Las cálidas aguas de las costas gallegas, como las de Vigo, son el hogar de diversas especies marinas, y entre ellas se encuentra el pez araña, un habitante de la arena que, aunque discreto, es bien conocido por su mecanismo de defensa. Un encuentro desafortunado con sus espinas venenosas puede convertir un agradable día de playa en una experiencia dolorosa y recordar la importancia de saber cómo actuar ante estas situaciones.

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¿Cómo son los peces araña?

Los peces araña, conocidos localmente en Galicia como salvarios o fanecas bravas, son peces de pequeño tamaño, generalmente entre 10 y 30 centímetros de longitud. Su cuerpo es alargado y ligeramente comprimido lateralmente, con una coloración que permite camuflarse perfectamente con el fondo arenoso o fangoso donde habitan. La característica más distintiva y peligrosa es la presencia de espinas venenosas, que se erigen cuando el pez se siente amenazado. Su cabeza es grande en proporción al cuerpo, con unos ojos ubicados en la parte superior que les permiten observar a su alrededor mientras están semienterrados.

Estos peces son habitantes comunes de las costas europeas y del Mediterráneo, prefiriendo las aguas poco profundas y cálidas con fondos arenosos o fangosos, donde pueden enterrarse y permanecer inmóviles, esperando a sus presas. Son depredadores nocturnos, alimentándose principalmente de pequeños peces, crustáceos y moluscos.

Síntomas de una picadura

La picadura de un pez araña, aunque rara vez es mortal, es extremadamente dolorosa y produce una serie de síntomas característicos debido al veneno que inyecta. Es fundamental reconocerlos para actuar de forma adecuada y rápida.

Los síntomas más comunes de una picadura de pez araña incluyen:

  • Dolor intenso y agudo: es el síntoma más inmediato y distintivo. Aparece casi al instante de la picadura y se describe como una sensación de quemazón o ardor muy fuerte. El dolor puede intensificarse durante los primeros 30 a 40 minutos y puede irradiarse desde el punto de la picadura.
  • Hinchazón: la zona afectada se hincha rápidamente, a menudo de forma notable.
  • Enrojecimiento: la piel alrededor de la picadura se vuelve roja.
  • Palidez: en algunos casos, la zona picada puede mostrar un tono pálido debido al efecto vasoconstrictor del veneno (estrechamiento de los vasos sanguíneos).
  • Picor: puede haber una sensación de picazón en la zona afectada.
  • Hormigueo o entumecimiento: algunas personas experimentan hormigueo o una disminución de la sensibilidad en el área de la picadura o en los dedos cercanos.

¿Cómo actuar ante una picadura de un pez araña?

Si la mala suerte te hace pisar un pez araña en las playas gallegas, manteniendo la calma es clave. La picadura, aunque extremadamente dolorosa, rara vez es grave. El tratamiento principal y más efectivo se centra en el calor.

Lo primero es lavar la herida con agua dulce y jabón para limpiar cualquier resto de la espina o arena y prevenir infecciones. Después, y esto es crucial, sumerge la zona picada en agua muy caliente (tan caliente como puedas soportar sin quemarte, entre 40-45°C) durante al menos 30 a 90 minutos. Puedes usar un recipiente con agua caliente o, si estás cerca de un enchufe, incluso un secador de pelo con precaución para no quemar la piel. El calor es vital porque ayuda a descomponer la toxina del veneno, lo que aliviará el dolor de forma significativa.

Una vez que el dolor comience a ceder, es aconsejable elevar la extremidad afectada para reducir la hinchazón. Puedes aplicar una crema antiséptica suave en la herida para evitar infecciones. Si el dolor persiste o es muy molesto, puedes tomar un analgésico común como ibuprofeno o paracetamol. Es importante vigilar la evolución de la picadura por si empeora y hay que dirigirse al hospital.

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