Aunque la tradición dicta que el Día del Libro sirve para hablar de novedades, no podemos dejar pasar por alto una serie de libros no tan actuales que deberían estar en todas las estanterías, y que no sólo puedes comprar en Amazon.

El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Editorial Siruela

  • Para entender el mundo clásico del que venimos:

Uno de los fenómenos más bellos del mundo editorial de los últimos años es que el libro más laureado, y uno de los más vendidos, sea un ensayo apasionante sobre el origen de los libros en la Antigüedad. Pero es que lo que ha hecho Irene Vallejo (Zaragoza, 1979), doctora en Filosofía Clásica, es una auténtica joya. Ésta es la historia de cómo un sencillo material, un humilde junco, dio pie a un papiro y éste fue, junto con el pergamino y el papel, el receptor y el guardián de todo el saber universal. Estamos delante de un ensayo deslumbrante, tan culto como ameno. Un verdadero triunfo de la erudición.

Los europeos, de Orlando Figes. Taurus. Traducción de María Serrano Giménez

  • Para entender aquella Europa que fue y que podría haber sido

Siempre que hablamos de Europa, de esa gran Europa cultural, sibarita e intelectual, tendemos a pensar en la Europa Central de entreguerras. Esa Europa de Stefan Zweig y la República de Weimar, de los elegantes hoteles y de las vanguardias revolucionando todas las artes. Pero, como demuestra Orlando Figes en esta obra extraordinaria, el sentimiento cultural europeo, el hecho de sentirse como parte de un pasado común, surgió mucho antes, en el siglo XIX para ser exactos. De hecho, tiene una fecha de nacimiento: el 13 de junio de 1846, el día en que, a las siete y media de la mañana, partían de la Gare Saint Lazare de París, a la entonces rapidísima velocidad de 30 kilómetros por hora, los primeros trenes con destino a Bruselas. Se inauguraba una nueva era.

Agente presidencial, de Upton Sinclair. Hoja de Lata. Traducción de Pablo González-Nuevo

  • Para entender los entresijos de la Segunda Guerra Mundial de una manera diferente:

“Algún día, toda la saga de Lanny Budd será reconocida como la más conseguida y mejor informada descripción de la vida política de nuestra era”, dijo Thomas Mann. “Sólo un verdadero artista podía haber conseguido algo así”, añadió Albert Einstein. Y ambos tenían razón: Upton Sinclair nos legó la gran epopeya del siglo XX de la mano de un joven, Lanny Budd, un espía, playboy y debonair que se codea con los grandes protagonistas de la historia, de Hitler a Roosevelt, de Stalin a Truman, y vive en primera persona los grandes acontecimientos que cambiaron el mundo, del Tratado de Versalles al auge del nazismo, de la Guerra Civil española a la URSS.

Seguir viviendo, de Ruth Klüger. Contraseña. Traducción de Carmen Gauger

  • Para entender lo que fue de verdad el Holocausto:

En septiembre de 1942, Ruth Klüger, por entonces tan sólo una niña pequeña, fue deportada junto con su madre, Alma, a Theresienstadt. Luego serían enviadas a dos campos de concentración más. Milagrosamente, consiguieron escapar y, tras varios años en Alemania, pusieron rumbo a Estados Unidos. A finales de los años ochenta, tras un accidente que casi le cuesta la vida, Klüger decidió echar la vista atrás y enfrentarse a su pasado. El resultado es este libro que no dejará indiferente a nadie, repleto de traumas, pero también de rechazos y suspicacias por haber sobrevivido. Es un relato incómodo que rompe muchos estereotipos y que relata, con una inteligencia magistral, a ratos muy dolorosa, lo que significa de verdad ser una víctima y una superviviente.

A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales. Libros del Asteroide

Sobre la Guerra Civil se han escrito miles de libros, pero quizás ningún haya captado los matices como este texto escrito por uno de los mejores periodistas españoles de todos los tiempos. Es muy famoso su prólogo, donde despoja la historia oficial de clichés enfermizos, pero todo el libro es un ejemplo de reflexión ecuánime y descarnada, sin titubeos ni propaganda, donde se deja a todos en su sitio.

Zuleijá abre los ojos, de Guzel Yájina. Acantilado. Traducción de Jorge Ferrer

  • Para entender la historia de Europa:

Una novela portentosa, con una prosa magistral y desgarradora, que entronca con la gran tradición rusa de novelas del siglo XIX. Zuleijá vive en un pequeño pueblo tártaro con un esposo que la desprecia y una suegra que la maltrata. Pero no se queja. Corre el año 1930 y el ejército rojo no tardará en presentarse en su hacienda a reclamar lo que se debe al Partido. Matarán a su marido y a ella la deportarán a Siberia. Así emprenderá un horroroso viaje a un lugar inhóspito en donde habrá de aprender a sobrevivir. Uno de los retratos más descarnado de lo que fueron las purgas estalinistas con una narración que transmite tanta crueldad como coraje.

Corazón que ríe, corazón que llora, y  La vida sin maquillaje, de Maryse Condé. Impedimenta. Traducción de Martha Asunción Alonso

  • Para entender lo que significa de verdad ser una mujer negra:

No es fácil vivir entre dos mundos, y la niña Maryse lo sabe. En su casa, en la isla caribeña de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita París, la pequeña repara en cómo los blancos los miran por encima del hombro. Luego, en la adolescencia, Maryse se revelará contra todo y se irá a África, a buscar sus verdaderas raíces, pero lo que se encontrará será muy diferente de lo que ella había esperado. En estos relatos biográficos de Maryse Condé, la eterna candidata al premio Nobel de Literatura, tenemos ternura, sonrisas y también lágrimas y, sobre todo, tenemos a una autora que busca hacer las paces consigo misma y sus orígenes.

El peón, de Paco Cerdá. Pepitas de Calabaza

  • Para entender que los mitos históricos no siempre son como parecen:

Uno de los mejores libros de los últimos tiempos, una novela perfectamente construida, original, potente, algo inclasificable y muy irreverente. En el invierno de 1962, dos hombres de mundos opuestos se enfrentan sobre un tablero de ajedrez. Uno es Arturo Pomar, el niño prodigio de la posguerra que ahora trabaja como auxiliar de Correos en Ciempozuelos. El otro es un joven americano, un tanto excéntrico, de nombre Bobby Fischer. Uno fue peón del franquismo; el otro lo será de la Guerra Fría. A través de ellos y de otros muchos que van saliendo en la narración, El peón recorre las vidas de muchos mitos usados como causa política en la España franquista o en los Estados Unidos de los sesenta. Pero no sólo se queda ahí: en el libro salen comunistas, maquis, pacifistas, activistas e izquierdistas de obediencia ciega. Y con ellos, el autor se plantea preguntas sobre el compromiso personal y, sobre todo, sobre cómo la historia explota a personas minúsculas.

El hijo del chófer, de Jordi Amat. Tusquets

  • Para desmontar topicazos en la Cataluña de las últimas décadas:

Jordi Amat se está consolidando como el gran biógrafo de su generación y también uno de los analistas más lúcidos del procés catalán. En esta novela nos habla de un personaje tan turbio como literariamente fascinante: en aquella Cataluña que se vanagloriaba de ser un oasis y los Pujol y compañía hacían y deshacían como les venía en gana, el periodista y abogado Alfons Quintà dominó como nadie las cloacas del poder político y financiero sin que nadie se atreviese a rechistarle. Tanto sabía de la trastienda, lo que ahora llamaríamos cloacas, que lo nombraron director de la televisión autonómica catalana. En 2016 asesinó a su expareja y, a continuación, se suicidó. Amat es capaz aquí de recrearlo en toda su gloria y poder absoluto como un monstruo sin escrúpulos que encarnó lo peor de los vicios de la política. Quintá emerge como uno de esos Césares sórdidos que tan bien inmortalizó Salustio, aunque quizás el mejor paralelismo es sin duda con Fouché, ese tipo macabro pero brillante, que Stefan Zweig diseccionó con fría maestría.

Ama, de José Ignacio Carnero. Caballo de Troya

  • Para entender a las nuevas generaciones:

“No es que todas las familias felices se parezcan las unas a las otras, sino que, como han estado tan ocupadas siendo felices, no han encontrado el momento de ponerse a escribir sobre sí mismas. Es el olvido, y no la felicidad, el que hace a esas familias iguales”. Así comienza Ama, la novela debut de José Ignacio Carnero, uno de los mejores escritores jóvenes, por no decir el mejor. Éste es un libro delicado y elegante que gira entorno a la madre del escritor, enferma de cáncer terminal. Una mujer humilde que trabajó de sirvienta para una familia pudiente para así asegurar el futuro de su único hijo. Ama, de hecho, significa madre en vasco. También es una forma declinada del verbo amar. Porque el libro es una carta de agradecimiento, de amor puro, a una madre y a toda una generación, que “no eran modernos, no esnobs, ni farsantes como yo”, pero que fueron los que realmente sacaron el país adelante.


Ana Polo Alonso es la editora de Courbett Magazine, una publicación digital sobre libros, diseño y cultura. También es la creadora del podcast Sin Algoritmo, centrado en novedades literarias. Publicará próximamente una biografía sobre Jackie Kennedy y está trabajando en una biografía sobre la reina Isabel II de Inglaterra.