Sus derechos de publicación y grabación fueron adquiridos por Primary Wave.

Pues todavía estamos lejos de llegar a los puestos en los que está Prince, o George Michael. Antes, hay que mencionar una máquina de generar dinero después de haber abandonado a los vivos y que además hablaba en español. Juan Gabriel.

Estamos hablando de uno de los compositores y cantantes mexicanos más prolíficos de la historia. Solamente unas 1.800 canciones en su vida, con sus 2 Grammys. Los herederos de los derechos del Divo de Juárez llegaron a un acuerdo millonario con Universal Music Group, y solamente por sus obras posteriores a 2008. Un catálogo enorme que podemos escuchar días enteros sin repetir ni una sola canción.

Y, por fin, llegamos a uno de los esperados. Lennon.

Como siempre hay una canción de The Beatles sonando en alguna parte, este año John ha vuelto a facturar la millonada acostumbrada de la que disfruta su compañera Oko. En esta ocasión hay que añadir unos pequeños 3 millones y medio pagados por Disney, fruto de los derechos del documental Get Back dirigido por Peter Jackson.

El siguiente en la lista es su compañero George Harrison. Estar en el más allá no le ha impedido cobrar su parte del documental, aunque por algo menos: 2 millones y medio. Otro buen pellizco le vino por los derechos del espectáculo del Cirque de Soleil de los Beatles.

¿Dónde están Prince, Freddy Mercury o George Michael? Pues bastante más abajo, en su sitio. Porque aunque los derechos de autor siguen fluyendo (sobre todo cada Navidad para el griego) son los negocios basados en la compraventa de esos derechos y sus tejemanejes los que propulsan a los autores hacia arriba en esa lista en la que nadie de nosotros querría estar.

A nivel nacional, es de dominio público que Camilo Blanes podría estar rondando una facturación cercana a los mil euros diarios, que no es nada comparado con los millones de los que hemos hablado más arriba, y los herederos de grandes autores como Juan Carlos Calderón no parecen muy proclives a contar públicamente detalles sobre el tema, sobre todo llevando un recorrido de siete años de pleitos sobre paternidad. Curioso lugar, el juzgado, donde se encuentran la música, la muerte, la vida… y el dinero.