Cuando hace ocho años hablamos con Jorge Martínez sobre su vida, fue tajante: “He conseguido sobrevivir a todos los locos que he sido y eso está muy bien. Echas la vista atrás y dices ¡buf!, vaya suerte que he tenido, cómo puedo estar aquí todavía”. El alma, fundador y vocalista de Ilegales, Jorge Martínez ha fallecido este martes a los 70 años en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde estaba ingresado desde hace unos días por un proceso oncológico.

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Nacido en Avilés en 1955, Jorge María Martínez García creció en una familia de abolengo venido a menos y en la Asturias industrial de fábricas, bares y portales que luego poblarían sus letras.

Muy pronto cambió la senda segura del Derecho por la vida incierta del escenario: abandonó la facultad, se sacó el carné de músico en tiempos de Franco y se curtió en orquestas y grupos primerizos antes de levantar su propia tormenta con Ilegales. La diferencia con otras formaciones del momento era que tocaban bien.

“Nos preparamos mucho para tocar, a finales de los años 70 vi que había un resquicio para poder dedicarme a la música, dejar la facultad derecho y buscarme músicos con los que echamos ocho horas diarias a estudiar. Desde música psicodélica a aprender cosas como hacer acordes, ajustar las guitarras, saber cómo se ecualiza una batería y todo ese tipo de cosas, así que cuando empezamos éramos diferentes de muchos otros compañeros de generación”, reconocía Martínez.

El líder de la formación era el centro de un grupo que convirtió las broncas, la violencia sobre el escenario y la incorrección política en seña de identidad, sin renunciar nunca a una ambición artística poco frecuente en el rock español. Jorge se retrataba como una “cigarra punkarra”, alguien capaz de reírse de sus excesos mientras reconoce que ha sobrevivido a todos los locos que fue.

No se ahorraba dureza hacia sí mismo ni hacia el oficio: despreciaba la corrección, el mimetismo y el miedo a arriesgar, y defendía la transgresión como única manera honesta de entender el rock and roll. La banda de rock anunció el 19 de septiembre la cancelación de todos sus conciertos previstos por tiempo indefinido. Dos meses después, el músico que parecía indestructible ya no pudo seguir el ritmo de su propia leyenda.

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