El macro-proyecto de los Berlusconi para unificar su negocio audiovisual italiano y español en una sociedad, domiciliada en Países Bajos, fue sometido hace unos días a votación en la Junta de Accionistas de Mediaset España, en la que fue aprobado por una gran mayoría del capital. Sin embargo, el grupo ha publicado hace unas horas la información completa de la Asamblea, lo que ha permitido apreciar el significativo rechazo que sufrió por parte de los socios minoritarios.

En concreto, el 76,6% de los accionistas se pronunció a favor del plan de fusión, un porcentaje elevado, pero en una compañía en la que la mayoría de las participaciones (50,2%) está en manos de los Berlusconi, que han sido quienes han impulsado el proyecto de agrupación de sus empresas. El voto de los accionistas minoritarios estuvo, por tanto, dividido, dado que el 23,1% se posicionó en contra.

Entre quienes rechazaron el proyecto se encuentra Vivendi, que es el segundo accionista de Mediaset en Italia (28,8% del capital y el 9,9% de los derechos de voto), pero que en España cuenta con sólo el 1% de los títulos.

Uno de sus directivos, Vicent Vallejo, intervino en la Asamblea de socios en España para expresar su disconformidad con los términos en los que se desarrollará la fusión, que considera que son perjudiciales para los accionistas minoritarios. Durante su intervención, aseguró que la re-domiciliación de los negocios está injustificada desde el punto de vista del negocio y que su único propósito es que Berlusconi refuerce su control del grupo y evada las obligaciones de gobierno corporativo en España.

También criticó la nueva forma del futuro consejo de administración, que estará controlado prácticamente por completo por vocales de Mediaset España e Italia, con el plácet de Fininvest. De paso, avanzó que su compañía tomará acciones legales para intentar proteger a los socios minoritarios del grupo audiovisual.

Más unidos, más fuertes

Los Berlusconi justificaron esta operación en la necesidad de fortalecer el negocio en un momento complejo para la televisión en abierto, en el que la transformación tecnológica, la incertidumbre del mercado publicitario y la aparición de nuevos competidores, como los operadores OTT (Netflix, Amazon, HBO) han afectado a las empresas de este sector. Su intención es constituir una sociedad en Países Bajos que agrupe los negocios y mantenga a Mediaset en una buena posición de cara a la posible consolidación de la industria europea.

En este proceso, por cierto, Vivendi puede resultar un aliado, pero también un rival, dado que es uno de los principales grupos audiovisuales del continente.

Hay que tener en cuenta que los minoritarios han sido especialmente activos en Mediaset durante las últimas Juntas de Accionistas. Sin ir más lejos, en la Junta de Accionistas ordinaria de este año, el 21% de los socios se posicionó en contra de las remuneraciones que percibieron sus consejeros, mientras que el 16,8% rechazó el plan plurianual de retribución en acciones para ejecutivos y directivos del grupo.