Tal día como hoy, el 8 de enero de 1946, pocos meses después de que Estados Unidos pusiera fin a la Segunda Guerra Mundial lanzando dos bombas atómicas sobre Japón, una señora típicamente sureña llevó a su guapísimo hijo a comprarse su regalo de cumpleaños.

En aquella pequeña tienda de Tupelo, Misisipi, el rifle de juguete resultaba ser el regalo de moda. Todos los niños querían un arma. Rivalizó el chisme con algo que, cuando se cumplen 11 años, resulta de lo más práctico: una bicicleta. Pero es caprichoso el destino que quiso que el vendedor colocara también a la vista algo en lo que reparó la señora: una guitarra. Gloria Smith tenía un excelente gusto musical, y se imaginó a su hijo deleitándose con unas cuantas canciones mal aprendidas.

El sustrato de familia pobre en barrio negro había conseguido meter el sentido del ritmo en el pequeño, y aquella guitarra canalizó toda esa energía. Poco después, la madre sobreprotectora que convirtió en tan egocéntrico al Rey del Rock tenía que quitarle de encima a las fans que le agarraban de la pernera del pantalón. Aquellos 12,95 dólares que costó el instrumento han sido la mejor inversión de la historia del rock.

El más negro de los chicos blancos

En la escuela él era el blanco, y también el blanco de muchas burlas. El chico se sentaba en casa con su guitarra y aquello hacía que se sintiera mejor. Poco después de la adquisición, en 1948, la familia Presley se mudó a Memphis, Tennessee. Ahí tuvo la oportunidad de empaparse bien del sabor del gospel, el blues y el country. Se fijó en la estética, aprendió de los buenos, y en 1953, trabajando como acomodador de cine y camionero, Elvis dio un paso crucial: grabó un disco en Sun Records como regalo para su madre. Sam Phillips, el propietario del estudio, sabía reconocer un éxito cuando lo veía, y un año después el chico ya estaba grabando para Phillips "That's All Right", el tema con el que todo empezó.

Se hizo viral. Todavía no se llamaba así al fenómeno que ocurría cuando un tema sonaba constantemente en la radio porque docenas de llamadas solicitaban que se pusiera el disco una y otra vez. Comenzó el éxito con las fans y siguió con los padres, madres, hermanas, hermanos y parejas de esas mismas fans. Esta canción, con su mezcla única de ritmos de blues y country, mostró al mundo un nuevo estilo musical y lanzó a Elvis al estrellato. Dos en uno. Ah, pero es que luego llegó "Heartbreak Hotel", la primera canción de Elvis que alcanzó el número 1 en las listas de Estados Unidos.

El Coronel Parker, cómplice y explotador

La conocemos todos. En la música popular hay un antes y un después de este hotel de los corazones rotos. Para entonces ya pululaba en su vida un personaje llamado Andreas Cornelis van Kuijk, aunque la Historia le conoce con el sobrenombre de Coronel Tom Parker. Aquel promotor no puedo decir que supo sacar partido, porque explotarlo al máximo no es saber hacerlo. El chico ya estaba generando interés con su estilo único de música, pero aún no había alcanzado el estrellato nacional. Un caso claro de estar en el lugar y el momento adecuados. Nadie le puede quitar el mérito de verlo claro.

El mismo ejército que salvó al Coronel de un sospechoso caso en su Holanda natal y del que desertó llamó a filas a nuestra estrella. Mientras Elvis vestía como nadie el uniforme y elevaba a los cielos el orgullo patrio, llegó la muerte de su madre. Parker supo ser su apoyo, y la estrategia de lanzar material inédito sin necesidad de grabar mientras Elvis cumplía con el tío Sam resultó acertada. Poco antes de partir a filas dejó una balada que evidenciaba su lado más sensible: "Love Me Tender".

Vocalmente se trata de uno de los mejores ejercicios de toda una vida. Ni se notó que estaba lejos de los estudios de grabación, pero en 1960 quiso volver a lo grande: con un trabajo llamado "Elvis is Back". Y aunque el “rock de la cárcel” es anterior, se convirtió en el emblema del fenómeno que ya recorría el mundo. Tanto fue así, que marcó el punto de partida de una carrera en el cine que dejó momentos que forman parte sin duda de la cultura de todo un siglo.

A partir de ahí llegó la cumbre y el hoyo. Mientras recorría el mundo como superstar, su cuerpo daba con el suelo inconsciente demasiadas veces. Parker sabía cómo presionar a los médicos para que una y otra vez “no hubiera pasado nada”. Se convirtió en la primera estrella en transmitir un concierto vía satélite para el mundo diciendo "Aloha desde Hawai".

Un anciano de 42 años

Esa mortal espiral tendría su culmen el 26 de junio de 1977, en Indianápolis en un concierto que sería el último y que jamás debió haberse celebrado. Elvis llevaba 9 días sin apenas descansar, y no podía fallar a las 18.000 almas que le esperaban. El médico se encargaría de todo. Semanas después, los sándwiches de mantequilla de cacahuete, el tocino, el plátano frito y sobre todo el uso prolongado de sustancias, legales y no tanto, hicieron de él aquel guiñapo con el que se encontraron en Graceland el 16 de agosto de 1977. Un anciano de 42 años había meneado al planeta entero al ritmo de sus golpes de cadera.

Casi medio siglo después, este extraterrestre volverá a la Tierra, revivido gracias a varias tecnologías juntas. Elvis Evolution es posible gracias a la inteligencia artificial, la proyección holográfica y la realidad aumentada. La compañía de entretenimiento inmersivo Layered Reality promete dar la sensación de verle en concierto y ofrecer además una mirada íntima a su vida cotidiana. Hay que reconocer que la consabida IA ya nos consiguió devolver con todo su brillo y en 8K momentos de cine que se quedaron con nosotros para siempre.

O incluso nos permitió, como en la intro de algún videojuego de moda, sumergirnos en el backstage antes de una de sus actuaciones en la televisión norteamericana en 1957.

Veremos si es cierto lo que prometen, pero tardará bastante en verse por aquí este show que comenzará en Londres y recorrerá rodo el mundo.

No tengo la menor duda de que la última canción que sonará en estos encuentros virtuales pero físicos será la enorme despedida que todos conocemos y que ponía punto final a sus actuaciones en directo: "Can't Help Falling in Love".