Si la lectura tiene la capacidad de trasladarnos a lugares y situaciones, las novelas históricas atesoran la virtud adicional de hacernos viajar en el tiempo, aterrizar en épocas remotas y ver y escuchar a personajes imprescindibles de la historia como Adriano, Julio César o Claudio.

De la mano de autores con talento y capacidad para documentarse y recrear momentos clave de la historia, la novela histórica es uno de los géneros literarios favoritos de los lectores. En El Independiente ofrecemos una selección de diez ficciones históricas imprescindibles. Pasaportes a la prehistoria, a la antigua Roma, al Medievo o a los episodios más convulsos de la historia española del siglo XIX.

1. Los pilares de la Tierra, Ken Follett

El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey.

2. La ladrona de libros, Markus Zusak

Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía bellos cuentos para escapar del horror de la Segunda Guerra Mundial. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras.

3. Roma soy yo. La verdadera historia de Julio César, Santiago Posteguillo

Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores jurisconsultos, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.

4. Episodios nacionales, Benito Pérez Galdós

El friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvió de vehículo a Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él la totalidad de la compleja vida de los españoles, guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares, a lo largo del agitado siglo XIX.

5. Yo, Claudio, Robert Graves

Primer volumen de la supuesta "autobiografía" de este singular emperador, destinado a serlo contra sus propias inclinaciones, las intrigas, la depravación, las sangrientas purgas y la crueldad de los reinados de Augusto y Tiberio, que culminaron en la locura de la etapa de Calígula, sirven de marco histórico a la trama de la novela.

6. Los Borgia, Mario Puzo

Italia, siglo XV. El Renacimiento está en pleno apogeo, anunciando una nueva edad de oro en Europa. Pero donde hay oro, hay poder. Y hay quien está dispuesto a hacer cualquier cosa para hacerse con él.

Este es el mundo de Alejandro VI, el Papa Borgia, y su familia, que trama y conspira para sus propios fines. Esta es la historia de su lucha por mantener el control sobre Italia, de su ambición y sed de poder. Esta es la peligrosa vida de los Borgia, crueles y cautivadores, en la que sus enemigos más letales pueden estar mucho más cerca de lo que esperan, contada por un experto en sagas trágicas como el autor de El Padrino.

7. Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar

Alabada unánimemente por la crítica como una de las obras más singulares, bellas y profundas de la literatura del siglo XX y considerada a menudo la primera novela posmoderna, Memorias de Adriano marcó un hito en el género de la narrativa histórica. Atrae constantemente a nuevos lectores interesados en el emperador del siglo II.

8. El clan del oso cavernario, Jean M. Auel

En la última fase de la Era Glacial un terremoto deja a la pequeña Ayla, de cinco años, aislada de su tribu. Afortunadamente encuentra refugio entre los miembros del clan, un grupo de neandertales. Valiente e indomable, la joven infunde al principio sorpresa, luego cautela, hasta que, por fin, es aceptada. Sobre todo, por Iza, la curandera y Creb, el hechicero, que cuidan de ella. El futuro líder del clan, Broud, es el único que sigue mirándola con recelo, y hará todo lo posible para destruirla. Pero Ayla está protegida por el totém del León Cavernario, un espíritu fuerte que la escogió por ser una superviviente.

9. El puente de Alcántara, Frank Baer

Los destinos cruzados de tres personajes, cada uno de ellos pertenecientes a una de las tres grandes religiones que convivían por entonces en España, se perfilan sobre un fondo histórico que constituye un vivo retrato de la Andalucía del siglo XI.

10. El nombre de la rosa, Umberto Eco

El nombre de la rosa narra las investigaciones detectivescas que realiza el fraile franciscano Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes cometidos en una abadía benedictina en el año 1327. Le ayudará en su labor el novicio Adso, un joven que se enfrenta por primera vez a las realidades de la vida situadas más allá de las puertas del convento.