El Museo del Prado vuelve a exponer, tras su restauración, en la sala 49 del edificio Villanueva, dedicada a la Escuela Italiana del siglo XVI, la pintura sobre tabla más grande y pesada de la colección del Prado: Transfiguración del Señor, atribuida a Giulio Romano y Gianfrancesco Penni, copia de la última obra que pintó Rafael antes de morir.

Esta obra, encargada por Giulio de Médicis y que decoró la iglesia del Santo Spirito degli Incurabili en Nápoles antes de su llegada a Madrid, ofrece un registro bastante exacto de las formas del original rafaelesco omitiendo casi todos los detalles, el paisaje y la vegetación.

Durante el estudio técnico, las reflectografías tomadas con el dispositivo de infrarrojos han servido para apoyar los trabajos de limpieza y eliminaciones repintes de la superficie y han permitido percibir nuevos e interesantes detalles de la extraordinaria calidad del dibujo subyacente.

Transcurridos casi 200 años desde la última intervención, la obra presentaba "daños importantes" tanto a nivel estructural como estético, con apertura de las uniones de los paneles del soporte y de las grietas presentes en el mismo, y una fuerte oxidación y alteración de los barnices y retoques de color realizados en el pasado.

"Todos los procesos han sido complejos debido al gran tamaño del cuadro y la dificultad de tener siempre presente una imagen global de la obra, pero no cabe duda de que este esfuerzo colectivo ha merecido la pena para recuperar la originalidad, integridad y belleza de una obra de gran valor e importancia en la colección", han señalado desde la pinacoteca.

La obra ha sido sometida a una restauración integral que ha afectado tanto al soporte como a la capa pictórica y al marco. Se trata de la pintura sobre tabla más grande de la colección (4,02 x 2,67 metros) y la más pesada, 550 kilos (300 kilos la tabla y 250 kilos el marco).

En la colocación de Transfiguración, en la que se han invertido más de ocho horas, han participado una decena de especialistas en el montaje de obras de arte del Museo con la asistencia de los técnicos de Conservación y Restauración.

La restauración estructural de esta obra ha sido financiada por la Getty Fundation y dirigida por José de la Fuente, restaurador de soportes del Museo Nacional del Prado, con el apoyo de George Bisacca del MET y dos becarios, Gert van Gervent, de Paises Bajos, y Alberto di Muccio, de Florencia.