"Asesino, machista y villano". Así definieron a Hernán Cortés hace algo más de un mes en un programa de TVE. El conquistador de México es el gran protagonista de nuestra leyenda negra, el mencionado por López Obrador para que los españoles pidan perdón y el maltratado dentro de España como uno de nuestros peores personajes históricos.

Su mala fama ha desembocado en películas, en discusiones políticas y hasta en libros de texto y es también la que ha llevado al periodista Tony Gratacós (Barcelona, 1967) a querer llegar hasta él de la manera más veraz posible aunque en forma de novela. Ahora publica Todos sabrán mi nombre (Destino) donde narra su historia a través del personaje Diego de Soto, que hace de cronista, y en la que Cortés dista bastante de los tres adjetivos que hemos enumerado al principio.

Para este periodista, el gran problema a la hora de acercarnos a la figura del conquistador es la ignorancia, la falta de conocimiento que nos ha llevado a crear una historia paralela a la real. "Para bien o para mal, Hernán Cortés se ha convertido en un personaje controvertido. Es generalizada la opinión de que fue un hombre sin escrúpulos que conquistó México sin importarle la sangre derramada. Quizás sea esa la razón por la que aparece como uno de los personajes más desconocidos de nuestra historia. Sus detractores se alimentan de ese mito, y quienes podrían ser sus partidarios prefieren orillar el tema, convencidos de que si se adentran demasiado en la historia, acabarán manchados de sangre", explica.

Portada de 'Todos sabrán mi nombre', de Tony Gratacós.

Y comienza a contar. Dice que cuando llegó Hernán Cortés a Tenochtitlan no fue mal recibido "porque pensaron que era un comerciante" y porque tampoco acudió con muchos hombres. "Una de las cosas que más llama la atención es la inferioridad de medios con la que entró en el continente americano. Tenemos la sensación de que venció al Imperio azteca por superioridad de armas y llegó con 16 caballos, 13 arcabuces y 600 hombres en contraste con ellos que según los historiadores mexicanos, no los españoles, contaban con 300.000".

También su determinación. Según Gratacós él no tenía la intención de hacerse rico como otros conquistadores sino la de seguir exclusivamente su misión de incorporar esas tierras a Castilla. "Por desgracia, si analizamos la historia del mundo, la evolución siempre es fruto de las conquistas. Hernán Cortés llegó convencido de que les va a dar a esas tierras algo infinitamente superior a lo que tienen. Cuando desembarcó hacían sacrificios humanos y practicaban la antropofagia y él quiso liberarlos del Imperio azteca", explica.

"Desde pequeño he escuchado que llegamos y evangelizamos con la cruz en una mano y la espada en la otra, y en algunos sitios debió ser así pero en México no"

tony gratacós

Algo que, según cuenta, muchos le agradecieron. Como novela en su libro, y cuenta en esta entrevista a El Independiente, Cortés solicitó la llegada de religiosos para acabar con la religión azteca y con su derramamiento de sangre y aparecieron los "12 apóstoles mexicanos". "Desde pequeño he escuchado que llegamos a este continente y evangelizamos con la cruz en una mano y la espada en la otra, que si no se convertían los matábamos. En algunos sitios debió ser así pero en México no ocurrió de esta manera", explica y continúa recordando que Cortés pidió a religiosos de base, nada de obispos ni cardenales, y, a ser posible, franciscanos y no dominicos.

"Debían ser superhombres, super bien formados en Castilla, y lo primero que hicieron fue aprender el idioma de los indios porque pensaron que la única manera de hacer bien la evangelización era entenderlos. Los indios de base se vieron liberados por estos nuevos señores porque ya nadie tenía derecho a entrar en su casa y llevarse a su mujer y a sus hijos para hacer un sacrificio humano, aunque había mucho cabrón que se saltaba la ley, y eso es un gran cambio para ellos", asegura y añade que en Roma llegaron a asustarse de la carga de trabajo que tenían estos "12 apóstoles" porque empezaron a pedirles tantos bautismos que los tenían que celebrar masivamente.

"Hizo un hospital para españoles y nativos. Esto te dice que no pensaba que los indios fueran distintos a los españoles"

TONY GRATACÓS

Además, menciona dos puntos esenciales, sin contar con el uso de los franciscanos, que le hicieron meterse en esta historia y contarla de esta manera. Gratacós comenzó a indagar y supo que el Hospital de Jesús de México D.F, que sigue en pie actualmente, fue construido a petición de Cortés. "Este hospital lo hizo para españoles y para nativos, eso es alucinante en aquella época y te da otra perspectiva. Te dice que no pensaba que los indios fueran distintos a los españoles. Por eso cuando hablan de genocida me llevo las manos a la cabeza, Hitler no fundó ningún hospital para judíos".

El segundo es que cuando Cortés llega y Moctezuma se rinde como emperador del imperio, los españoles le hacen preso dentro de su palacio para evitar movimientos de rebeldía y pese a esto él solo se fía de Cortés. "Ambos bandos sabían que algo iba a ocurrir, que iba a correr sangre, que otros aztecas intentarían ocupar el lugar de Moctezuma y echar a los españoles así que ante esa situación el emperador le pide a Cortés que proteja a sus hijos, sobre todo a sus dos preferidos: el heredero y la llamada princesa Isabel tras su bautismo, con la que el español tuvo a su hija Leonor. Vemos la conquista como si nosotros fuéramos los malos y los nativos fueran los buenecitos, la lucha por el poder y la ambición no sólo estaba en un lado", asegura.

Y hace hincapié en que el poder de Cortés fue tan ansiado que se lo acabaron quitando y que su fama era, en aquel momento, tan buena que crearon un relato distinto. Cuando Carlos V envió a otras personas para gobernar aquella zona él acudió a la corte a hablar con él, le dijo lo injusto de la situación y el rey empezó a recibir cartas de los franciscanos pidiendo su vuelta "así que la envidia comenzó a crecer". Cómo cuenta Gratacós, "para Carlos V, Hernán Cortés era un peligro. Desde Castilla se prohibió la publicación de todas las cartas que le había enviado contando lo que estaba haciendo en México. Fue una amenaza para la Corona y también para la nobleza. Un tío que no era noble había descubierto unas tierras con una riqueza espectacular y los nobles querían esa riqueza, querían que fuese suya. Pero lo de crear la mala fama es muy español, somos especialistas en cortarle la cabeza a quien destaca. No hemos tratado bien a nuestros héroes. Deberíamos reconocer más a Hernán Cortés, con sus luces y sus sombras".

"El gran imperio era España y los que querían quitarse su yugo utilizaron todas las armas. Hasta se ha usado Hollywood"

TONY GRATACÓS

Para este periodista el problema ha sido que tras el mal trato por parte de la Corona llegó el relato desvirtuado. "La leyenda negra siempre ha trabajado en nuestra contra. Mira, a mí por Reyes me regalaron unas láminas de dibujos de Theodore de Bry sobre la conquista del Nuevo Mundo, son alucinantes, parecemos animales. Pero es que ese señor no había estado en su vida allí pero claro hizo los dibujos para Bartolomé de las Casas", cuenta.

Además de que a los grandes imperios siempre se les mira de otra manera. "Ahora no paramos de despotricar sobre Estados Unidos, antes el gran imperio era España y los que querían quitarse su yugo utilizaron todas las armas. Hasta se ha usado Hollywood como altavoz, mira la cuarta entrega de Piratas del Caribe donde los españoles somos malísimos o La ruta hacia el dorado donde Hernán Cortés es terrible. Todo eso, gota a gota, ha provocado esta situación", analiza.

Ante la que él asegura que tenemos que actuar. "Tenemos que rebatir las acusaciones de la leyenda negra porque sino estamos perdidos. A favor de ella juega nuestra propia ignorancia, que no nos hemos informado sobre lo que ha ocurrido. Hay que recordar a Hernán Cortés para que otros paren de mentir, para que dejen de cambiar la historia", sentencia.