Arrasando en todas las taquillas del mundo; así se presentaba la obra maestra de Randal Kleiser un 16 de junio de 1978; una historia basada en un musical de Broadway que se había estrenado el Día de San Valentín de 1972, recibiendo numerosas críticas y no siendo del todo aceptada por el gran público.

Bien es cierto que la película no ha sabido alzarse con ninguno de los grandes premios del mundo del cine, pero ha sido, y es, un éxito a nivel mundial; su recaudación se estima en cerca de 400 millones de euros. "Ojalá supiera el secreto de Grease, porque entonces habría hecho otra película", confesaba entre risas la actriz y cantante Olivia Newton-John en una entrevista a EFE.

A pesar de que la película representa la década de los 50 en los Estados Unidos, el film se rodó 20 años después, bajo la denominación de Grease, haciendo un guiño a los tupés y pelos engominados de la época.

Randal Kleiser, pieza clave

El prestigio que se ha ido ganando la película con el paso del tiempo se lo atribuimos plenamente a su director Randal Kleiser, él supo plasmar en una misma película temas tabúes o poco representados, entonces, en la gran pantalla como son las drogas, el sexo o la rebeldía que transmitía la juventud de aquella época.

Ojalá supiera el secreto de Grease, porque entonces habría hecho otra película

Olivia Newton-John

Una combinación de inquietudes de la sociedad perfectamente engrasada, para dar con un resultado sencillamente brillante. “Todo el mundo se identifica con gente de la película: fueron al instituto con alguien justo así. Eso es lo que he podido recoger porque he intentado durante años resolver cuál es la magia. No lo sé, pero estoy muy feliz de haber estado involucrada en ella", agregaba la actriz.

Fotografía de archivo de una escena de la película interpretada por John Travolta y Olivia Newton-John. EFE

Se partía de la base de que la película no contaba con argumentos suficientes para triunfar, sino todo lo contrario: la trama no era nada elaborada, gran parte de los actores superaban en edad al personaje que representaban; pero el director consiguió dar con la tecla adecuada, creando una película enérgica, con canciones y coreografías que contagian alegría, todo acompañado de una gran historia de amor entre dos jóvenes de instituto chulescos y con ganas de representar a una generación. "Parece que es el ingrediente mágico de esa película. La música, los bailes, el reparto, los años 50, la manera en que Randal Kleiser le dio esa apariencia de época tan viva que casi parece un dibujo animado...Es muy vibrante", añadía Newton-John.

El verdadero alma del film

El corazón de la película late al son de sus dos personajes representativos, dos figuras que resaltan por encima del resto: Jhon Travolta y Olivia Newton-John. El de New Jersey, con apenas 23 años, llegaba al 1978 como triunfador absoluto un año antes gracias a su papel de Tony Manero en Fiebre del sábado noche (nominación al Oscar incluida), por lo que se esperaba mucho de su interpretación, y no fue para menos. Travolta demostró a la perfección su polivalencia dentro de la gran pantalla, mostrando registros de lo más versátiles: desde su buen gusto por el baile, hasta la solvencia mostrada con el registro humorístico pasando por su solvencia y frescura ante cualquier situación. "Esta interpretación nos cambió la vida", confesaba John Travolta en una entrevista haciendo alusión a su compañera de reparto.

Por su parte Olivia Newton-John llegó sin mucho convencimiento a la interpretación de su papel, ya que quería enfocar su carrera profesional a la música (había representado al Reino Unido en el Festival de Eurovisión de 1974) y creía que actuaciones como la de Grease no encajaban en su estilo. Pero fue el propio John quien la sedujo y se ganó su confianza, creando una química entre ambos que supero cualquier expectativa. “No podría haber hecho la película si no hubiese conocido a John, no estaba segura de hacerla. Él me convenció”, reveló la intérprete durante una gala en Los Ángeles.

Caminar a ritmo de rock'n'roll

Sin duda que la banda sonora de Grease se ha ganado el reconocimiento y respeto de la industria musical de todo el mundo; quién no ha tarareado alguna vez alguna de sus canciones. Pero sorprende que ninguna de ellas consiguiera alzarse con ningún premio importante del mundo del cine; lo más cerca que estuvieron de la estatuilla dorada de los Oscar, fue la nominación de la canción Hopelessly devoted to you, que finalmente no fue la ganadora. Pero esto demuestra que el éxito no hay que atribuirlo única y exclusivamente a los galardones; sin ir más lejos la canción You're the One That I Want fue el número 1 de los Estados Unidos y el Reino Unido y ha vendido más de 22 millones de copias en todo el mundo, convirtiéndose en uno de los álbumes de bandas sonoras más vendidos de todos los tiempos.

El musical supo lograr lo que muy pocas películas han conseguido: sorprender y conquistar a varias generaciones. A día de hoy, la ciudad de Los Ángeles se sigue llenando de turistas en búsqueda de una foto en el instituto Venice High School o en las playas de Leo Carrillo State, localizaciones del film. Estamos hablando de una película que 45 años después de su estreno, continúa causando grandes sensaciones.