No hay nada que Denzel Washington no pueda llevar a sus espaldas, y más si cuenta con la ayuda de Rami Malek y Jared Leto para soportar el guion de un thriller policíaco que muchos no han tardado en incluir dentro de la discusión de la aclamada Se7en (David Fincher, 1995). Aunque las comparaciones son odiosas, en Pequeños detalles son ellos los que consiguen que la película de John Lee Hancock encuentre puntos interesantes en su desarrollo.

Deacon 'Deke' (Denzel Washington) es un policía que ha sido trasladado del Departamento de Homicidios del condado de Los Ángeles a una oficina de menor calibre por haberse ensimismado con un caso que nunca consiguió resolver.

Lo que tendría que haber sido una rápida visita de recolección de evidencias tras un asesinato se convierte en una colaboración encubierta con el sargento Jim Baxter (Rami Malek), sorprendido con los instintos policiales de Deke. Desde el momento el que incian su colaboración, Deacon encontrará más resquicios del pasado en el caso presente, y verá en Baxter un espejo en el que mirarse.

Uno de los puntos más interesantes de Pequeños detalles es portar al espectador la idea de un thriller psicológico que deja incógnitas en el aire. Así, importan más los policías que la caza del posible asesino. La figura de los oficiales se presenta como imperfecta: ellos también caen, también dan el paso erróneo en la búsqueda del chico malo y, además, acarrean consecuencias personales con motivo de su cabezonería y su predilección por resolver el enigma. Aunque el filme carece de momentos sorprendentes en su narración, sus dos horas de visionado se convierten un ejercicio clásico del buen cine de siempre.

El final es quizá el elemento más sorprendente de la narración, pues no se destapa nada desconocido, simplemente se ahonda en la culpabilidad e inocencia; en la carga mental que en numerosas ocasiones estas figuras han de acarrear en sus labores diarias. Al final, son las pequeñas cosas, los Pequeños detalles los que resuelven un caso o destapan el misterio.

El relato que esperó 30 años para ocupar la gran pantalla

John Lee Hancock dirige y produce un guion que él mismo escribió hace más de tres décadas: "La historia se me ocurrió a principios de los 90, cuando los cines estaban llenos de compañeros policías", explica. "Quería hacer algo diferente y que tuviera referencias de las películas de los años 70".

Denzel Washington dijo del guion que "disfruté leerlo. Es una historia interesante que nunca había visto, y un personaje con fuertes heridas, cínico, reservado… Si alguna vez tuvo algún tipo de fe, la ha perdido, pero emprende un viaje casi espiritual en un tipo de infierno que creo que solo un policía podría entender".

Jared Leto y Rami Malek en 'Pequeños detalles'
Jared Leto y Rami Malek en Pequeños detalles. Warner Bros

Rami Malek coincide con Washington en que Pequeños detalles "era un thriller muy intenso". "Una de las razones por las que esta historia me atrajo es que no tiene el clásico final hollywoodiense. Te hace cuestionarte cómo vemos a las personas, a los criminales, o incluso a nosotros mismos, y lo que sucede cuando nos obsesionamos con algo", afirmaba el galardonado actor.

Jared Leto, que interpreta a Albert Sparma, el principal sospechoso del caso que Washington y Malek investigan, demuestra que hay figuras que pueden vivir de su talento tanto en la música como en la actuación, en otro ejercicio impecable de interpretación. "Había querido trabajar con John Lee desde hace algún tiempo. La historia plantea preguntas no sólo acerca de la culpabilidad o la inocencia, sino también de suposiciones, de identidad", afirmaba con motivo del estreno de la cinta.

Denzel Washigton y Rami Malek en 'Pequeños detalles'
Denzel Washigton y Rami Malek en Pequeños detalles. Warner Bros

Retorno a los años 90

Como explicó el director, que el largometraje se ubique en Los Ángeles a principios de los 90 tiene como objetivo conservar la perspectiva tecnológica de la época y la escasez de recursos virtuales que había entonces para poder resolver un crimen.

"Aún no teníamos teléfonos. Tenías que usar cabinas de pago o localizadores, y el emplo de pruebas de ADN, lo cual cambiaría todo en el trabajo de escenas del crimen. La ausencia de la tecnología actual hace que esta historia en particular sea mucho más atractiva", relataba Hancock.