La biblioteca autonómica de La Rioja dejará de llamarse Almudena Grandes. Lo anunció el miércoles el consejero de Cultura del Gobierno regional, José Luis Pérez Pastor, en una entrevista para Onda Cero y lo ha confirmado esta mañana en una comparecencia de prensa.

Según Pérez Pastor, la decisión de dedicar la biblioteca autonómica a la escritora, aprobada en diciembre de 2021 por el ejecutivo socialista encabezado por Concha Andreu, fue "un homenaje mal ejecutado", dado que "las bibliotecas regionales y provinciales tiene el nombre de la región”. "La vinculación de Almudena Grandes con la Biblioteca regional no era más allá de la decisión arbitraria de hacerlo”, dijo ayer el consejero en la citada entrevista, antes de concluir que "el mejor homenaje que se puede hacer a Almudena Grandes es leerla".

"Pura venganza y rencor", responde el PSOE

Hoy, la expresidenta riojana y secretaria general autonómica del PSOE, Concha Andreu, ha manifestado su "tristeza enorme" por una decisión que considera "pura venganza y rencor" del actual ejecutivo regional.

"¿En qué beneficia a los riojanos quitar el nombre? En nada", ha subrayado Andreu, quien firmó esta decisión pocos días después del fallecimiento de Grandes como reconocimiento a su "producción literaria" y "por su compromiso con las personas que no tienen voz y con la memoria democrática de nuestro país". El bisabuelo de la escritora madrileña era de la localidad riojana de Soto en Cameros (La Rioja).

"Ese rencor y esta venganza no se sabe dónde va a llegar. La Rioja, desde luego, no se merece este Gobierno ni estas actitudes", ha concluido la también senadora socialista.

No es la primera vez que el nombre de Almudena Grandes sirve de campo de batalla entre izquierda y derecha. En Madrid, su nombramiento como hija predilecta fue rechazado en un principio por PP, Ciudadanos y Vox. Poco después el alcalde, José Luis Martínez Almeida, rectificó como parte de su acuerdo presupuestario con cuatro ediles de la izquierda. En marzo del pasado año, la decisión del Gobierno de rebautizar la estación de Atocha con el nombre de la escritora suscitó el rechazo, entre otros, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.