Este año, la nueva concejala de festejos de Gijón dejó clara su intención de evitar que artistas internacionales como Rodrigo Cuevas canten en asturiano en los escenarios municipales. Cuesta creer que la villa que ha sido referencia de la cultura tenga ahora ese tipo de conversaciones. Porque casualmente el mismo año que se celebra el décimo aniversario del último concierto de Bruce Springsteen en Gijón. También el vigésimo y trigésimo teniendo en cuenta que vino en 1993, 2003 y 2013. Una fecha que conmemora esa época en la que la villa asturiana se convirtió en la capital española de la música en directo.

Una época olvidada de la que apenas se acuerdan los millennials y que parece imposible para generaciones menores aún. Unos años en los que pasaron por el Principado estrellas de la talla de Tina Turner, David Bowie, Bruce Springsteen, Sting, los Rolling Stones... el rock vivía su mejor vida y los asturianos disfrutaban de una suerte de espectáculos que nunca se repetirían.

Tina Turner estrenó la era del rock en Gijón

"El mejor de todos Tina Turner, era una tarde preciosa, el primer concierto grande que venía a Asturias, ella llevaba pantalones cortos con una blusa", nos cuenta un asturiano de 53 años que acudió a varios de estos conciertos inolvidables. Lo recuerda vívidamente, era el 8 de julio de 1990 y casi 42.000 personas se reunieron para ver a la cantante en el estadio El Molinón.

Las entradas costaban 1.800 pesetas de entonces, y horas antes había cola para entrar a pelearse por los mejores sitios. Fueron dos horas de concierto y, al terminar, un Mercedes recogió a Tina al mismo pie del escenario para que la diva saliera y el público se quedara fascinado.

Tina Turner actuando en el Molinón, en Gijón, en 1990
Tina Turner actuando en el Molinón, en Gijón, en 1990. - Diario EL COMERCIO

Desde entonces han corrido muchas leyendas urbanas en Gijón sobre lo que pidió la diva para ofrecer este concierto. El concejal del festejos del momento, Daniel Gutiérrez Granda, recuerda que no fue así. En cambio, sus rutinas como artista eran bastante razonables: "Antes de salir a cantar hacía mucho ejercicio, tenía una bici estática y mucha fruta. Para ella era fundamental comer mucha fruta y dormir era fundamental para cuidar la voz".

David Bowie significó el relevo generacional

Después de Tina Turner llegó el turno de David Bowie. Un 11 de septiembre del mismo año en el que se tuvo que trasladar el concierto de El Molinón al recinto de Las Mestas, a unos pocos metros del estadio de fútbol, en donde ya había empezado la liga.

David Bowie durante su concierto en Las Mestas, en Gijón
David Bowie durante su concierto en Las Mestas, en Gijón, en 1990

Fue menos multitudinario, con solo 24.000 personas, e hizo frío, sobre todo porque el complejo deportivo se usa normalmente para competiciones de hípica y es más abierto. El viento soplaba y muchos de los asistentes se quejaron porque las condiciones climáticas también complicaban el disfrute.

Fue un concierto más corto, de solo hora y treinta y cinco minutos, y de hecho se recuerda con amargura que no hizo ningún bis. "Había habido un cambio generacional y mucha gente no se sabía las canciones nuevas", nos recuerda uno de los asistentes.

Después Springsteen, Bon Jovi, Prince y los inolvidables Rolling Stones

Una vez abierta la veda, Gijón entró en las miras de los artistas, compartiendo lista con ciudades tres y cuatro veces más grandes, en giras internacionales que apenas pasaban por España.

En 1991 vino Sting. En 1992 tocaron en Gijón el grupo Dire Straits, con Mark Knopfler, David Knopfler, John Illsley y Pick Withers poco antes de su separación, y Elton John. Un año más tarde Bob Dylan, Prince, y, por supuesto, fue el turno de Bruce Springsteen. Tal y como nos recuerda uno de los presentes, este último hizo reír al público al pronunciar el nombre de la villa de una manera totalmente diferente a la correcta.

Sin embargo, suponemos que Bruce Springsteen se aprendió el nombre de Gijón, y recordó el cariño que recibió en la villa, porque ha vuelto hasta en dos ocasiones. Cada diez años, como un cometa muy brillante, el artista ha pasado por Gijón en 1993, 2003 y 2013. El ayuntamiento municipal, del PSOE, quiso que se repitiera la hazaña en este 2023.

"Yo he hablado con el manager de Springsteen y me dijo: gira en España y tiene fechas libres en mayo, y cuando quieras hablamos de condiciones para traerlo", aseguró el portavoz de Foro Asturias el pasado año. No hubo suerte, la única parada del Boss en nuestro país fue en Barcelona.

En 1995 vinieron a Gijón los Rolling Stones, y un año más tarde Bon Jovi. Le siguió B. B. King y para terminar el siglo XX cerraron Bob Dylan, Ray Charles y los Back Street Boys (que tuvieron a gente haciendo cola durante más de 15 horas). Parecía imposible tirar más alto, ¡pero es que ese mismo 1999 canceló a última hora Metallica!

La eterna competición Oviedo-Gijón

El responsable de esta era de conciertazos en Gijón fue Daniel Gutiérrez Granda, concejal de cultura con Vicente Álvarez Areces como alcalde del PSOE. Estuvo veinte años en el Ayuntamiento y es recordado como el que trajo a las grandes estrellas a Asturias, dando un empuje inigualable a la vida social y cultural en la villa costera. Y sin quererlo, también a Oviedo.

Los Backstreet Boys actuaron en Gijón en 1999
Los Backstreet Boys actuaron en Gijón en 1999 - Diario EL COMERCIO

La eterna rivalidad entre las dos principales ciudades asturianas significó que la capital quiso competir a ver quién traía a la mayor estrella a poner ritmo a las fiestas. Por ejemplo, consiguieron a Michael Jackson para los festejos de San Mateo, de cuya visita se recuerda que trajo a Slash de guitarrista y este se fue de fiesta por Oviedo tras el show. Por sus calles se encontró con el grupo local Stormy Mondays y, como si nada, se subió a tocar con ellos.

Fue la misma época en la que el Festival Internacional de Cine de Gijón ganaba adeptos, y en la que otras celebridades como Woody Allen descubrían su amor por la tierrina. Sin duda, una Asturias muy diferente a la que España visualiza como sinónimo de montaña, playas salvajes, minería y buena (y abundante) comida.