Literatura

Luis García Montero y la poesía basura

La poesía hoy no tiene nada que ver con los años en los que García Montero empezaba a publicar poemarios a finales de los 70

Poetas en Twitter.

La poesía hoy no tiene nada que ver con los años en los que Luis García Montero (Granada, 1958) publicaba sus primeros poemarios a principios de los 80. Con una generación de poetas nacidos y crecidos en las redes sociales y bendecidos con un boom editorial en ventas de poesía, sin parangón en la historia de la poesía, interesa la mirada sobre el fenómeno de un poeta consagrado que además es director del Instituto Cervantes.

¿Existe la poesía basura? “La literatura es el tiempo del relato. Me preocupa mucho que la sociedad se esté desarticulando en el vértigo, en el instante y se esté perdiendo el diálogo generacional”, contesta el poeta a El Independiente con motivo de la publicación de su libro Las palabras rotas (Alfaguara).

Y ese diálogo intergeneracional se rompe cuando cada uno va por su lado. “Me preocupa que haya generaciones de viejos cascarrabias que consideran que los jóvenes son tontos o que los jóvenes se crean que no tienen nada que aprender de sus mayores y que pueden inventárselo todo porque no van a recibir ninguna lección.”

El invento ya está hecho, según él, es la literatura. “La literatura es el relato de la experiencia humana, es el marco para entender el diálogo intergeneracional. Yo escribo porque antes escribió Garcilaso, porque escribió Rosalía de Castro y porque me deslumbró Federico García Lorca. Me gustaría que mi poesía llegase a la gente joven en ese relato, en ese diálogo intergeneracional”.

Para García Montero observar el tiempo del que escribe es fundamental para comprenderlo. “Los jóvenes tienen que dar respuesta al mundo de acuerdo con los valores que ellos tienen, no pueden hacerlo con los valores que yo tenía en 1978 cuando cumplí 20 años. Tienen su propio mundo y tienen que responder con sus propios valores y realidad. En ese sentido, el mundo digital ha llevado a la vida digital algo que es muy propio de la poesía que es el diálogo entre lo privado y lo público. La manera de hacer públicos sus sentimientos, eso es publicar poesía, publicar tu intimidad. Eso se hacía de una manera, hace unos años, y ahora las redes sociales lo permiten hacer de manera inmediata”.

No se puede despreciar nada ni se puede consagrar nada sin un poco de precaución

En esa exposición de los poetas en las redes sociales que tantos réditos está dando al mundo editorial “una persona puede hacer una declaración de amor públicamente, o expresar cómo se siente por la desaparición de un ser querido. Esto ha facilitado mucho la actualidad de la poesía y las redes sociales se han llenado de poesía, de poetas jóvenes que se han hecho muy populares. Ya no es solo que una buena editorial publique sus poemas, sino que se hacen muy populares por sus seguidores en Facebook y Twitter”.

Pero el tiempo y el relato de la literatura son, según García Montero, lo que pondrá a cada uno en su sitio. “Mi experiencia como profesor de literatura es que hay que ser muy precavidos y muy pacientes, no se puede despreciar nada ni se puede consagrar nada sin un poco de precaución”.

En esa línea que recorre la literatura de una generación a otra, para el catedrático de Literatura de la Universidad de Granada, marcará su paso por aquella “poesía que esté apegada a la vida. La poesía nueva no se la inventará el muchacho que se cree un genio que por dominar las redes sociales publique lo que quiera, porque hará poesía basura. Pero sí lo hará alguien acostumbrado al mundo digital y las redes sociales que se tome la molestia de leer a [Giamoco] Leopardi, de leer a [Charles] Baudelaire y de comprender que va a recibir una herencia que es lo que puede formalizar nuestra mirada en el mundo según los valores actuales”.

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