Priscila es tímida. No es su nombre original, pero es aconsejada a adoptar un alias. Frente al espejo, y mientras se maquilla, narra a cámara el proceso del cáncer de su hijo de 22 años, motivo que explica por qué el Cabaret Barba Azul de México se ha convertido en la alternativa más viable para conseguir los 7.000 pesos (cerca de 300 euros) que necesita para comenzar de nuevo y pagar sus tratamientos. Por medio de La Mami, guardiana de los baños, las mujeres que allí trabajan pueden encontrar un resquicio, un apoyo, entre la burbuja de baile y bebida nocturna que las obliga a exponerse a peligros, personas y situaciones complejas.

A Laura Herrero Garvín (Toledo, 1985), le encandiló su historia. "He vivido en México ocho años y un amigo músico, que al final terminó siendo el que compuso la banda sonora de la película, me llevó al Barba Azul. En una subida al baño conocí a la ‘mami’. Vi cómo todas las chicas que trabajaban allí le preguntaban cosas y cómo era el pilar de este espacio", afirma a El Independiente la directora. Así, decidió explorar la narrativa detrás de la figura maternal que apoyaba a las trabajadoras.

La Mami pretende arrojar luz sobre "la importancia de las alianzas y espacios de autonomía entre mujeres", importantes "para resistir cuando el mundo en el que vives te juzga y estigmatiza". Así, el Cabaret Barba Azul de México se convierte en un lugar "de cariño".

Madres solteras, con escasos recursos económicos y con la necesidad de doblar turnos de trabajo para salir adelante. Así es el perfil de las bailarinas que habitan entre las cuatro paredes del Barba Azul. "Son mujeres que vienen de una clase social diferente y están mucho más expuestas a vulnerabilidades". "Dentro del cabaret sufren momentos duros, pero también esperanza y reconstrucción", afirma la directora.

Por medio de la figura materna que recoge la película de Herrero Garvín, La Mami ayuda a las mujeres que allí trabajan a encontrarse, a sacar orgullo entre la penuria y, de paso, a asegurarse que los baños están impolutos antes de que el cabaret abra sus puertas al público. "Todas son madres solteras", explica la toledana. "Una mujer de una determinada clase social particular no puede acceder al trabajo como un hombre", indica.

Lucha de género y clase

Uno de los momentos más llamativos de La Mami es cuando las visitantes del local acuden al baño donde las chicas se acicalan, visten, maquillan y conviven. Atravesadas por la curiosidad acerca de la labor que las bailarinas desempeñan, una joven pregunta a Priscila, una de las caras más visibles del documental, si es prostituta. La ‘mami’ sale en su defensa.

Priscila, uno de los rostros más visibles de La Mami.

"Cuando estas mujeres visitan el baño del Barba Azul, la clase se pone sobre la mesa". "Empieza un diálogo y una capa diferente" del filme, afirma su autora. Así, las jóvenes que llegan al cabaret mexicano "tienen una forma de ver el mundo que es distinta a la de las mujeres que habitan el Barba Azul desde hace años". "Llegan con el aire de querer cambiarlo todo, sin saber que ese mundo pertenece a otras mujeres, es un choque que evidencia una resistencia a esa nueva invasión. El género se diluye y se pone sobre la mesa la clase social", explica.

Apuesta por el contenido independiente

La Mami ha conseguido dos nominaciones en los Premis Gaudí, Mejor Documental y Mejor Montaje; se alzó con el premio a Mejor Film Nacional en la 27 edición del festival L'Alternativa y cuenta con otros reconocimientos como la Mención Especial del Jurado en el Festival de Málaga en la Sección Oficial de Documentales.

A pesar de las dificultades que la pandemia ha asestado a la proliferación y participación en festivales, la película de Laura Herrero ha sido seleccionada en prestigiosos certámenes de referencia internacional como la Competición Principal de IDFA (Holanda), la Selección Oficial de MoMA Doc Fortnight (EEUU) y el Zurich Film Festival (Suiza); siendo premiada en los prestigiosos Cinema Tropical Awards 2020 (USA) como Mejor Película.

Para la directora, la pandemia ha supuesto un renacer de los contenidos que se promocionan en las salas. Así, con La Mami llegando a los cines este viernes, "se está proyectando un contenido menos comercial", motivado por una crisis sanitaria que ha retrasado los grandes títulos y blockbusters. "De repente hay más hueco para el cine más autoral y menos comercial", explica.