Han pasado tres años desde que saltó la alarma. Desde que un lienzo que salía a subasta a menos de 200 metros del Museo del Prado por tanto sólo 1.500 euros se convertía en el foco mediático de medio mundo. Se trataba no de un cuadro cualquiera de un discípulo de José de Ribera, que era cómo se ofertaba, si no de un Ecce Homo de Caravaggio, del que apenas se conocen 60 obras.

Ahora, tras pasar por expertos, investigadores, una cuidada restauración y copar portadas de periódicos; ha llegado a la pinacoteca madrileña como una gran estrella y allí se expondrá durante, al menos, nueve meses, gracias a la cesión gratuita por parte de su nuevo propietario que la adquirió hace unos meses por aproximadamente 30 millones de euros. Hasta octubre estará en una sala sólo para él, la 7A, donde hoy ya se reunían decenas de periodistas, historiadores del arte y estudiosos del pintor. Mañana se abrirá al público general.

Ante la pregunta de los periodistas de si tras ese tiempo el lienzo pasará a exponerse en otra institución o si se mantendrá en la pinacoteca madrileña, tanto Falomir como Javier Solana han mostrado su intención de que el periodo se alargue. El primero ha asegurado que han negociado "un embarazado y luego ya se verá". "Por ahora no sabemos nada y tendremos que esperar unos meses para que el propietario calibre cuál es la respuesta del visitante y si quiere continuar". Por su parte, el presidente del Real Patronato ha añadido que tendrán que ser capaces "de que este cuadro siga donde tiene que seguir y que sea disfrutado por todos".

"A principios de abril de 2021 iba a salir a subasta una pintura atribuida a un discípulo de José de Ribera. El Prado advirtió entonces al Ministerio de Cultura de que aquella atribución era errónea y que se trataba de un caravaggio. El 7 de abril se decretó su inexportabilidad, para que permaneciera en España, y pocos días después la Comunidad de Madrid inició el proceso para declararlo BIC", recuerda Miguel Falomir, director de la pinacoteca, sobre el principio de esta aventura.

El caravaggio perdido en el Museo del Prado.

A partir de entonces se pusieron a trabajar para averiguar si realmente tenía una autoría tan llamativa y la respuesta ha sido unánime tras diversos estudios, radiografías y comparativas. Los primeros en aportar información relevante fueron los expertos de la Academia de San Fernando. Tal y como cuenta Maria Cristina Terzaghi, una de las mayores expertas en el mundo en Caravaggio, y que ya vino a visitarlo en 2021, "encontraron entre sus papeles que existía una cesión de este cuadro en 1823, cuando se lo cambian a Evaristo Peréz de Castro por un San Juan Batista de Alonso Cano".

Justo el antecesor de los actuales dueños del lienzo que se iba a subastar. Y empezaron a tirar del hilo hacia atrás. "Ahora ya sabemos que el Ecce Homo se encuentra en España, y que llegó desde Nápoles, desde el siglo XVII, donde se documenta como un caravaggio y cuando formó parte de colección privada de Felipe IV de España. Pero fue en el siglo XIX cuando se le pierde el rastro y empieza a difuminarse su autoría", añade Falomir.

Porque fue el Conde de Castrillo, en aquel momento virrey de Nápoles, el que la adquirió para Carlos IV, rey de España, y lo trajo hasta aquí donde al principio entró a formar parte de la colección real. Pero años más tarde, y tras la entrada de las tropas de Napoleón, este pasó a manos de los franceses que lo añadieron a la colección de sus museos josefinos. Allí no acabó su aventura, según han asegurado hoy desde el museo del Prado, Godoy se hizo con el Ecce Homo y tras expropiarle sus obras este pasó a la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Por eso, ellos tenían los papeles que acreditaban su cesión a la familia que hasta hace pocos meses fue su propietaria.

"Esta es la única vez que con certeza podemos establecer que un personaje nace de su memoria y no de un modelo de carne y hueso y eso hace que sea aún más valioso"

Maria Cristina Terzaghi

Ahora, este Ecce Homo ha sido sometido a radiografías donde se vieron las huellas del grabado, también a un estudio y limpieza que "ha permitido encontrar las típicas pinceladas cruzadas del pintor". "Vemos que el trazo del pincel es el mismo, todos los análisis desvelaron una correspondencia exacta. Además, hemos descubierto que mientras los otros dos personajes fueron creados a través de modelos, algo propio de Caravaggio, la cabeza de cristo se inspira en una imagen muy famosa de la pintura de Milán. Esta es la única vez que con certeza podemos establecer que un personaje nace de su memoria y no de un modelo de carne y hueso y eso hace que sea aún más valioso", explica Terzaghi.

También que, aunque todos coinciden en la autoría, la fecha es lo que provoca más discrepancias aunque es bastante ajustada. "La segunda estancia napolitana parece ser el momento más probable, más o menos entre 1605 y 1609", asegura.

Por su parte, David García Cueto, jefe de Departamento de Pintura Italiana y Francesa hasta 1800, explica que esta obra "nos habla de los últimos momentos de la vida de Caravaggio, cuando después de una serie de periplos por distintos países modifica su arte". También que ahora, gracias a su estancia en el Prado, podrá dialogar con "antecedentes y consecuentes". "Es una oportunidad de ver dos de sus obras separadas por tan sólo seis o nueve años. David vencedor de Goliat se encontrará cerca del Ecce Hommo por lo que se podrá ver ese salto, de un estilo refinado a uno más expresionista, audaz y lleno de dramatismo", añade.

Y celebra el hallazgo. "Hace 45 años que no sucede algo semejante, que aparezca un caravaggio y que la crítica sea unánime en incluirla en su catálogo... El martirio de santa Úrsula, en 1981, vivió un proceso semejante al que hoy estamos presenciando aquí".

Publicación sobre el cuadro

Además, como ya habían anunciado, también han presentado la edición de una publicación "que reúne a destacados expertos en la materia con ensayos seminales de Christiansen, Papi, Porzio y Terzaghi, testimonio de la importancia monumental de la obra. Bajo el título Caravaggio: El Ecce Homo desvelado, se ofrece un punto de partida esencial para comprender esta nueva incorporación al catálogo de obras de Caravaggio".

En la publicación se incluye la interpretación especializada del cuadro, donde analizan diferentes aspectos. "En concreto: las circunstancias de su descubrimiento, la procedencia, los aspectos estilísticos, técnicos e iconográficos de la obra, su fortuna crítica y el legado dejado por el maestro en Nápoles. Cuatro de los más autorizados expertos en Caravaggio y en la pintura barroca comparten la misma apasionada certeza: que Ecce Homo es una obra maestra del artista italiano", explican desde El Prado.