El esperado estreno de La tabernera del puerto en el Teatro de la Zarzuela quedó anoche marcado por una ausencia sonora y simbólica: la del coro, en huelga. A pesar del esfuerzo del equipo artístico por sacar adelante la función –con la complicidad de su directora Isamay Benavente, el director musical José Miguel Pérez Sierra y el director de escena Mario Gas–, la decisión de mantener el paro convirtió la representación en una versión inevitablemente incompleta de la popular zarzuela de Sorozábal.

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A las puertas del teatro, mientras el público comenzaba a ocupar sus butacas, los sindicatos UGT, CCOO y CSIF protagonizaban una concentración en la que denunciaron "las condiciones vergonzosas" de trabajo y reclamaron respeto a los acuerdos laborales vigentes desde hace casi tres décadas. "Tenemos que hacer partícipes al público de nuestra indignación", proclamaron los convocantes en un manifiesto leído durante el acto. La alusión al coro de La rosa del azafrán –"el pobre es pobre en su tierra y el rico es rico en su casa"– funcionó como lema reivindicativo y guiño dolido al repertorio.

Un conflicto que viene de largo

El conflicto se centra en la interpretación restrictiva que, según el coro, viene haciendo la dirección del teatro y el INAEM de los acuerdos sobre días de descanso y calendario laboral firmados en 1996. La plantilla lamenta que el deterioro de las condiciones haya llevado a un punto de ruptura: "Nadie quiere perder media vida formándose para entrar en un gremio que no tiene ninguna garantía laboral".

La votación decisiva tuvo lugar el mismo miércoles por la tarde: 39 votos a favor de mantener la huelga y un único voto en blanco. Aunque los siguientes paros (previstos para los días 18, 19 y 20 de junio) requieren una nueva comunicación con diez días de antelación, los trabajadores volverán a reunirse en asamblea este jueves para evaluar la evolución de las negociaciones y decidir los próximos pasos.

Por ahora, La Zarzuela se ha visto obligada a levantar el telón con una voz menos. O con muchas menos: la del coro que, en este género, no es solo fondo sino protagonista colectivo.

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