En mayo de 2024, Japón batió su récord histórico de turistas: 3,69 millones de visitantes en un solo mes. Pero mientras las cifras globales suben, hay un dato que rompe la tendencia: la llegada de viajeros procedentes de Hong Kong cayó más de un 11% interanual. Detrás de este descenso hay una causa inusual: un manga que asegura que el próximo 5 de julio tendrá lugar un tsunami devastador, tres veces mayor que el de Fukushima.

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La obra se titula Watashi ga mita mirai (El futuro que vi), fue publicada por primera vez en 1999 por la dibujante japonesa Ryo Tatsuki y reúne sueños que la autora afirma haber tenido durante años. El más inquietante es el del 5 de julio de 2025: un terremoto submarino entre Japón y Filipinas que provocará una catástrofe sin precedentes en todo el Pacífico.

Lo insólito no es solo el contenido del manga, sino su impacto real: agencias de viaje en Hong Kong están registrando cancelaciones masivas y varias aerolíneas han reducido vuelos a Japón por la caída en la demanda. Greater Bay Airlines ha recortado frecuencias hasta octubre y Hong Kong Airlines ha seguido su ejemplo. La alerta ha llegado a tal punto que el Gobierno japonés y la Agencia Meteorológica nacional han hecho llamamientos públicos a la calma, insistiendo en que no hay base científica para este tipo de predicciones.

Japón es el destino turístico internacional más popular para los hongkoneses. En 2024, 2,68 millones de ciudadanos del enclave, equivalente a un tercio de la población local, visitaron Japón, estableciendo un nuevo récord. Las llegadas desde Hong Kong venían aumentado en torno a un 40% en meses precedentes, pero la viralización del manga y los llamamientos de una popular maestra de feng shui están teniendo un impacto palpable en los viajes a Japón.

La 'mangaka' visionaria

Ryo Tatsuki no es una médium ni una figura esotérica: se convirtió en mangaka tras un accidente de tráfico a los 17 años, cuando comenzó a tener sueños sobre tsunamis y desastres naturales. El manga original se publicó en una pequeña editorial en 1999, pasó inadvertido durante años y se convirtió en objeto de culto después del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. En aquel primer volumen se recogía un sueño fechado el 11 de marzo de 1996 en el que la autora describía una gran catástrofe en esa misma fecha. Tras el desastre real, algunos interpretaron retrospectivamente aquella nota como una premonición.

En 2021 se publicó una reedición ampliada en la que Tatsuki incorporó nuevas anotaciones, entre ellas la del 5 de julio de 2021, cuando soñó con "el mar como una sopa en ebullición", una posible explosión submarina y olas gigantes que se extendían en todas direcciones. Según escribe, el impacto afectaría a Japón, Taiwán, Hong Kong y Filipinas cuatro años después de aquel sueño. La edición número 36, publicada en mayo de 2024, incluye incluso una imagen de Google Earth con la localización del supuesto epicentro.

Aunque muchos de los relatos del volumen no están narrados en formato manga tradicional, sino como notas manuscritas y páginas escaneadas de su diario personal, los seguidores de Tatsuki destacan las coincidencias con hechos posteriores, como la muerte de Diana de Gales, la pandemia de Covid-19 o el terremoto de Kobe en 1995. La autora se muestra escéptica con estas interpretaciones: "No sé si aquel sueño fue premonitorio. Todo el mundo empezó a decirlo después. Yo no era consciente de ello", ha escrito en una de las reediciones.

A la espera del 5 de julio

Pese a estas reservas, la lectura fatalista ha sido amplificada en redes sociales, y especialmente en Hong Kong, donde la popular maestra de feng shui Qi Xian Yu, conocida por sus apariciones televisivas, ha pedido públicamente evitar Japón este verano. Las consecuencias ya se están notando en la industria turística japonesa.

La editorial Asukashinsha ha confirmado que el manga ha superado el millón de ejemplares vendidos –físicos y digitales– solo en Japón. Algunos ejemplares de la edición original llegaron a cotizarse en subastas por más de 100.000 yenes –casi 600 euros–. En su web oficial, la editorial subraya que el propósito de la autora no es generar alarma, sino promover la prevención ciudadana ante desastres naturales.

En una de sus últimas declaraciones, Tatsuki lo explicaba así: "Muchos de estos sueños surgen cuando estoy bajo presión. No escribo para alarmar, sino porque si con esto podemos salvar una vida más, ya habrá valido la pena".

Este 5 de julio, Japón espera que la profecía no se cumpla. Pero ya ha tenido un efecto tangible: la ficción ha empezado a alterar la realidad.

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