Cultura

¿Por qué el Día del Libro o Sant Jordi es el 23 de abril?

Imagen de la leyenda catalana de Sant Jordi, en la que el caballero clava la espada al dragón

Libros, rosas y una mezcla de tradiciones. El Día del libro o Sant Jordi es cultura, simbolismo y sobre todo es mucho más que la festividad del patrón de Cataluña o un día dedicado a las letras. Sin embargo, ¿por qué se mezclan ambas cosas? O ¿por qué se regalan rosas?

El día 23 está dedicado a San Jorge o Sant Jordi, un soldado romano de Capadocia, que se convirtió en mártir como seguidor de Cristo por enfrentarse a la teología romana en los primeros siglos de nuestra era. En las reuniones cristianas de la época se leían las crónicas sobre estos mártires coincidiendo con el día de los aniversarios de su muerte, que en su caso tendría lugar en esta fecha. A mediados del siglo XV, las Cortes Catalanas hicieron oficial su patronazgo.

De la misma forma, y sin tener relación en su origen, este día también se convirtió en un homenaje a los libros y la lectura. Todo ello viene a raíz de que a partir de 1926 se decidiese homenajear estas obras el día 7 de octubre, coincidiendo con el nacimiento de Miguel de Cervantes. Más tarde, cuando el artista murió, se consensuó festejar el día del libro el 23 de abril, fecha de su fallecimiento.

Quizás el destino decidió reunir la muerte de varios escritores históricos ese mismo día, a pesar de ser en diferentes años, ya que Garcilaso de la Vega, Shakespeare y Josep Pla abandonaron este mundo el vigésimo tercero de este mes. La UNESCO decidió en 1995 nombrar dicha fecha como Día Mundial del Libro y del derecho de autor.

¿Por qué se regalan rosas en Sant Jordi?

Despejadas las dudas sobre el patrón catalán y los libros, falta añadir la leyenda a partir de la cuál adquieren simbolismo las rosas. Y es que, cuentan distintas voces desde hace cientos de años, en Tarragona, un dragón tenía aterrorizada a toda la población, y esta para calmar su ira le ofrecía sacrificios humanos. Un día le tocó a la princesa ser la víctima de tan feroz bestia, y cuando esta se dirigía hacia él, un caballero llamado Jorge se interpuso y atravesó al dragón con su afilada espada. De la sangre del monstruo comenzó a brotar un rosal de rosas rojas y San Jorge regaló una de ellas a la dama.

A partir de la leyenda y la festividad de su patrón, este día comenzaron a regalarse en Cataluña rosas rojas a las mujeres como símbolo romántico, que más tarde, al sumarse a la fecha el día del libro, se respondería con una lectura para los hombres.

Hoy en día el intercambio no tiene tanto que ver con el sexo o el género sino con la simbología del amor, el cariño, un profundo gusto por las letras y las flores y una reivindicación de la cultura catalana.

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