Acababa de terminar la Guerra Civil y los niños españoles que podían permitirse comprar tebeos descubren a Roberto Alcázar y Pedrín. Un héroe a la medida de los tiempos que combatía a los masones, los moros y a los rojos comunistas en sus versiones china y soviética. Inspirados en ese héroe Santiago García y Luis Bustos publicaron en 2015 ¡García! con Astiberri. Se trata de un cómic al estilo Marvel que tiene como protagonista a un personaje que igual que Roberto Alcázar, pelea con los puños y va con un socio inseparable, Jaimito, en vez de Pedrín. Un cómic único que se acaba de llevar a serie y se podrá ver desde el 28 de octubre en HBO Max.

García, además de castañazos al estilo Roberto Alcázar, cuenta con una super fuerza lograda por la intervención de un científico nazi refugiado en España. En medio de una operación en el año 1961 es atrapado y lo siguiente que se encuentra es que han pasado más de 50 años. Despierta en unas instalaciones secretas que hay en el Valle de los Caídos; el no ha cambiado en nada pero España, no lo reconoce por ninguna parte.

Sus creadores meten en el siglo XXI al superhéroe políticamente más incorrecto, llama morenos a los manteros y desviados a los gais. Tiene mucho que aprender, hasta a manejar esos transistores que llevan todo el mundo a todas partes. "Meterse en jardines era el objetivo, claro. Una historia como esta no se puede hacer eludiendo  todo lo que implica, es imposible, desnudarla de todas sus implicaciones políticas e históricas y dejarlo solo en una historia de aventura y fantasía neutra", explica Santiago García.

"García es un héroe de tebeo de toda la vida como fueron Alcázar y Pedrín o en Estados Unidos Batman y Robin, pero la idea va más allá, simplemente, del choque anacrónico del personaje antiguo en el presente, también va del choque entre un personaje que digamos, es de tebeo antiguo chocando con la realidad", explica el autor.

Uno de los elementos clave del éxito de ¡García! es que nos pone ante el espejo de lo que éramos en contraste con las claves estéticas del cómic de hoy y expone a este singlar personaje ante situaciones muy contemporáneas. Las dos primeras entregas del cómic se ambientan en un momento de máxima polarización política que no existían en España cuando se hizo. El cuarto volumen está en elaboración, pero el argumento del tercer cómic de la serie lleva al superhéroe a la Cataluña del proces.

"Teníamos claro que la idea era hablar de nuestro pasado, de nuestra Historia, y de nuestro presente político a través de un lenguaje con el que realmente nos habíamos criado, que era el lenguaje del género, no solamente en los cómics, sino en el cine y la televisión. De alguna manera yo creo que  hay unas cuantas generaciones desde la transición, por lo menos, que digamos que aprendimos el lenguaje americano era el lenguaje del género internacional. Esto nos enseñó a expresarnos de una manera que en cierta forma parece que dificultaba acercarse a estas cuestiones y quizá lo que hicimos es buscar la manera de hablar de lo que somos a través de ese lenguaje que habíamos aprendido que era el del género, la acción de la fantasía y del pulp", asegura Santiago García.

La intervención de García en la España del siglo XXI es decisiva para apaciguar la democracia española de una polarización tóxica guerracivilista en la que no faltan actores oscuros, salvapatrias, que quieren valerse del héroe para sus fines políticos.

Empatizamos con García, porque hay un proceso de entender que la España de entonces y la de hoy son muy distintas


eugenio mira

¡García! en HBO

La llegada de ¡García! a HBO dirigida por Eugenio Mira suscitó dudas en sus promotores, al fin y al cabo el cómic es una experiencia que facilita procesar un personaje tan complejo. El director le da a los guionistas su capacidad de lidiar con semejante adaptación. "Desarticulan muchas de las potenciales minas antipersonales que podía suscitar el material. Y la verdad es que fue el fue el guion el que me convenció, porque dije: vale, entiendo que están entrando en estos jardines, pero saben cómo salir y que van con un machete y van quitando maleza y obstáculos por el camino", explica.

"La serie habla de nosotros, de cómo somos, para bien y para mal y creo que lo que intenta es desarticular esa hiperpolarización al poner el foco en cómo ciertas narrativas crean división. Este proyecto empezó siendo un sátira y una exageración, pero desde que se creó el cómic hasta hoy lo que representamos se parece muchísimo a la hipersimplificación que algunos se empeñan en hacer, de un lado y otro. Invito a que se vea la serie para ver cómo somos, en conjunto, no por partes", explica el director de la serie.

Este proyecto empezó siendo un sátira y una exageración, pero desde que se creó el cómic hasta hoy lo que representamos se parece muchísimo a la hipersimplificación que algunos se empeñan en hacer, de un lado y otro

Eugenio Mira, director de la serie

Mira entiende el personaje de García- interpretado por Francisco Ortiz- como una idealización del pasado "en el bien y el mal eran muy puros y con menos matices y más fácilmente diferenciables que nunca. Ver cómo esa propia idealización toma conciencia de sí mismo en una España completamente distinta a la que le vio nacer y cómo ese soldado perfecto empieza a cuestionar su misión es el corazón de la serie", explica.

Una evolución que permite que podamos "empatizar con García, porque hay un proceso de entender que la España de entonces y la de hoy son muy distintas, pero que, lamentablemente, hay algunos que se empecinan en que no se diferencien tanto", afirma.

Un valle de los caídos de película

El poder simbólico y monumental del Valle de los Caídos ha seducido a los creadores de este personaje. El epicentro de la polarización de España se muestra en esta historia de manera sorprendente.

Si en Estados Unidos tuvieran un escenario como el Valle no sé en cuántas películas lo habríamos visto

Santiago garcía

"La imagen de El valle de los caídos es súper potente, una imagen icónica. Un cómic es un medio visual y para montar un cómic, más que tener una historia lo que necesitas es tener un eje gráfico alrededor del cual pueda girar. El Valle de los Caídos es ese eje por todo lo que significa, desde su monumentalidad hasta hasta lo que implica como símbolo de la dictadura y de la represión. Estamos ante una de las pocas imágenes que hay en España que las veas y suscite una reacción tan visceral y tan instintiva, y que todo el mundo entienda, aunque lo entienda de diferentes maneras, todo el mundo sabe de qué estamos hablando", afirma Santiago García.

Le Valle sirve para contar una historia de cómic como nunca antes la habíamos visto. "Si en Estados Unidos tuvieran un escenario como el Valle no sé en cuántas películas lo habríamos visto", añade Santiago García.