Para mantener intacta la tabla de cortar y que permanezca en las mejores condiciones, es necesario mantener un nivel de higiene alto, libre de olores. Con el tiempo, este utensilio va acumulando restos de comida y humedad, lo que hace que sea difícil erradicar el olor, incluso después de lavarla hasta cinco veces.

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Sin embargo, hay un método muy sencillo y económico que permitirá devolverle el frescor a la tabla, desinfectarla, y podremos dejarla lista para utilizarla sin que afecte a la comida ni a nuestra salud.

Trucos para dejar la tabla limpia

Un truco muy eficiente es cubrir la superficie de la tabla con sal gruesa y frotar con mucha intensidad. La sal ayudará a arrastrar los restos de comida que se quedan pegados, que son los que provocan el mal olor.

Después cortamos un limón por la mitad y lo utilizamos como si fuera una esponja. El ácido cítrico penetra en las fibras de la tabla y hace desaparecer cualquier bacteria dejando, a la vez, un aroma fresco y del todo agradable, de ahí la importancia de apretar bien para que el jugo actúe de la mejor manera.

Tiempo de reposo y enjuague correcto

Una vez frotada con el limón, hay que dejar a reposar la tabla de cortar un tiempo de entre 5 y 10 minutos. Ese tiempo es básico para que el ácido actúe y se realice una correcta y natural desinfección.

Después se debe enjuagar con abundante agua caliente para eliminar cualquier rastro que quede de sal y de jugo de limón. Acabamos secando con un trapo limpio para así evitar la acumulación de humedad que puede resultar en olores indeseados en tu cocina.

Mantenimiento diario de la tabla

Cada vez que uses la tabla para cortar, se debe lavar tan pronto como se termine de usar. Así se reduce el riesgo de que se peguen los restos de comida en la superficie y al mismo tiempo, disminuyes la formación de bacterias responsables del mal olor persistente.

Si has cortado carne o pescado, asegúrate de utilizar agua caliente y jabón para que de esta forma la desinfección sea mucho más profunda. Esto minimizará la contaminación cruzada con otros alimentos, y contribuirá a tener la cocina mucho más segura.

Secado y almacenamiento

Secar la tabla de forma correcta es igual de importante que limpiarla, un aspecto que no se puede pasar por alto. Usa un trapo de cocina o bien déjala en posición vertical en un lugar ventilado de forma que pierda toda la humedad. Evita guardarlas en espacios cerrados y húmedos porque entonces ayudará a la aparición de moho y el mal olor se impregnará. Si la tabla es de madera no la sumerjas en agua, ya que ello provocará que la moldura se deforme y pierda resistencia.

Consejos para que la tabla no tenga mal olor

Si quieres un extra de desinfección, pon dos dedos de bicarbonato de sodio antes de frotarla con limón, ya que ayudará mucho más a la limpieza, absorberá olores que puedan fijarse en la tabla y también blanqueará su superficie sin llegar a dañarla. Hazlo unos minutos junto con el limón y la sal y enjuaga luego, el resultado será mucho más claro y más profesional.

Rutina para el mantenimiento

Realiza este proceso al menos una vez a la semana para que evitar que se impregne el mal olor. Este mantenimiento semanal hará que la tabla dure más tiempo y que tu cocina se mantenga fresca, limpia, segura y siempre preparada para elaborar cualquier receta.

Con este método casero conseguirás que la tabla quede perfectamente limpia, sin bacterias ni malos olores. Además no necesitas productos químicos ni herramientas específicas, sólo ingredientes que tienes en casa y un poquito de constancia.

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