El escritor estadounidense Colson Whitehead ha conseguido algo que sólo autores como Willian Faulkner y John Updike han logrado antes, ganar dos premios Pulitzer de ficción. El primero por El ferrocarril subterráneo y el segundo por Los chicos de la Nickel que llega ahora a España. 

En El ferrocarril subterráneo, novela sobre la que Amazon Prime estrenará una serie este año, Whitehead se adentra en el pasado esclavista de su país para relatar la huída de una mujer hacia la libertad intercalando leyendas y la cruda realidad histórica. En esta nueva novela relata la vida dte dos adolescentes ficticios, que pasaron en los años sesenta por un reformatorio infernal en Florida que existió de verdad. La escuela Dozier en donde en 2014 se desenterraron 50 cadáveres de niños. Un reformatorio donde iban a parar por delitos menores. 

“La escuela abrió en 1900 y ya en 1903 había niños de 6 años en confinamiento y encadenados. El hecho es que cada poco tiempo se preguntaba por lo que pasaba en el lugar pero nunca se hacía nada”, contaba el escritor esta semana en un encuentro digital con medios. Los chicos eran víctimas de palizas, encierros, torturas y abusos sexuales que se denunciaban sin ningún éxito.

'Los chicos del Nickel' , Colson Whitehead.
'Los chicos del Nickel' , Colson Whitehead.

La historia según el propio Whitehead “fue cubierta durante décadas por los medios de Florida y en el momento de los desenterramientos, en 2014, se le dio una cobertura nacional.  “Esto es lo que me llamó la atención de la historia cuando vi que los supervivientes eran blancos y que los negros habían sido eliminados de la historia del lugar es por eso que quise darles voz”, relata. 

La bajada a los infiernos de los negros olvidados de este reformatorio y la historia esclavista de su país le pasan factura emocial. Con El ferrocarril subterráneo, Whitehead asegura que fue difícil trabajar sobre aspectos muy duros de la exclavitud, pero tras Los chicos del Nickel, terminó “muy deprimido”. “Tras finalizar el libro estuve jugando a videojuegos durante seis semanas”, afirma que hizo para poder recomponerse.

En una anterior novela Zona uno (Planeta) Colson sorprendió por hacer una historia ambientada en una apocalipsis zombie, otro infierno en el que los estigmas sociales sobreviven, y en el que Colson juega con el lector, especialmente si es blanco.

Trump y 'Black Lives Matter'

Pero donde toma pleno sentido su obra es el Estados Unidos actual, en especial en el país polarizado de Donald Trump. "Las cosas irían mejor sin él, si lo vuelven a elegir mucha gente morirá y eso será una tragedia no solo para los americanos, sino para todo el mundo. Un gato muerto sería un mejor presidente que esta administración", ha criticado Whitehead.

Whitehead asegura que la actualidad no le determina para escribir, entre otras cosas porque  discriminación racial es muy similar durante las últimas décadas. "Cuando conocí la historia de este reformatorio era 2014 y había protestas en Missouri y ahora está lo de Jacob Blake y George Floyd y nunca en esos casos nadie ha rendido cuentas: todo el mundo se ha ido de rositas. Se podría decir que este libro nace de la impotencia de que nadie rinda cuentas y todo el mundo se libre", ha explicado.

Me han detenido y me han puesto esposas por estar en lugar equivocado en momento equivocado"

El protagonista de su novela termina en el reformatorio por un error, por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, algo que él mismo sufrió. “Me han detenido y me han puesto esposas por estar en lugar equivocado en momento equivocado, pero es que eso le ha pasado a la mayoría de chicos de color", asegura.

Whitehead cree que el origen de ese racismo está arraigado en EEUU y tiene sus raíces en la época de la esclavitud. "Esto comenzó sobre todo en el sur americano. Y eso ha continuado en los años 60 y ahora lo tenemos de nuevo. Muchos policías se creen con el  derecho a detener a los negros preguntandoles cosas como ¿por qué paseas por aquí? o ¿por qué andas por este barrio?", denuncia.

El escritor es consciente de que su literatura no va a cambiar nada y asegura que pocas novelas han tenido impacto social en su país. “La mayoría de los legisladores no leen novelas o poesía", añade. Whitehead no espera que lo lea Trump. Para él sería mejor "un libro infantil, por su estilo".