La Conferencia Episcopal española echa mano del humor para responder a la polémica mundana que marca las discusiones públicas de esta semana en España, a vueltas con la participación de Israel en Eurovisión y el veto de RTVE. Los obispos evitan posicionarse en el debate que alimenta a la parroquia mediática pero responden a golpe de ironía.

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Preguntado por la posibilidad de que España no participe en Eurovisión si Israel continúa en el concurso, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, ha rehusado opinar al considerar que son “cuestiones técnicas, cuestiones cantoras” sobre las que la Iglesia no tiene por qué pronunciarse. “Total, siempre quedamos los últimos”, ha bromeado a renglón seguido.

Más allá de esta anécdota, García Magán centró su intervención en la necesidad de que el conflicto en Gaza -con cerca de 65.000 asesinados en dos años de bombardeos israelíes- se encauce por la vía de los dos estados, Israel y Palestina. En un almuerzo organizado por el Club Siglo XXI, defendió el cumplimiento del derecho internacional y humanitario porque, recordó, “tiene que haber un respeto a la población civil”, según recoge Efe.

“El uso de la fuerza y de la violencia no es indiscriminado y no es absolutamente libre. (…) Hay un derecho en la guerra y ahí están las convenciones de Ginebra y el derecho internacional y humanitario. Por lo tanto tiene que haber proporcionalidad, no puede haber una discriminación, tiene que haber un respeto a la población civil, tiene que facilitarse esa ayuda humanitaria”, subrayó.

El portavoz episcopal señaló que en el origen de la actual situación estuvo un “acto ilícito e injusto” de Hamás contra civiles israelíes, pero matizó que la respuesta “tiene que atenerse a la justicia y al derecho”. “Es un tema complejo, es un tema doloroso”, esbozó.

También aseguró que la Iglesia Católica está “muy cercana a la población de Gaza”, condenó la “terrible situación de hambruna y los hospitales bombardeados” y recordó que “el terrorismo no se puede combatir con terrorismo de Estado”.

Tras apelar a la especial sensibilidad de la sociedad española por su experiencia con el terrorismo, García Magán reiteró que “hay que atenerse siempre a los parámetros del derecho fundamental humanitario” y que la Santa Sede respalda la solución de Naciones Unidas de dos estados. “Evidentemente el deseo de unos y de otros no puede ser el acabar con el otro pueblo”, sentenció. En este sentido, recordó que Roma es una ciudad con dos estados.

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