El valenciano Eduardo Campoy, de 68 años, recibirá la Medalla de Oro de los 29 Premios Forqué, organizads por Egeda (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales). Productor de películas como La niña de tus ojos, El Amante bilingüe o Un Franco, 14 pesetas, así como de recientes éxitos de taquilla, como El mejor verano de mi vida y Mamá o Papa, será homenajeado por su contribución a la industria.
Más allá de su labor como productor, fue presidente de FAPAE (Confederación de Productores Audiovisuales Españoles) y de la Academia de Cine, y durante muchos años dedicó su tiempo a la defensa del sector audiovisual y a la reivindicación de la figura de los productores. Entre todas sus películas, obtuvo prestigiosos premios en diferentes festivales internacionales, además de 92 nominaciones a los premios Goya, con 20 galardones.
Además de desempeñarse como productor de cine y televisión, fue director de cuatro películas: Copia cero, que codirigió junto a José Luis Pacheco y que contó con Fernando Fernán Gómez y Luis Suárez; A solas contigo, interpretada por Victoria Abril, Imanol Arias y Juan Echanove; Demasiado corazón, en la que trabajó con Victoria Abril, Manuel Bandera y Pastora Vega y y Al límite, con un reparto encabezado por Juanjo Puigcorbé, Lydia Bosch, Beatrice Dalle y Bud Spencer.
También sumaría créditos como productor de televisión en series y películas para la pequeña pantalla, desde Los ladrones van a la oficina hasta la serie original de Movistar Supernormal, sin olvidar éxitos como La casa de los líos para Antena 3, Aladina para TVE y Las aventuras del Capitán Alatriste para Telecinco.
Entre sus últimas producciones, destacan Señor, dame paciencia (2017, Álvaro Díaz Lorenzo), Litus (2019, Daniel de la Orden), Superagente Makey (2020, Alfonso Sánchez) o Todos lo hacen (2021, Martín Cuervo). La ceremonia de entrega de los Premios Forqué se celebrará el próximo 16 de diciembre en el Palacio Municipal de Ifema, en Madrid. Pero antes, el productor hace balance de su carrera en El Independiente
Pregunta.- ¿Qué significa la Medalla de Honor para usted?
Respuesta.- Me lo comunicó Enrique Cerezo directamente en un consejo de Egeda y me satisface sobre todo por la trayectoria. Cuando echas la vista atrás, te das cuenta de que son más de 40 años haciendo películas y otros 10 que estuve trabajando de técnico, ¡y yo ni lo había calculado! Digamos que llevo 50 años trabajando, me podría haber jubilado por los años cotizados, pero bueno, estoy realmente encantado con ello.
P.- Cincuenta años en el cine, pero ¿cuál es el primer recuerdo que tiene de él?
R.- Cuando hacía los cortos de 8 milímetros en casa, con mi hermano. Pero para mí era un hobbie. Yo me dedico al cine porque soy cegato.
P.- ¿Cómo?
R.- Desde siempre quise ser piloto, pero a los 14 años me pusieron gafas y con gafas no se podía ser piloto, así que empecé a hacer películas. Tengo tres hermanos y un hijo pilotos. Supongo que, si me hubiese dedicado a ello, mi vida habría sido como la de ellos.
"Los cambios técnicos han hecho que haya mucha más libertad para experimentar en el cine"
P.- ¿Qué es lo que más ha cambiado desde que empezó a hacer películas?
R.- La forma de hacerlas, el hecho industrial. Antes se hacían con negativo, y eso mediatizaba todo, el sistema de rodaje, los presupuestos… en postproducción, si querías cambiar algo tenías que coger tijeras y pegarlo después. Técnicamente, la industria ha cambiado muchísimo, ahora mismo los directores tienen una libertad que antes no. Tienen libertad para rodar dentro del tiempo estipulado y para montar, porque se pueden hacer pruebas sin ningún problema de tiempos como había antes, que hacía falta un montador y se tardaba días en hacer cambios, mientras que ahora es una cuestión de minutos. Y no hablo de hace tanto tiempo, sino de directores como Víctor Erice que usaron esa técnica. Debías tener muy claro en la cabeza lo que querías hacer. También ahora los actores pueden probar y proponer tomas, se puede sacar mucho más partido de ellos.
P.- Otro cambio llegó con las plataformas ¿Perjudican o benefician al cine español?
R.- Al cine no lo sé, creo que han hecho poco o nada relevante excepto La sociedad de la nieve. Pero por el audiovisual sí, porque antes solo las hacían Antena 3, Telecinco y Radio Televisión Española. Con la pandemia, las plataformas se han puesto a producir muchas series, han dado trabajo a directores, guionistas, etcétera.
P.- Usted mismo fue director. ¿Por qué se decantó por la producción?
R.- Eso fue un proceso, cuando dirijo mi primera película, en 1989. Después hice A solas contigo y comprobé que, para dirigir una película, tienes que estar un año o un año y medio dedicado a ella. Pero, como productor, puedo hacer cuatro al año. Además, yo no soy del tipo de productores que buscan la financiación y se la encargan a un productor ejecutivo, sino que me implico con los directores en toda la preparación, dirección de los actores, en los técnicos, en músicos… estoy todo el día en el rodaje con ellos y luego hago toda la postproducción, estoy muy encima de la labor artística. Me di cuenta de que, si producía, no le podía dedicar a la dirección todo el tiempo que requería, llegó un momento que era inviable a no ser que cerrara la productora.
P.- ¿Cómo ve la parte artística de la industria en la actualidad?
R.- Sí, se está produciendo mucho y para bien. Una teoría dice que se puede producir poco y bueno, pero yo tengo mi propia teoría, y es que, mientras más produzcas, más fácil es sacar más producto bueno. No todos los directores aciertan con sus películas, de hecho todos tienen alguna que es un fracaso, y con los productores pasa igual, tanto aquí como en EE.UU., Alemania, Francia… no es verdad que si nos centramos en cuatro productores vaya a salir todo bien. Cuando salió Alcarrás, nadie pensaba que fuese a ser así, ni con Cinco lobitos, ni cuando Amenábar hizo Tesis. Nadie sabe cuál es la película que va a tener más talento y, cuanto más abramos el abanico, más posibilidades hay, como con los décimos de lotería.
P.- ¿Es complicado apostar por talentos emergentes o diversificar recursos?
R.- No, era más difícil antes. Había una estadística demoledora que decía que, de 100 directores que hacían una película, solo 23 hacían la segunda. Hoy no es así, porque el proceso es más sencillo. También hay directores que hacen series de los que puedes tirar para una película que cuentan con mucha experiencia. Nadie sabe quién ha dirigido La casa de papel, pero hay cinco directores, aunque la gente solo se acuerde de quienes dirigieron los primeros capítulos. Pasa también con Inmortal, La unidad… a todos ellos les puedes decir que hagan una película por su experiencia en series… mientras que antes, los directores pasaban de hacer dos cortos a una película, era un salto más complicado.
"Todos los directores tienen alguna película que es un fracaso"
P.- ¿Qué opina sobre la incursión de la inteligencia artificial en la producción de cine?
R.- Esto va a ser como todo, si se utiliza bien será una ayuda y si se utiliza mal horroroso. Entiendo que haya muchos miedos, pero creo que debemos trabajar todos en hacerlo bien. Los ejmplos que nos están dando son muy malos, pero hay que mirarlo en positivo, utilizarlo para hacer cosas buenas. No se le pueden poner puertas al campo, pero hay que regularlo. En Venecia, puedes ver puestos en la puerta de Loewe con productos falsificados y nadie los detiene. Puedes tenerlo falsificado u original y los de las tiendas saben que, quien adquiere falsificaciones, nunca tendrá acceso a los originales, no son su público y les da igual.
P.- También ha hecho series. ¿En qué varía el trabajo de un productor?
R.- Las series son más sencillas, porque las propietarias son las cadenas, esto te da tranquilidad financiera y te puedes centrar en el producto. Pero este producto es igual: tiene actores, directores, técnicos… y le pones la misma pasión e interés. Por presupuesto, en cine tienes que obligarte a sacar tres minutos al día, mientras que en las series son siete. Hay que ir más rápido.
P.- ¿Podría elegir una de sus películas?
R.- No. Quizá me quedaría con la que me abrió las puertas a seguir haciendo cine, que fue Copia Cero. Tenía a Fernando Fernán Gómez como protagonista y le convencí de que me la hiciera sin cobrar. Pero elegir una de 96 es muy complicado.
P.- ¿Los hábitos del público son los mismos que cuando empezó?
R.- No, porque antes la gente iba al cine sin saber qué película iba a ver, eso ahora es impensable, se va por el evento y esto ha crecido con las plataformas. El cine español tiene un bajón importante porque les hemos metido en casa a actores, directores… entonces, ¿para qué van a ir a ver a Luis Tosar o José Coronado, si los tienen en casa todos los días por los mismos medios por los que van al cine? Si van es por el evento, como pasó con As Bestas cuando ganó el Goya o las familiares y de niños. Esto último pasa porque a los niños los tienes que sacar de casa, no pueden estar todo el día con la televisión. Los puedes llevar al circo, al parque de atracciones, al zoológico o al cine. De ahí el éxito de Santiago Segura o Leo Harlem, que son de las pocas películas que funcionan. Pasa lo contrario con el thriller, las películas románticas o las de terror. Sin acontecimiento, nadie va a verlas. Y ahí tenemos un problema que no sé cómo solucionaremos.
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