Han pasado ocho años desde que los Rolling Stones invitaron a millones de españoles a cantar sus canciones. Fue aquel caluroso 25 de junio cuando sus satánicas majestades se despidieron en un iluminado Santiago Benabéu del que parecía ser su último concierto en España. También lo pareció en 2017 cuando Mick Jagger apareció junto a Keith Richards en el escenario del Estadi Olímpic de Barcelona. Pero solo lo pareció, porque el verdadero 'último concierto' lo darán en esta gira, que comenzó precisamente esta noche, 1 de junio, en Madrid, aunque con cambio de telón, porque esta vez fue en el Wanda Metropolitano quien les acogió con una hinchada de más de 45.000 personas.

Sixty -así es como han llamado a su última gira, haciendo homenaje al sesenta aniversario de la banda- lució un enorme escenario con una iluminación sublimemente innovadora y un diseño de video de última generación que antes del grupo, dieron la bienvenida como teloneros a Vargas Blues Band, con John Byron Jagger -sobrino de Mick Jagger- como invitado, y a Sidonie, que pudo celebrar la ocasión con Pesado y estúpido.

La banda Sidonie actúa sobre el escenario antes del concierto de The Rolling Stones EFE

Entonces daban paso a la esperada banda de rock británica más sonada de todos los tiempos. Era el primer show sin Charlie Watts, a quien supo sustituirle Steve Jordan. Pero también fue el primer macroconcierto en suelo español tras los dos años de pandemia (el último fue el de Muse el 26 de julio de 2019). Y sin duda hizo un inmejorable pistoletazo de salida. Las entradas al estadio estaban repletas de gente a la que por fin se podía ver sonriendo, las mascarillas no existían y la distancia de seguridad mucho menos.

Mick Jagger y Keith Richards, con 78 años, fueron protagonistas en una noche donde el rock brilló más que nunca y donde los fans bailaron, cantaron y saltaron como si jamás lo hubieran hecho, como si realmente fuera su último concierto. Aunque sus mismos seguidores aseguran que no.

The Rolling Stones vuelan de Madrid a Alemania

Tras este arranque de gira europea, la comitiva estoniana hará escalas en Alemania, Reino Unido (en Liverpool, concretamente, su primer concierto en la ciudad de los Beatles en 50 años), Países Bajos, Suiza, Italia, Bélgica, Austria, Francia y Suecia ya durante todo el verano satánico.