Hasta el próximo mes de marzo, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) afronta una revisión crítica de la obra de Antoni Gaudí. Una labor de investigación llevada a cabo por el comisario Juan José Lahuerta junto al trabajo de restauración por parte del MNAC, que dan como resultado una exposición que discrepa de los comentarios que se han ido asignando a Gaudí durante su vida, porque el arquitecto, aseguran, "era mucho más que un artista aislado. Queremos liberar al artista de los tópicos y de las visiones reduccionistas con las que se ha ido cargando a lo largo del tiempo", asegura el propio comisario.

Queremos liberar al artista de tópicos y de las visiones reduccionistas con las que se ha ido cargando a lo largo del tiempo"

Juan José Lahuerta, comisario de la exposición

Un proyecto que sitúa al catalán en el contexto internacional y que presenta un conjunto de obras de artistas como Thomas Jeckyll o William Morris. "Esta exposición propone una revisión de la trayectoria completa de Gaudí, lo presenta conectado a las principales corrientes artísticas internacionales y lo sitúa en su contexto: la Barcelona convulsa de principios del siglo XX", destaca Charo Canal, responsable del Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Tocador del Palau Güell. ©Colección Familia Güell

Busto de matrona representando Barcelona (1897). ©Museo Nacional de Arte de Cataluña

La muestra revela como era el trabajo de Gaudí. Desde MNAC aseguran que "se descubre a un artista que capta como nadie las necesidades de la sociedad en la vive y que sabe producir imágenes tan potentes que perduran hasta nuestros días". Además, muchos años han pasado para ver expuestas por primera vez obras que parecían olvidadas como el mueble recibidor del piso principal de la Casa Milà, que fue desmontado en los años 1960 y cuyas piezas se dispersaron; el busto de la Fuente de Hércules de los jardines del Palacio de Pedralbes; o las fotografías del Park Güell que formaron parte de la exposición de Paris en 1910 y que no se habían vuelto a mostrar hasta la fecha.

"El Museo conserva un conjunto muy importante de obras de Gaudí, que expone en la colección permanente junto a las de otros arquitectos importantes del modernismo, como Jujol. El modernismo es precisamente una de las colecciones más singulares de este museo, ya que conservamos gran parte del mobiliario de las principales casas modernistas de la ciudad. Todo la labor de investigación realizada para esta exposición, en la que llevamos 4 años trabajando, se reflejarán en la colección permanente", explica Charo Canal.

Caricatura de la Casa Milà, «la Pedrera» aparecida en L’Esquella de la Torratxa. Barcelona, 1912. © Biblioteca Folch i Torres.

La catedral de los pobres (1898). ©Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito gratuito del museo.

Tapiz para los Juegos Florales (1907). ©Josep María Jujol.

Colecciones propias del museo, nacionales e internacionales. Un total de 74 instituciones han colaborado prestando diferentes obras para que el MNAC ofrezca una experiencia inédita hasta la fecha. "Buscamos de alguna forma redescubrir a Gaudí, que es una figura muy familiar para todos pero el éxito lo ha simplificado y reducido a unas cuantas imágenes. Ofrecer una visión más compleja de su obra, romper el tópico del ‘genio aislado’ o el del ‘santo’ y mostrar que Gaudí era un hombre de su tiempo". Al mismo tiempo, esta exposición ofrece la posibilidad de realizar la visita escuchando la narración del actor Josep María Pou.

Gaudí supo captar y concentrar en su obra los problemas, inquietudes y anhelos de la Barcelona de su época. Construyó las imágenes más potentes, de gran simbolismo, y que han llegado hasta nosotros"

Charo Canal, responsable del Museo Nacional de Arte de Cataluña

En cuanto a su desarrollo, destaca que los ámbitos que la componen se enlazan bajo una secuencia ligeramente cronológica, uniendo temas que permiten lecturas tanto paralelas como entrecruzadas más allá de la propia secuencia de las obras. "Entre otras cosas, la exposición muestra a un arquitecto muy bien formado, conocedor de lo que se estaba haciendo en Europa en ese momento, conectado perfectamente con los movimientos artísticos de su época. Porque Gaudí supo captar y concentrar en su obra los problemas, inquietudes y anhelos de la Barcelona de su época. Construyó las imágenes más potentes, de gran simbolismo, y que han llegado hasta nosotros", destaca la responsable del museo.

Veinte años después de la celebración del Año Gaudí, el Museo Nacional de Arte de Cataluña presenta esta exposición, vigente hasta el próximo 6 de marzo de 2022, para alejarse de los tópicos relacionados con el arquitecto. Una museografía ambiciosa, basada en la teatralidad dedicada al artista y arquitecto catalán, que demuestra que Antoni Gaudí no trabajaba aislado del mundo sino que realizaba sus obras dentro de estrategias políticas, ideológicas y estéticas muy concretas.